Capítulo 39 - Golpes y verdades

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– eres un cobarde – me empujo y aquello me enfureció la tome por la muñeca haciéndole daño

– ¡suéltame! Me lastimas Malfoy

– tu eres la cobarde, te escondes y no eres capaz de decirle al imbécil de Diggory que no lo quieres. O eres cobarde o más vil de lo que aparentas– de pronto ella golpeo con todas sus fuerzas mi mejilla con su mano libre dejándome el lugar doliendo, tome su otra mano con fuerza y la apreté – jamás, vuelvas a hacer eso.

– ¿o si no que?

– me vas a conocer realmente

– no te tengo miedo – me enfrento, y volví a recordar lo que era aborrecerla, en este preciso momento la odiaba como antes, bueno quizá era algo distinto porque la odiaba, pero tenía un maldito impulso sin sentido de besarla de nuevo.

– no sabes con quien te estas metiendo Granger

– sí que lo sé, con un cobarde... ¿y sabes cuándo dejaras de serlo? – la mire furico – Dejaras de ser un cobarde cuando aceptes lo que te pasa, cuando aceptes la verdad de ti mismo porque para eso es para lo que hay que tener cojones

– ¿y cuál es?

– que no eres lo que aparentas ser, no eres cruel Draco – su voz de pronto sonó suave, ya no había ni una pisca de amenaza y eso hizo que la soltara, ella se sobo las muñecas ahora rojas por mi agarre – no eres un idiota, yo sé que no.

– no sabes nada de mi

– te equivocas, yo sé lo que veo cuando te miro a los ojos

___ Pov

– te equivocas, yo sé lo que veo cuando te miro a los ojos – luego de decir eso camine para irme de allí y no volver jamás, pero vi algo que me helo el cuerpo de pies a cabeza y me paro el corazón – Cho – dije al verla en las escaleras de la torre ella estaba pálida... nos había visto

– no puedo creerlo, estas engañándolo – ella bajo corriendo y la segui

– no Cho por favor espera – llegue hasta ella y la tome del brazo haciendo se que girara

– ¡no me toques! – dijo molesta y luego su mano voló hacia mi mejilla dándome una fuerte cachetada – tu eres una arpía – negué con la cabeza sintiéndome de verdad así, ella tenía razón, yo me merecía aquel golpe.

– déjame explicarte por favor

– ¿explicarme? A mí no, explicarle a Cedric luego de que le diga todo

– ¡Cho no, espera! – le suplique – deja que yo hablé con él por favor, no le digas nada por favor

– sabes ya entiendo porque con Draco Malfoy, ustedes son dos infelices, eres igual que él. No mereces a Cedric

– tienes toda la razón, pero por favor deja que yo se lo diga –suplique aterrada

– te daré solo un día – dijo firme sin mirarme – si no se lo dices, yo lo hare – luego de eso se fue corriendo y yo cai en las escaleras tapándome el rostro con las manos, no podía estar pasando esto... yo soy una estúpida.

– Granger – escuche detrás de mí – ¿estás bien?

– solo... déjame en paz – dije fría y el pareció entenderlo pues paso por un lado y se fue. Yo llegue a la sala común directo a contarle a Hermione y a Ginny lo que estaba pasando, necesitaba desahogarme con ellas antes de decirle todo a Cedric, sabía que el jamás podría perdonarme y solo faltaban cuatro días para la última prueba del torneo.

Yo había planeado decírselo, pero no ahora, no ahora... me quede sentada allí hasta que anocheció y me decidi a buscar a Cedric, mis manos temblaban y sudaban, el me odiaría... y yo lo merecía, merecía todo por romper su corazón. Pero sin aviso Snape se apareció frente a mi mirándome de mala manera.

– ¿Qué hace a estas horas por los pasillos señorita Granger? – no supe que responder – ahora mismo vayase a su sala común, vamos la acompañare

– pero... no puedo necesito hablar con alguien

– lo hará mañana – dijo firme, mis ojos se aguaron y decidi hacerle caso, era en vano ganar una discusión con el... a primera hora yo hablaría con el, solo esperaba que Cho no se adelantara.

Llegue a la habitación y las chicas ya estaban dormidas, lo agradecí para que no me preguntaran porque no había cenado. La mañana siguiente tampoco las encontré y me pare con un gran dolor de cabeza, entonces recordé lo que había pasado el día anterior y me bañe y vesti rápidamente para bajar a el gran comedor y poder hablar con él.

Me mire al espejo y tenías dos grandes ojeras debajo de mis ojos, seguramente porque no había podido dormir nada. Al llegar abajo sentí como mi mundo poco a poco se desvanecía cuando mire a la mesa de Huffelpuff y los amigos de Cedric me fulminaron con la mirada... Cedric estaba con ellos pero no pude ver su expresión... mi corazón se paro, mire a Cho quien me miraba igual que ellos pero con victoria en sus ojos y luego a la mesa de Slytherin... Draco bajo la mirada al encontrarse con mis ojos. Maldije para mis adentros y fui hacia Cedric.

– ¿podemos hablar Ced? – pregunte nerviosa, al no saber su expresión pues el me estaba dando la espalda

– no quiero hablar contigo ___ Granger – dijo frio y sentí como si me apretujaran el corazón y lo sacaran de mi pecho sin compasión, él lo sabía... esto no podía estar pasando ¿Qué había hecho? Entonces me miro y me di cuenta que yo era la peor persona de este mundo pues sus ojos estaban llenos de lágrimas por mi culpa – lárgate, si tienes un poco de vergüenza

– Ced por favor – suplique con un hilo de voz

– no me vuelvas a llamar así...eres una zorra – me tome el pecho con la mano con dolor, por sus insulto lleno de desprecio ¿yo merecía aquella palabra? No lo sabía pero me había dolido como el demonio. ¿Quise golpearlo? Por supuesto, pero no lo hice.

– vete ya Granger – dijo uno de sus amigos apoyándolo y lo hice, con la mirada de todos en mí.

Sαy Soмєтhιng ~ Drαco MαlfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora