POV Omnisciente
Carlos había dejado a Nicolás en su cama. El moreno despertó horas después, algo confundido por lo que había pasado. Sintió un par de ojos mirarlo.
-Ya me estaba preocupando mucho Nico.-Dijo Carlos, acercándose a él.-Recuerdas lo qué paso?.
Nicolás, intento recordar algo todo este tiempo. Hasta que recordó pelear con Jaime, y él se había ido. Después de eso, alguien le rompió el cuello. De inmediato supo que fue Jaime el que hizo esto.
-N-no, no recuerdo nada.-Dijo Nicolás, mintiendo bastante bien.
-Yo vi a un tipo desconocido hacerte algo en el cuello, después de eso, te desmayaste. El extraño desapareció y te dejo ahí.-Dijo Carlos, tomando la mano de Nicolás, acariciando levemente la mano del moreno.
-Lo reconocerías?.-Preguntó Nicolás.
-Creo que sí...
Nicolás tomó la cabeza de Carlos, haciendo que este lo miré.
-No vas a recordar al tipo que hizo que me desmayará, ni siquiera un poco.-Dijo Nicolás, usando la compulsión.
Después de eso, Nicolás lo soltó y se dispuso a preguntarle de nuevo.
-Reconocerías a quién me hizo esto?.-Preguntó Nicolás, otra vez.
-Creo que no, paso todo muy rápido.-Respondió Carlos, mirando a Nicolás a los ojos.
Nicolás asintió, como si estuviera decepcionado de que él no supiera. El moreno se levantó, se iba a ir.
-Me tengo que ir.-Avisó Nicolás.
Nicolás comenzó a caminar cuando Carlos lo detuvo.
-Sabes? Deberías quedarte, ya es de noche.-Dijo su profesor, mirándolo a los ojos.-Podría ser peligroso.
Nicolás en ese momento no sabía que hacer muy bien. Podía irse, y ir a discutir más con Jaime. Ya había tenido suficiente de Jaime ese día.
Nicolás miró a Carlos unos segundos y le respondió.
-Esta bien, me quedaré.-Dijo Nicolás, con una leve sonrisa.
La sonrisa del profesor se hizo notar en la habitación.
-Quieres comer algo? Estaba apunto de tomar once.-Dijo Carlos, saliendo de la habitación, haciendo que Nicolás lo siguiera.
-Creo que no comeré nada, solo quiero un café.-Repuso Nicolás con una sonrisa.
-Esta bien, tú siéntate en la mesa y yo prepararé todas las cosas.-Dijo Carlos. Viendo que Nicolás iba a quejarse de que él igual podía ayudar, habló de nuevo.-No! Eres el invitado, no deberías hacer nada de esto, nunca dejaría que hagas algo que yo pueda hacer.
Nicolás, como dijo Carlos entonces, se sentó y tomó su celular. Tenía un mensaje de Jaime.
"Lo siento" leyó Nicolás.
Se dispuso de inmediato a contestarle.
"Muy tarde para pedir disculpas" respondió Nicolás.
Claro que estaba enojado, si él hubiera seguido siendo humano y Jaime hubiera hecho eso, simplemente lo hubiera matado.
Pero claro, como ahora es vampiro, Jaime se toma menos precauciones que antes, como si no lo hiriera psicológicamente.
Carlos empezó a colocar todas las cosas en la mesa para tomar once. Le sirvió el café a Nicolás, y después de eso se sentó al lado de Nicolás. Viendo que el moreno estaba algo distraído, a tal manera que ni siquiera se dio cuenta que Carlos estaba al lado a suyo, ni siquiera se había dado cuenta que su café estaba al frente suyo, Carlos le habló.
-Pasó algo Nico?.-Preguntó Carlos, algo preocupado.
Nicolás por fin salió como de su trance, y lo miró.
-No, no es nada.-Dijo Nicolás, con una sonrisa leve.
