POV Omnisciente
Han pasado unos días ya, y ahora Nicolás y Jaime estaban como "andando". Es bastante estúpido ya que actúan como una pareja de novios, hasta de casados, pero claramente solo están "andando".
Nicolás ahora estaba en su clase, de tarde, solo tenía dos clases ese día. El moreno no prestaba nada de atención a la clase en realidad. No importaba ahora, ya que si reprobaba, fácilmente podía usar la compulsión. Bueno, además que a Nicolás le era fácil recordar las materias y contenidos que estaban viendo.
De repente su celular vibró, haciendo que Nicolás lo tomara y leyera sus notificaciones. Había un mensaje de Jaime. Nicolás sin leerlo todavía, sonrió.
"Deberías prestar atención a tus clases" leyó Nicolás en la pantalla de su celular.
Nicolás de inmediato se dispuso a contestarle.
"No puedo, y cómo sabes que no estoy prestando atención?" Escribió Nicolás, para después enviárselo a Jaime.
Pasaron uno segundos cuando le contestó.
"Te estoy observando" pudo leer Nicolás.
"Sigo diciendo que eso es aterrador. Debería prestar atención al profesor, no será tan difícil ya que es re bueno este profe" envió Nicolás. Segundos después volvió a leer el mensaje que había enviado y sabía que la había cagado. Se había dejado llevar con las palabras.
Cuando Edgar le mandaba mensajes, Nicolás siempre respondía lo mismo. Que el profe esta re bueno, o sexy, o irresistible. Pero Jaime era su andante, y su híbrido malo que al parecer todos le tienen miedo.
Nicolás esperó la respuesta de Jaime varios minutos, pero no recibió nada. Nicolás no se quiso preocupar, solo era un comentario que él hizo sin pensarlo mucho. Cuando terminó la clase, el profesor, que se llamaba Carlos se acercó a él.
-Hoy estuvo algo desconcentrado Gaulle.-Dijo Carlos, haciendo notar que se había dado cuenta.-No le dije nada solo porque usted es uno de los mejores alumnos en esta clase.
-Lo siento, no volverá a pasar.-Dijo Nicolás, sonrojándose un poco por la vergüenza del que el profesor se haya dado cuenta.
-Lo sé Gaulle.-Dijo el profesor, mirando a Nicolás unos segundos.
-Profe, dígame Nico no más.-Dijo Nicolás, mirando a Carlos.
-Le diré así si usted me dice Carlos.-Dijo el profesor con una sonrisa.
-Es un trato, Carlos.-Dijo Nicolás, estirando su mano para cerrar el trato. Carlos de inmediato la tomó y la agitó. Segundos después se separaron.
Nicolás tomó sus cosas, y se iba a ir cuando Carlos lo detuvo.
-Toma, deberíamos juntarnos algún día tal vez, como amigos.-Dijo Carlos, entregándole a Nicolás el papel. Nicolás lo tomó y lo guardó.
-Yo le enviaré un mensaje para que sepa mi número.-Dijo Nicolás con una pausa.-Adiós Carlos.
Carlos le dio un beso en la mejilla a Nicolás lentamente, segundos después se separó.
-Adiós Nico.-Dijo Carlos con una sonrisa, mirando lo rojo que Nicolás estaba.
Nicolás se fue rápido de ahí, para evitar que su profesor lo siga viendo sonrojado.
Cuando iba caminando por uno de los pasillos de la universidad, sacó su celular y el papel. De inmediato empezó a digitar el número, para después solo agregarlo como Carlos.
Luego de eso, le mandó un mensaje para que supiera que guardo su número. Unos pocos segundos después su celular sonó.
"Qué rápido" pensó Nicolás, mirando el mensaje.
"No me gustó lo que vi, leí y oí" le mando un mensaje Jaime.
"A qué te refieres?" Preguntó Nicolás, enviándole un mensaje a Jaime.
De repente alguien lo acorraló contra la pared.
-No me gusto como te trató ese profesor tuyo.-Dijo Jaime con la voz ronca.-Y tampoco me gusto como tu dices que lo encuentras bueno, hermoso, y todo eso.
-Cómo lo sabes?...
-Usé la compulsión con tu pequeño amigo vampiro, y me lo contó.-Dijo Jaime, interrumpiéndolo, sabiendo exactamente lo que Nicolás iba a preguntar.
Eso molestó un poco a Nicolás.
-Bien que me podrías haber preguntado a mí. No tienes que usar a mi mejor amigo en esto.-Dijo Nicolás molesto.
-Acaso me hubieras dicho la verdad?.-Preguntó Jaime desafiante.
-Sí.-Preguntó Nicolás, sin ni siquiera pensarlo.-Además Carlos es solo mi amigo.
-Carlos?.-Preguntó Jaime.
-Mi profesor.-Dijo Nicolás como si fuera obvio.
-Bueno, aléjate de ese amigo/profesor, no me agrada.-Dijo Jaime demandante y serio.
Nicolás lo empujó lejos suyo.
-No eres quien para decirme quienes pueden ser mis amigos o no Jaime.-Dijo Nicolás enojado ya.-No me puedes decir que hacer o que no.
-Soy el híbrido y unos de los vampiros originales, claro que puedo decirte que hacer o que no hacer.-Dijo Jaime, ahora también molesto.
-Bueno, híbrido original, muy poco me importa eso. Él será mi amigo y punto.-Dijo Nicolas, dando por terminada esta conversación.
Nicolás empezó a caminar lejos de él, cuando Jaime lo tomó del brazo bruscamente, si hubiera sido humano en ese momento, le hubiera dolido bastante.
-No me des la espalda, no hemos acabado esta conversación.-Dijo Jaime, con sus ojos de híbrido, resplandecientes.
-Para mí si se acabo.-Dijo Nicolás, con el ceño fruncido.
-Yo no he dicho que se acabo esta discusión.-Dijo Jaime, enojado.
-Bueno, debes entender que no todo puede ser como tu quieres.-Dijo Nicolás, comenzando a caminar lejos de él otra vez.
Jaime, por el enojo, se acercó rápidamente al moreno y le rompió el cuello. Nicolás de inmediato se desplomo en el piso.
Jaime escuchó que alguien corría hacia ellos, así que desapareció de inmediato.
-Nico.-Dijo Carlos, corriendo hacía el cuerpo de Nicolás. Se dio por fin cuenta de que se había desmayado.-Mierda.
De inmediato y sin pensarlo mucho, Carlos cargó a Nicolás, estilo princesa, hacía afuera de la universidad. Cuando estuvo afuera de la u, subió al moreno a su auto, y lo llevó a su casa.
-Puta mierda.-Gruño Jaime, con los ojos rojos ahora.
Sabía que eso le había quitado bastantes puntos con Nicolás, romperle el cuello no fue algo muy cariñoso. Y ahora es peor, ya que ayudó a ese profesor a acercarse aún más a Nicolás. Y el moreno no reaccionaba mal al estar cerca de ese profesor. Jaime se dio cuenta, Nicolás se sonrojaba cuando estaba con Carlos, y cualquier cosa, como darle un beso en la mejilla, lo colocaba más nervioso.
No le gustaba, para nada eso. Pero no sabía que hacer ahora, hizo algo estúpido, y Nicolás ahora estaría enojado con él. Y quién sería el que lo consolé? Claro, ese profesor.
