Capítulo 41 - Prohibido

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Hoy era la tercera prueba habían pasado tres días desde que todo se había ido a la mierda... tres putos días en los que más quería me habían dado la espalda... ¿dolía? Por supuesto... eran como mil cuchillos constantes clavándose en mi espalda y corazón por cada vez que pasaba por su lado y ellos simplemente miraban para otra parte. Yo me había equivocado lo aceptaba pero, ¿abandonarme así?... yo, pensé que me perdonarían después de todo éramos mejores amigos. Pero no, esta era la vida real y la vida era blanco o negro no podían haber grises.

Mientras estaba sola había decidido practicar más con mi poder, ahora solo con la mirada podía mover objetos... ya no era necesario usar mis manos pero cada vez que lo utilizaba mucho tiempo o movía algo pesado mi nariz sangraba levemente y tenía que sentarme pues me mareaba.

Draco me había buscado pero yo había huido de el... era tonto hacerlo ya luego de que el daño estaba echo pero no estaba lista. No estaba lista para hablar sobre qué pasaría con nosotros ahora... tenía miedo pues ya sabía lo que se avecinaba, el rechazo.

Y Cedric... bueno el no esquivaba mi mirada... el en cambio me daba la mirada más fría y de odio que nadie ni siquiera Draco cuando me odiaba me había dado. Más bien era yo la que evitaba verlo y ahora me encontraba en el jardín, alejada de todos en el árbol más alejado posible debajo de la sombra mientras con mi mirada hacia volar piedras o cualquier cosa que veía en el suelo pare cuando me sentí algo débil.

– hola – escuche y mi corazón se detuvo al escuchar esa voz – por favor no huyas más de mi

– no pensaba hacerlo – mentí, sus ojos grises estaban algo opacos, se sentó a mi lado y se me erizo la piel, lo mire fijamente, tenía días sin hacerlo. Él era perfecto

– ¿Por qué me miras así? – pregunto suavemente, sonriendo levemente

– no te estoy mirando de ninguna manera – dije nerviosa... nos quedamos en silencio y luego el hablo de nuevo rompiendo el hielo.

– y... ¿cómo te sientes? – me reí irónica

– ¿me lo preguntas enserio? – pregunte fría – me siento... como la peor mierda, lastimada, culpable...

– te dije que lo nuestro no podía ser – lo fulmine con la mirada – ¿no te estoy ayudando verdad? – negué

– lo que más me duele es... haberlo lastimado ¿sabes? Él fue tan bueno conmigo... pero tu... olvídalo – decidí callarme al final

– lo que tenemos es algo que no puede ser y creo que es por eso que me atrae tanto – dijo susurrando – pero dejo de ser secreto... cuando eso pasa se vuelve real y lo real es más complicado Granger – el tenia razon

– aunque ya todo salió a la luz, sigo sintiendo que esto... lo nuestro sea lo que sea que tenemos, siento que aún es prohibido

– ¿sea lo que sea que tenemos? Vamos Granger no somos amantes – soltó – no somos novios, ni siquiera somos amigos... pero demonios no se porque digo esto pero siento que somos uno del otro ____. Lo nuestro no tiene nombre y no sé porque maldita razón una parte de ti se quedó aquí – dijo tocando su pecho – pero algo hare para salgas de ahí

¿Por qué quería sacarme de allí? No dije nada, no le lleve la contraria... solo me quede en silencio, sufriendo en silencio. ¿Por qué todo con el era tan complicado? Que a pesar que yo había logrado entrar en su maldito campo de fuerza él quería sacarme de allí sin remordimiento.

Pero el amor era así, sobretodo el amor que sentia por el. El amor te arrolla, te hace cometer locuras, te hace sentir feliz como ni siquiera podías imaginarte que podías serlo y después te hunde. Pero yo ya sabía eso. Quería gritarle tantas cosas, tenía tanto que decirle, pero de mí solo salía un profundo silencio.

El intento acariciar mi mejilla pero voltee la cara y mire hacia otro lado para que el no notara mis ojos cristalinos, unos minutos después de silencio se levantó y se fue.

Sαy Soмєтhιng ~ Drαco MαlfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora