POV Omnisciente
Jaime había acostado a Nicolás, tapándolo y dándole besos por toda su cara.
Colocó una silla al lado de la cama de Nicolás y lo miró, cada facción de su rostro, que ahora estaba más pálido.
Estuvo tres horas así, hasta que perdió las esperanza.
-Lo lamento tanto Nico, es mi culpa que estés muerto.-Dijo Jaime, con unas lagrimas en su cara, tomando la mano de Nicolás levemente.-Te quiero Nico, tanto.
-Yo también te quiero, pero por qué estás así?.-Preguntó Nicolás, mirando raro a Jaime, para después mirar al cuerpo de David en el piso. Segundos después recordó todo lo que pasó.-Él me mató, por qué estoy vivo?.
Jaime miró con felicidad a Nicolás y lo abrazó.
-Estas vivo amor.-Dijo Jaime, con unas lagrimas todavía.-Nunca más te dejaré solo.
-Yo también estoy feliz de volver a estar contigo.-Dijo Nicolás, abrazándolo fuertemente.-Pero sigo sin entender porque estoy vivo.
Jaime volvió a razonar y se dio cuenta.
-Mierda.-Susurró Jaime.
-Qué pasa?.-Preguntó Nicolás, confundido.
Jaime se separó de Nicolás y se paró.
-Espérame acá, si? Quiero ver algo.-Dijo Jaime, saliendo de la habitación.
Jaime se fue algo lejos de la habitación y susurró.
-Te quiero Nico.-Susurró Jaime lo más bajo posible.
-Para eso saliste? Para decirme que me querías?!.-Preguntó Nicolás desde la habitación.
Nicolás era vampiro.
Jaime usó su velocidad para entrar a la habitación de Nicolás.
-Me vas a decir que pasa?.-Preguntó Nicolás.
-Nico, recuerdas que habíamos hablado sobre lo de ser vampiro?.-Preguntó Jaime, intentando ver como decirle a Nicolás.
-Sí, sigo diciendo que voy a envejecer y...
-Ya no importa Nico, ya lo eres.-Dijo Jaime, interrumpiendo a Nicolás.
-Ya soy un qué?.-Preguntó Nicolás, aún más confundido que antes.
-Un vampiro Nico.-Dijo Jaime, con una pausa para explicarle.-Recuerdas que te di de mi sangre? Bueno, al parecer todavía tenías un poco y eso te salvo de morir, y como te explique, para convertirte en vampiro hay que...
-No me wei.-Dijo Nicolás.-Soy inmortal!
-Sí, pero...
-No envejeceré, tengo que decirle al Edgar de esto...
-Nico!.-Dijo Jaime, callándolo.-Primero, el Edgar es vampiro también, y segundo, tienes que tomar algo de sangre humana para transformarte completamente, o si no, mueres, y nadie te podrá salvar ahora, ni siquiera mi sangre.
-Tengo que beber de una persona? Cómo...
-Si quieres puedo robar algunas bolsas de sangre de un hospital, para que no tengas que beber de una persona.-Dijo Jaime, intentando encontrar una solución.
Nicolás se quedó pensando un poco esto, hasta que habló.
-T-tú puedes traerme a una persona? Creo que tendré que acostumbrarme a eso.-Dijo Nicolás, mirando los ojos de Jaime.
-Lamento todo esto Nico, es mi culpa que seas como yo...
Nicolás se levantó rápidamente, y beso a Jaime lentamente.
-No te culpes Jaime, y esto no será lo peor del mundo si estoy contigo por siempre.-Dijo Nicolás, con una sonrisa.
-Y para siempre?.-Preguntó Jaime, mirando a Nicolás con una leve sonrisa.
-Por siempre y para siempre.-Respondió Nicolás, para besar otra vez a Jaime.
Minutos después Jaime se separó.
-Iré a buscar a la presa, o si no me olvidaré y no me atrevería a perderte otra vez Nico.-Dijo Jaime, con una pausa.-Vuelvo en diez segundos.
Jaime desapareció de inmediato, dejando a Nicolás con una sonrisa.
Ocho segundos después Jaime volvió con un hombre completamente desconocido.
-Eso fueron nueve segundos.-Dijo Nicolás con una sonrisa.
-Ya te extrañaba.-Dijo Jaime, mirando a Nicolás para después soltar al desconocido que estaba en efecto de compulsión.
-Por qué no dice nada?.-Preguntó Nicolás.
-Se llama compulsión, lo puedes usar con los humanos, puedes mandarlos hacer lo que tu quieras.-Dijo Jaime enseñándole a Nicolás.-Yo como soy un híbrido, y uno de los vampiros originales, puedo usarlo en hombre lobos, vampiros y humanos.
-O sea que lo puedes usar en mí, aún siendo vampiro?.-Preguntó Nicolás, con una sonrisa.-Estoy pololeando con el único híbrido y vampiro original.
-Perdón? Cuando te pedí pololeo?.-Preguntó Jaime, con una sonrisa divertida.
-Acaso no quieres pololear conmigo? Bueno, me conseguiré a alguien más, ahora tengo la eternidad para buscar a otro vampiro original.-Dijo Nicolás, haciéndose el interesado. Después de eso Nicolás atacó el cuello del hombre, succionándole la mayoría de la sangre. Nicolás hizo que el hombre lo mirará, para después besar al extraño y morderle el labio, sacándole un poco más de sangre.
Nicolás escuchó un gruñido y se separó del beso con el extraño.
-Vas a ir donde quieras que vives y dirás que tuviste un accidente.-Dijo Nicolás, usando por primera vez la compulsión.
El desconocido se fue de inmediato, sin ninguna palabra, cerrando la puerta del dormitorio de Nicolás.
Nicolás escuchó otro gruñido, y miró a Jaime. Este tenía los ojos completamente rojos, y sus colmillos ya habían salido.
-Por qué hiciste eso?.-Preguntó Jaime en un gruñido.
-Por qué no hacerlo? No tengo ni andante ni pololo.-Dijo Nicolás, con una sonrisa inocente.
-Eres mío y de nadie más.-Dijo Jaime, abalanzándose hacia Nicolás, besándolo con pasión.
Nicolás podía sentir en ese beso celos y posesión. Nicolás sintió como Jaime se separó y atacó su cuello, mordiéndolo. Esa era una manera de marcar, la otra era haciendo el amor, pero Jaime sabía que Nicolás no estaba listo todavía.
Nicolás gimió al sentir los colmillos de Jaime en su cuello, así que hizo lo mismo, y mordió a Jaime.
Por primera vez, Jaime compartía sangre con alguien.
Minutos después se separaron.
-Por qué hiciste eso?.-Preguntó Nicolás, sonriendo a Jaime traviesamente.
-Te dije que eres mío, y ahora realmente te marqué como mío.-Dijo Jaime, sonriendo levemente. Todavía tenía los ojos de alfa.
-Y yo te marque como mío?.-Preguntó Nicolás.
-Eso lo hacen los lobos amor, además a mí nadie me puede marcar, soy un alfa.-Dijo Jaime, con una sonrisa socarrona.
-Presumido.-Dijo Nicolás, para después besar a Jaime otra vez.-Pero igual eres mío.
