03.

3.8K 309 74
                                    

POV Omnisciente

Jaime seguía tomando la cintura de Nicolás, estaban caminando en silencio, pero no era incómodo, era uno algo más agradable.

-Nicolás.-Dijo Jaime, llamando la atención del moreno.

-Sí? Y dime Nico no más.-Dijo Nicolás riéndose nerviosamente.

-Bien, Nico, te quiero hacer una pregunta.-Dijo Jaime, en una pausa, mirando los ojos de Nicolás.-Eres homosexual cierto?.

Nicolás lo miró como decepcionado.

-Eres homofóbico? Sabía que no podías ser mi...

-No, claro que no. Es solo una pregunta, es para conocerte mejor.-Dijo Jaime, interrumpiéndolo, por alguna razón, le importaba Nicolás.

Jaime en sus 1018 años, no ha sido un híbrido bueno, de hecho, era bastante opuesto a lo que ahora se mostraba. Edgar tenía razón con lo de que podía matar a cualquier vampiro, hombre lobo y humano. Jaime, alguna vez, tuvo amigos, pero esos amigos solo eran para asesinar.

Hay vampiros "buenos", como Edgar, que intenta no matar a la persona cuando tiene que tomar algo de sangre. Y después están los vampiros y híbrido, que solamente no se detienen, ya que no les importa si la persona tenía familiares o amigos.

Jaime era malo, pero era bastante diferente en este rato que ha estado con Nicolás, se notaba.

Apagar la humanidad, saben que es eso? Les explicaré de todas formas. Apagar la humanidad es cuando ya no quieres preocuparte por nadie, no quieres tener ningún sentimiento por nadie, ni siquiera por tu familia o amigos. Haciendo esto, ya no puedes sentir dolor, ni rabia, ni tristeza, a veces, ni siquiera amor. Les cuento esto para que sepan, Jaime nunca ha apagado su humanidad, muchos de los vampiros creen que el híbrido había nacido sin sentimientos. Pero es totalmente una mentira.

Jaime sentía, rabia la mayoría de las veces, pero sentía. Pero ahora estaba sintiendo algo por Nicolás, que no podía controlar, y eso hasta le preocupaba un poco.

-Jaime.-Dijo Nicolás, llamando ahora la atención de Jaime.- Ya contesté tu pregunta.

Jaime lo miró interesado.

-Y cuál era la respuesta?.-Preguntó Jaime, levantando el ceño.

-Mala cuea, yo ya dije mi respuesta.-Dijo Nicolás, con una pausa.-Si quieres conocer algo de mí, deberías saber esto, no me gusta repetir las cosas que digo, deberías prestar más atención.

Jaime, lo miró algo sorprendido en realidad.

-Tomaré eso como un sí.-Dijo de pronto Jaime, con una sonrisa socarrona.

Nicolás lo miró divertido.

-Y tú? Qué eres?.-Preguntó Nicolás con una sonrisa.

-Un híbrido.-Dijo Jaime serio.

Nicolás se rió de inmediato.

-Yapo, te digo por tu sexualidad, y tu broma, no te salió mucho.-Dijo Nicolás, riéndose ahora levemente.

"Bueno, al menos le dije que era, él fue el que no me creyó" pensó Jaime.

-Hay que tener la mente abierta.-Fue lo único que respondió Jaime, mirando de reojo a Nicolás.

-Así que bisexual?.-Preguntó Nicolás.

-Supongo que sí.-Respondió Jaime, algo indiferente. Nunca le había importado su sexualidad.

Siguieron caminando, hasta que Jaime con sus oídos bastantes mejorados, escucho que un vampiro los seguía.

-Nico.-Dijo Jaime, llamando la atención de Nicolás otra vez.

-Qué...

Jaime tomó el rostro de Nicolás haciendo que lo mirará.

-Vas a ir a buscar algo de comer, y me esperaras, no te detengas.-Dijo Jaime usando la compulsión.-Rápido.

Nicolás, como Jaime dijo, se fue corriendo a comprar algo para comer.

Jaime lo miró unos segundos, viendo que estuviera bien. Escuchó que el vampiro que estaba detrás de Nicolás y de él, lo iba a atacar. Jaime se dio la vuelta rápidamente, y tomó el cuello del vampiro y lo tiró al piso.

Edgar cayó fuertemente.

-Qué pasa pequeño vampiro? Acaso no sabes hacer caso a mis ordenes?.-Preguntó Jaime, mirando a Edgar tirado en el piso.

-No le harás nada a mi amigo.-Dijo Edgar, levantándose a atacar a Jaime de nuevo, pero Jaime fue más rápido y lo acorralo contra la pared.

-A Nicolás? Claro que no le haré nada, pero tendré que volverlo a pensar si nos vuelves a seguir.-Dijo Jaime en un gruñido.

Jaime iba a volver a hablar, pero otra voz se escucho.

-Vamos Jaime, tienes que hacer esto? El weon esta rico.-Dijo Manuel a su lado.-Si hace algo, yo me encargó de él, pero suéltalo.

Jaime miró a su único amigo fiel que tenía, unos segundos, y soltó a Edgar de inmediato.

-Bien, tu te haces cargo, pero si me vuelve a seguir o a querer matar, lo mato a él y a ti.-Dijo Jaime, yéndose de ahí.

Manuel ayudó a Edgar a pararse.

-Quién eres?.-Preguntó Edgar, confundido, mirando a Manuel atentamente.

-Soy Manuel, pero tu me puedes decir el amor de mi vida.-Dijo Manuel, para después reírse.- No tengas miedo de Jaime, solo no te metas entre él y tu amigo, creo que él sabe lo que hace.

Jaime encontró a Nicolás, sentado en el pasto, comiendo una hamburguesa.

Se acercó a él, y lo abrazó, sintiendo otra vez el olor de Nicolás. Lo apretó un poco más hacia a él ya que quería sentirlo más cerca.

-No creí que me extrañarías tanto.-Dijo Nicolás, algo nervioso, riéndose.

-Lo hago.-Dijo Jaime, respirando cerca del cuello de Nicolás.

-Me haces cosquillas.-Dijo Nicolás, algo sonrojado.

Nicolás se separó rápidamente de él.

-Toma, te compre una hamburguesa también, creí que tendrías hambre.-Dijo Nicolás, ahora algo lejos de Jaime, tendiéndole la comida. Bueno, para Jaime era lejos, estaban unos centímetros no más lejos.

-Gracias.-Dijo Jaime, tomando la hamburguesa y empezando a comérsela.

Qué creían? Qué iba a ser como Edward Cullen? Los vampiros, híbridos y hombres lobos pueden sentir la comida del mismo sabor que los humanos.

-Cuéntame algo de ti Nico, tus sueños, tus esperanzas, todo lo que quieres en tu vida.-Dijo Jaime, mirándolo a los ojos.

-Es una broma?.-Preguntó Nicolás riéndose.

-No me estoy riendo.-Dijo Jaime, todavía mirándolo fijamente, algo serio.

Nicolás lo miró a los ojos, y supo que de verdad no estaba bromeando.

-Yo no he pensado en eso.-Dijo Nicolás, sinceramente.-Me gustaría viajar.

-Dime donde y te llevaré.-Dijo Jaime, acercándose más a Nicolás.-Italia? Londres? Roma?.

-Eso si debe ser una broma?.-Preguntó Nicolás, incrédulo.

Jaime negó con la cabeza.

Y Nicolás ahí supo, que Jaime no bromeaba muchas veces, al menos de cosas así no.

Y menos cuando se trataba algo de él.

Hybrid. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora