27.

2.3K 216 122
                                    

POV Omnisciente

-Crees que puedas devolverle su humanidad?.-Preguntó Nicolás, después de este maravilloso reencuentro.

Naiko miró unos segundos a Edgar. Este último lo miró también. Naiko podía sentir que Edgar estaba nervioso. Le sonrió para calmarlo. Y eso fue exactamente lo que paso.

-Sí.-Respondió Naiko, bastante confiado.

-Y cómo sabemos que podrá de verdad hacerlo?.-Preguntó Manuel, hablando por primera vez desde que llegó Naiko.

Naiko lo miró, con un poco de molestia.

-Tú quién eres?.-Preguntó Naiko, molesto por solo dudar en que él no podría traer de vuelta a Edgar.

-Soy Manuel, amigo de Edgar.-Respondió Manuel, hostil.

-Bueno, Manuel, no sabes nada, yo si puedo traer vuelta a Edgar, él me ama.-Dijo Naiko, demasiado confiado.-Además a él no le gusta nadie más.

Todos se quedaron callados en ese momento, la mayoría estaba mirando a Edgar. Ahora si iba a haber un problema.

-Naiko, el Manuel me gustaba en mi parte humana.-Dijo Edgar, serio.

Estaba entre la espada y la pared. Amaba a Naiko, porque era su alma gemela. Pero Manuel era diferente, era algo desconocido que Edgar quería conocer.

Naiko quedó shockeado, eso era nuevo. A las almas gemelas no les podía atraer nadie más.

Al parecer Edgar es la excepción en eso.

-T-tú lo quieres?.-Preguntó Naiko, mirando a Edgar. Su mirada tenía algo de dolor.

Edgar miró a Manuel unos segundos.

-Es necesario hablar de esto frente a todos?.-Preguntó Edgar, evitando la pregunta.

Eso fue un claro sí, todos se dieron cuenta de esto.

-Bueno, estas encadenado, no hay muchas opciones.-Dijo Jaime.

-No evites la pregunta Edgar.-Dijo Naiko, enojado.

-No tengo porque responderte.-Dijo Edgar, bastante frío y cortante.

-Soy tu alma gemela, no significa nada acaso?!.-Preguntó Naiko, casi gritando.

-Quieres la verdad?.-Preguntó Edgar, con sus ojos de vampiro.

Naiko asintió.

-No, no significa nada para mí que seamos almas gemelas.-Dijo Edgar, sin sentimientos.-Y sí! Lo quiero en mi parte humana.

Naiko miró a Jaime. Este entendió lo que intento decir. Jaime escuchó los latidos de Edgar, y estos no aceleraron ni nada, siguieron normales.

-Dice la verdad.-Dijo Jaime, mirando algo con pena a Naiko.

-No puede ser.-Susurró Naiko para sí mismo.

-Naiko...

-Cómo pudiste?.-Preguntó Naiko, exagerando.

-No es mi culpa. Además yo no te debo ninguna explicación.-Dijo Edgar, bastante enojado.

Naiko se acercó a Manuel peligrosamente. Iba a hacerle cualquier tipo de daño.

Pero tenemos que decir que ni llegó a tocarlo.

Edgar lo había empujado lejos de Manuel.

-No lo toques.-Gruño Edgar.

Edgar antes no había podido de ninguna manera liberarse de las cadenas. Pero solo pensar en que Manuel podía resultar herido, le hervía la sangre.

Hybrid. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora