POV Omnisciente
Los días siguientes, Nicolás no había ido a la universidad, tampoco había hablado con Jaime, ni Edgar. El pequeño vampiro y el híbrido estaban preocupados por el moreno. No les contestaba los mensajes, ni contestaba las llamadas. Ni siquiera leía los mensajes.
Fueron a buscarlos varias veces a su habitación pero Nicolás no estaba ahí. Nunca lo estaba. Cosa más preocupante aún.
Un día, Nicolás apareció en unas de las clases como si nada, sin dar explicaciones a nadie.
Y como Jaime había dicho el último día que lo había visto, se había cambiado a todas sus clases con un poco de compulsión. Nicolás se sentó solo en la parte de atrás. Jaime lo miró toda la clase, pero Nicolás no lo miró ni siquiera una vez.
Cuando la clase terminó, Nicolás tomó sus cosas y intentó irse rápidamente, pero Jaime lo detuvo.
-Donde estuviste estos días?.-Preguntó Jaime enojado y preocupado al mismo tiempo.
-No importa donde estuve, estoy sano y salvo.-Dijo Nicolás, no queriendo responder nada.
-Así lo veo.-Dijo Jaime furiosamente.
-Algo más qué decir?.-Preguntó Nicolás. Sin esperar la respuesta de Jaime, se intentó ir otra vez.
Solo pudo caminar unos cuantos pasos cuando Jaime lo detuvo de nuevo.
-Me preocupe por ti, no sabía si te había pasado algo o no, qué pasaba si alguien te hubiera hecho daño? No hubiera sabido que hacer.-Dijo Jaime, todavía enojado.
-Jaime, cuando vamos a hacer el amor?.-Preguntó Nicolás, cambiando el tema de repente.
Nicolás se había ido lejos de Santiago, a pensar muchas cosas, y una de esas cosas, era el tema de hacer el amor. Necesitaba pensar, estar solo un rato.
-Cuando estés completamente seguro.-Dijo Jaime, cansado del tema.
-Pero si he estado seguro, muchas veces, pero tú no quieres.-Dijo Nicolás con el ceño fruncido, con una pausa.-Estoy cansado de solo poder tocarnos y no hacer nada más.
-Acaso eso es una amenaza Nico?.-Preguntó Jaime sorprendido.
-Tómalo como quieras, pero si no lo haces tú, alguien más lo hará.-Dijo Nicolás. Y ahora si se fue, con su velocidad vampira.
Esa amenaza estúpida, y que nunca se cumpliría, dejo mal a Jaime el resto del día. No podía dejar de pensar en que Nicolás podría ser de alguien más. Él quería que Nicolás estuviese seguro, para que después no pensará que se había equivocado en hacer el amor con Jaime.
En la siguiente clase, Nicolás se sentó con Naiko, lejos de Jaime. Eso hizo que el híbrido se sintiera aún peor. Cuando salieron de la U, Jaime fue corriendo a buscar a Nicolás, que estaba con Naiko.
-Adonde vas?.-Preguntó Jaime, celoso.
-Iré a mi habitación a cambiarme, y después Naiko y yo iremos a una discoteca gay.-Dijo Nicolás, desinteresado.
No dejo que Jaime le dijera algo, y se fue con su velocidad vampira a su habitación.
Nicolás no hacia este "escandalo" porque sí. Nicolás no sentía deseado, a sus veintidós años seguía virgen y creía que era porque era horrible físicamente y por eso nadie lo quería, al igual que Jaime.
Nicolás sacó su mejor ropa. Unos pantalones apitillados negros, esos hacían que se le notará el trasero más de lo normal. Sacó una camisa escocesa celeste con tonos verdes.