-Seguro?.-Preguntó Carlos.-Sabes que puedes confiar en mí.
Y con eso Carlos le tomó la mano a Nicolás, haciendo que este último tuviera más seguridad hacía Carlos.
-Una pelea con mi andante.-Dijo Nicolás simplemente.
-Andante? Esas cosas a mí me parecen estúpidas.-Dijo Carlos con una pausa.-Sin ofender, pero, o son pololos o simplemente no lo son. Es fácil.
-Sí, a mi igual me parece estúpido, pero mi andante no quiere ser más que andantes por ahora.-Dijo Nicolás, bajando la mirada.
Y era cierto, una de las peleas que tuvieron unos días antes era por eso, Jaime no quería ir más allá que eso.
-Tal vez no sea él indicado Nico, es una decisión de los dos, si él no quiere ser algo más oficial y tú si, simplemente no van a funcionar bien.-Dijo Carlos honestamente.
Nicolás lo pensó unos minutos en silencio.
-No lo sé, terminar algo que ni siquiera ha empezado es una decisión muy apresurada.-Dijo Nicolás, confundido.-Supongo.
Carlos lo miró unos segundos y asintió.
-Esta bien, son tus decisiones, pero no quiero que te hagan daño Nico.-Dijo Carlos sinceramente.
-Gracias.-Dijo Nicolás con una sonrisa. Primera persona en mucho tiempo que lo apoya en sus decisiones. Edgar le decía al igual que Jaime que se alejara de algunas personas, sin importar lo que pensaba él. Es lindo cuando conoces a una persona que por fin respeta tu opinión.
Hasta que a Nicolás le entró una duda.
-Cómo sabías que es un hombre mi andante?.-Preguntó Nicolás confundido.
-Los había visto antes, besándose en uno de los pasillos de la Universidad.-Admitió Carlos, riéndose un poco porque Nicolás se había sonrojado por la vergüenza.
-Dios, lo lamento.-Dijo Nicolás, rojito.
-No importa Nico, hay que ser de mente abierta siempre. Son solo unos "andantes" besándose, no es un crimen.-Dijo Carlos, con una sonrisa.
Después de unos treinta minutos, tomando once, hablando cualquier tema random y sonreírse. Era hora de dormir.
-No quiero aprovecharme Carlos pero, donde voy a dormir?.-Preguntó Nicolás, riéndose nerviosamente.
-En mi habitación, yo dormiré en el living.-Dijo Carlos, con una sonrisa.-Sin ningún pero.
-Pero...
-Qué dije recién?.-Preguntó Carlos.
-No es eso, podríamos dormir juntos, si quieres, porque...
-Esta bien Nico, tranquilo.-Dijo Carlos riéndose por la actitud nerviosa de Nicolás.
Se dirigieron a la habitación, cuando Carlos habló de nuevo.
-Te prestaré unos boxers y una polera mía, creo que te quedaran bien.-Dijo Carlos, yendo a su closet y sacando lo recién ya dicho.
Se las pasó a Nicolás, y le dijo que se podía cambiar en el baño.
Nicolás entró de inmediato al baño y se cambio. La polera le quedaba casi como vestido. Bueno, menos mal el boxer le quedaba bien, se hubiera avergonzado un montón si se le hubiera caído.
Minutos después salió del baño y Carlos ya se había cambiado de ropa.
En silencio, se acostaron en la cama.
Nicolás tenía un poco de frío. Era bastante friolento este, y más cuando Jaime no estaba a su lado.
-Tienes frío?.-Preguntó Carlos. Sin esperar respuesta, se acercó a Nicolás y lo abrazó.-Mejor?.
-Mucho mejor.-Dijo Nicolás, acercándose más a Carlos y sintiendo su calor corporal.
Lo que no sabía Nicolás, es que los hombre lobo pueden notar cuando tu olor ha cambiado. Por ejemplo, si te acuestas a dormir con alguien, vas a tener el olor de la otra persona.
