24.

2.4K 214 45
                                    

POV Omnisciente

-El Naiko va a estar con nosotros hoy.-Dijo Nicolás, mirando a Jaime. El moreno estaba al medio de Naiko y Jaime, estaban caminando hacía el campus.

-Me estas preguntando o me estas avisando?.-Preguntó Jaime, mirando serio unos segundos a Naiko. Este último lo estaba mirando pero cuando el híbrido lo miró, de inmediato desvió su mirada. A Jaime le dio algo de risa eso.

-Te estoy avisando.-Dijo Nicolás, con una mirada de advertencia. Nicolás se acercó al oído de Jaime y le susurró algo.-Pórtate bien y después te lo recompensaré.

Nicolás se separó y siguió caminando normal al lado de Naiko. El moreno miró a Jaime, y le guiño el ojo. Una sonrisa traviesa estuvo en la cara del híbrido.

-Naiko, después quieres ir a la casa del Jaime? Hay como una junta, con otras dos personas más.-Dijo Nicolás, hablándole a Naiko.

-Quienes son? Dime que no son otros originales.-Dijo Naiko, casi suplicando.

-Uno se llama Manuel, y otro Edgar.-Dijo Nicolás.-Qué edad tiene Manuel de vampiro?.-Preguntó el moreno al híbrido.

-Tiene 764 años.-Respondió Jaime, de inmediato.

-Edgar.-Repitió Naiko, algo confuso.

-Pasa algo? Conoces a alguien con ese nombre?.-Preguntó Nicolás, haciéndose el que no sabía.

-N-no, pero me suena.-Respondió Naiko.

Jaime agudizó su oído, escuchando los latidos de Naiko. No se aceleraron, así que este no mentía. El híbrido se acerco a Nicolás, y lo tomó de la mano. Jaime siguió escuchando los latidos, pero ahora de Nicolás, este se acelero de inmediato, haciendo que Jaime sonriera.

-Creo que te agradará.-Dijo Jaime, con una sonrisa algo divertida.

Sabía que cuando hiciera que Naiko recordará todo, este casi mataría al pequeño vampiro. No importa que Edgar hubiera querido que Naiko no siguiera sufriendo, el hombre lobo amaba al pequeño vampiro, no le hubiera importado si lo hubiera seguido hiriendo. De hecho, el hombre lobo seguía amando a Edgar, solo que ahora no recordaba nada de él.

Y bueno, Edgar seguía enamorado de Naiko, pero también le atraía Manuel. Pero su corazón definitivamente era de Naiko.

Jaime en un momento de la tarde se alejó de ellos, y llamó a Manuel.

-Llevaré al lobito a mi casa, para que vea al pequeño vampiro y alma gemela.-Avisó Jaime con una pausa.-Sigues en mi casa cierto?

-Sí, Edgar sigue encadenado.-Dijo Manuel con un tono neutro. En esa mañana y tarde, Edgar había dicho muchas cosas, y no muy lindas.-Tuve que romperle el cuello dos o tres veces hoy.

-Bien, pero no te excedas, recuerdas que es el pequeño amigo de mi novio.-Dijo Jaime, mirando unos segundos a Nicolás, con una leve sonrisa.

-Lo tengo claro.-Dijo Manuel con una pausa.-Y por qué tú lo puedes hacer y yo no?.

-Yo soy el híbrido y único original ahora, puedo hacer lo que quiera.-Respondió Jaime, con el ego algo subido. Nicolás escuchaba a los lejos, y se rió un poco. Le gustaba esa parte de Jaime.

Bueno, le gustaba toda las partes de Jaime. Pero le gustaba en especial esa fase.

-Presumido.-Escuchó Nicolás decir a Manuel.

-Escuchando conversaciones?.-Preguntó Naiko, con una sonrisa, mirando a Nicolás.

Nicolás se puso un poco rojo por la vergüenza.

-Te pusiste rojito.-Dijo Naiko, riéndose.

Y eso puso a Nicolás más rojo. Como si no se hubiera dado cuenta de eso.

Jaime miraba esta escena con seriedad. No sabía de que habían hablado, pero Naiko había puesto rojo a Nicolás, y eso no le gustaba.

-Me estas escuchando Jaime?.-Preguntó Manuel, notando que Jaime no le estaba respondiendo.

-Me tengo que ir.-Dijo Jaime, serio, colgando la llamada.

-Problemas en el paraíso.-Dijo Edgar riéndose, encadenado, atrás de Manuel.

-Quieres otra siesta?.-Preguntó Manuel, gruñéndole.

Mientras tanto, Jaime se dirigió donde estaban Nicolás y Naiko sentados.

-Por qué estas rojo?.-Preguntó Jaime, celoso, sentándose en el pasto, donde estaban el moreno y hombre lobo.

Naiko miró a Nicolás, los dos no sabían que decir.

-Por nada importante.-Respondió Nicolás, sin responder nada más.

Jaime miró a Nicolás unos segundos, haciendo que este se pusiera bastante nervioso.

-Bien, me tengo que ir.-Dijo Jaime, sin decir nada más.

Se paró y se fue caminando algo rápido. Se colocó sus audífonos y colocó música en su celular.

-Anda, después me mandas la dirección de su casa para ir.-Dijo Naiko, dedicándole una sonrisa amable a Nicolás.

Nicolás le hizo un gesto de agradecimiento a Naiko, y se fue rápido de ahí.

Segundos después estaba detrás de Jaime. Nicolás le tomó del brazo, haciendo que este parará de inmediato. Jaime se sacó los audífonos y miró a Nicolás, algo enojado.

-Nicolás yo no...

No siguió hablando, porque Nicolás lo había abrazado de repente.

-No me dejes solo.-Murmuró Nicolás, contra el torso de Jaime.

Y solo con esas cuatro palabras, hicieron que Jaime ya no estuviera enojado.

Jaime correspondió el abrazo.

-Nunca pienses eso.-Dijo Jaime con una pausa.-Solo estaba enojado, amor.

-En serio no es nada importante lo de antes.-Dijo Nicolás mirando a Jaime.

-Todo me importa si es que viene de ti Nico.-Admitió Jaime.

-Y-yo estaba escuchando lo que hablabas con Manuel.-Confesó Nicolás, otra vez rojito.- Y el Naiko se dio cuenta, y me preguntó y ahí fue cuando me puse rojo.

Jaime miró a Nicolás, y se rió.

-Escuchando conversaciones ajenas? Has caído bajo cariño.-Dijo Jaime con una sonrisa.

-Como si tu no lo hicieras.-Dijo Nicolás, defendiéndose.-Te he visto varias veces espiándome, psicópata.

-Lamento si quiero ver a mi novio todo el día.-Dijo Jaime, actuando como si estuviera ofendido.-Me gustaría tener todas las clases contigo. Bueno, de hecho, estaré en tus clases desde ahora, no hay nada como la compulsión que no pueda arreglar todo.

-Como te digo, psicópata.-Dijo Nicolás, haciendo que Jaime se acercara a él.-Pero mi psicópata celoso.

Después de eso, Jaime juntó sus labios con los de Nicolás, entrando en un beso bastante apasionado, haciendo que Nicolás sintiera todas las emociones de Jaime en ese beso.

Hybrid. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora