POV Omnisciente
Edgar y Manuel seguían haciéndose cariño y besándose en la habitación de la casa del híbrido hasta que escucharon que alguien tocó la puerta.
-Oigan tortolitos, recuerdan que esta no es su casa?.-Preguntó Jaime del otro lado de la puerta.-Además necesito que vengan los dos, tenemos una invitada desagradable.
Manuel sonrió maliciosamente, sabía que cuando Jaime decía "invitado/a desagradable" significaba tortura.
-Por qué sonríes?.-Preguntó Edgar, algo confundido al ver la reacción de Manuel.
-Cada vez que Jaime dice visita desagradable es que tenemos que torturar a alguien.-Dijo Manuel, explicándole a Edgar.
-Que agradable es ser de su manada.-Dijo Edgar, riéndose un poco.-Bien, vamos, pero primero dame un beso más.
Manuel, con una sonrisa traviesa, le dio un beso en la mejilla y casi salió corriendo pero no llegó muy lejos, más específicamente, hasta la puerta.
-Quiero mi beso bien dado.-Dijo Edgar, cerca de la cara de Manuel.-Ahora.
Manuel le dio un beso pequeño en los labios y salió corriendo de ahí. Parecía entusiasmado de ver a la visita desagradable. Edgar se puso su ropa rápidamente y salió de la habitación segundos después.
-Y esta maraca culia qué hace acá?.-Preguntó Manuel, con un tono de desagrado a ver a Sophia.
-No lo sé, pero claramente nos ha estado vigilando hace tiempo.-Dijo Jaime, mirando a la vampira.
-No la habíamos matado?.-Preguntó Manuel otra vez.
-Mandamos a alguien a que lo hiciera, parece que no cumplió muy bien.-Dijo Jaime, mirando unos segundos a Manuel, a Nicolás y a Edgar que recién se incluyó en la conversación.
-La podemos matar bien ahora?.-Preguntó Manuel, de verdad quería a Sophia muerta.
Esta vez Nicolás habló.
-Cuando despierte, quiero saber por que a buscado al Jaime.-Dijo Nicolás con la mirada fija en la vampira.-Después la torturamos hasta que nos cansemos y la matamos.
Manuel lo miró sorprendido.
-Vaya, no conocía esa parte de ti Nicolás.-Dijo Manuel, con una mueca de agrado.
-No conoces muchas partes de mí.-Dijo Nicolás, guiñándole un ojo.
Manuel entendió de inmediato el juego de Nicolás. Colocar celosos a los activos.
-Pero podría conocerlas después.-Dijo Manuel, con una voz algo traviesa, colocándose al lado de Nicolás.
Sentían las miradas por parte del pequeño vampiro y del híbrido.
Para rematar, Manuel colocó una mano en la cintura de Nicolás.
-Permiso.-Dijo Jaime, sacando la mano de Manuel de la cintura de Nicolás y colocándose al medio de estos dos.
Al parecer Nicolás y Manuel iban a ser grandes amigos y cómplices.
-Y tú debes estar a mí lado.-Dijo Edgar, colocando a Manuel al lado suyo.
Nicolás y Manuel se miraron divertidos, no eran tan pesados como creían.
-Y cuando despertará?:-Preguntó Edgar, cambiando de tema y notando las miradas de Nicolás y Manuel.-Primero, quién le rompió el cuello?.
-Yo.-Respondió Nicolás, con una sonrisa.
-Donde has estado toda mi vida?.-Preguntó Manuel, con una leve sonrisa.