POV Omnisciente
Habían pasado unos días después de la ruptura entre Jaime y Nicolás. El moreno no había vuelto a su habitación. Y si es lo que piensan, les respondo que si de inmediato. Nicolás se había quedado estos días en la casa de su profesor.
Carlos, estos días, obligó a Nicolás a ir a sus clases en la universidad. Se preocupaba por él, quería que este no pensará en Jaime. Pero Nicolás no podía evitarlo.
Jaime en ningún minuto lo fue a buscar, ni lo llamó, ni siquiera un mensaje. Le dolía, creyó en verdad que le importaba a Jaime, aunque sea un poco.
Ya había terminado la clase de Carlos, y Nicolás se quedo al último, ni siquiera había notado que la clase se había terminado.
Carlos lo miró y suspiró pesadamente, y por último, se acercó a Nicolás, y se arrodilló para quedar a su altura.
-Nico, la clase ya terminó cariño.-Dijo Carlos, con una sonrisa amable.
Nicolás salió de su mundo, y miró a Carlos.
-Lo hice de nuevo cierto?.-Preguntó Nicolás a Carlos.
El profesor asintió en modo de respuesta.
-Dios, lo siento, me gustaría concentrarme en tu clase, o en todas las clases, pero no puedo Carlos.-Dijo Nicolás, parándose y tomando sus cosas.
Carlos de inmediato se paró.
-Sabes? Ya se que te podría ir bien.-Dijo Carlos con una pausa, ganando la atención de Nicolás.-Salgamos, tú y yo hoy, conozco un bar muy bueno que se que te gustará.
-Acaso me quieres emborrachar?.-Preguntó Nicolás riéndose.
-Bueno, si eso te pone al menos un poco feliz, entonces sí.-Respondió Carlos, con una sonrisa leve.-Vamos.
Con eso último, tomo la mano de Nicolás y salieron de ahí.
Había rumores de que Nicolás y este profesor estaban saliendo. Nicolás y Carlos nunca negaron ni confirmaron nada, pero esos rumores seguían ahí.
Y estos rumores no pasaron inadvertidos hacia Jaime. Cuando los escuchó por primera vez, casi rompió toda su habitación. Pero era casi la muerte para él, ver a Nicolás riéndose con Carlos, tomándose de la mano, aunque sea amistosamente.
-Quieres pasar a buscar tu ropa o estas bien con mi ropa?.-Preguntó Carlos con una sonrisa.
Nicolás no quería ir a su habitación, ni siquiera un segundo.
-Estoy bien con tu ropa, además es cómoda.-Dijo Nicolás sinceramente.-Algo grande eso sí, por tu cuerpo de Dios pero...
-Crees que tengo un cuerpo de Dios?.-Interrumpió Carlos con una sonrisa divertida, al ver que Nicolás se colocaba rojo.-Te ves adorable cuando te sonrojas Nico.
-Gracias.-Pudo murmurar Nicolás por la vergüenza. Algunas veces no podía parar de hablar.
De repente chocaron con alguien. Era Edgar.
-Nico, podemos hablar un minuto?.-Preguntó Edgar, como un poco agitado.
Nicolás miró a Carlos.
-Anda, yo te esperó en el auto.-Dijo Carlos soltando la mano de Nicolás. El moreno sintió que le faltó algo cuando lo soltó, pero creyó que era cosa suya no más, que se lo estaba imaginando.-No te demores, o si no yo te vendré a buscar.
Carlos le guiño el ojo a Nicolás y se fue. Nicolás lo vio irse, bastante sonrojado por lo que hacia y decía Carlos, hasta que Edgar llamó la atención de este.
-Nico, cuando vas a volver con el Jaime?.-Preguntó Edgar de repente.
Nicolás lo miró confundido.
-Por qué me preguntas eso? A ti te cae mal el Jaime.-Dijo Nicolás, algo sospechoso mirando a Edgar.
-Cuando? Si a mí me cae bien. Se veían lindos juntos.-Dijo Edgar, como robóticamente.
Y le tomó unos segundos saber lo que pasaba.
-Él uso la compulsión en ti.-Dijo Nicolás, molesto.-Bien, puedes decirle que no volveré con él, y que se puede ir bien a la mierda ese weon.
Y dicho esto, Nicolás se alejó de Edgar, y uso de su velocidad vampira para ir al estacionamiento. Cuando se fue acercando al auto de Carlos, vio que alguien estaba bebiendo la sangre de Carlos. Nicolás se acercó cuidadosamente y le rompió el cuello al vampiro. Era Manuel.
-También te mando a ti.-Susurró Nicolás para si mismo.
Asujeto la cabeza de Carlos, quien estaba si o si inconsciente. Nicolás mordió su brazo, y de este empezó a salir sangre. De inmediato le coloco su brazo en la boca a su profesor, y este por inercia lo mordió y empezó a beber de este.
Nicolás tenía claro que compartir sangre era muy afectivo, y bueno, Nicolás si sentía algo por Carlos, tal vez era amistad, o tal vez algo más, nadie sabía, ni siquiera él.
Minutos después, Nicolás supo que era suficiente y separó a Carlos de su brazo. Lo cargó y fueron a la habitación de Nicolás rápidamente. Cuando por fin estuvieron ahí, Nicolás dejó a Carlos en su cama, mientras este cerraba la puerta de su habitación.
-Híbrido estúpido.-Susurró Nicolás para sí mismo. Ese era el plan de Jaime? Matar a su profesor y mágicamente tenerlo a él de regreso? Las cosas no son así. Nicolás no dejaría solo a Carlos ahora, sabiendo el peligro en que estaba este.
Pasó horas ahí Nicolás, mirando a Carlos, esperando que despertará.
De repente vio que su profesor se empezó a mover.
-Nico?.-Preguntó Carlos, abriendo sus ojos.-Acaso ya me morí? O siempre te ves así de angelical?
Nicolás se sonrojó y sonrió nerviosamente.
-No estas muerto Carlos.-Dijo Nicolás por fin hablando.-No dejaría que murieras.
-Es bueno saber eso, supongo, algo sádico tal vez.-Dijo Carlos riéndose.-Qué me pasó?.
-Alguien te atacó, justo llegué para ver salvarte supongo.-Respondió Nicolás. Parte de eso era verdad.
-Me alegro que hayas llegado a tiempo.-Dijo Carlos con una pausa.-Quiero seguir viendo a mi alumno hermoso, con cara algo angelical.
-Hasta moribundo eres romántico?.-Preguntó Nicolás, riéndose.
-Contigo sí, tengo que aprovechar cada momento contigo Nico.-Dijo Carlos, acercándose un poco a la cara de Nicolás.-Eres especial.
Estaban tan cerca sus labios, que hasta se rozaban un poco. Carlos por fin se atrevió y besó a Nicolás lentamente.
El moreno se demoró unos segundos besar devuelta a Carlos. Fue un beso lento, con muchos sentimientos entre medio.
Estuvieron varios minutos así, hasta que Carlos se separó, para respirar un poco.
Nicolás le sonrió algo coqueto, y se acostó al lado de Carlos, besándose ahora más apasionadamente.
Recuerden siempre, que Jaime estaba siempre donde Nicolás estaba.