Capítulo 15.

1K 164 60
                                    

Le hice caso al consejo de mi madre durante una semana, pero francamente estaba a punto de volverme loco, me sentía estúpido estando todo el día en mi casa esperando a que Paul llamara a la puerta, y basta decir que las únicas visitas que recibíamos eran las odiosas amigas de Mimi que siempre me tomaban de las mejillas y me decían lo guapo que soy. 

   -¡Ya va una semana! ¡No me ha llamado, no me ha buscado, ni siquiera me ha echo alguna seña de humo!- reclamé a mi madre al séptimo día por la mañana, mientras desayunábamos -Estas cosas toman tiempo, John...- comenzó mi madre, haciéndome rodar los ojos -He echo las cosas a tu manera y no ha resultado, es hora de hacer esto a mi estilo- me puse de pie, dejando mis panqueques a medio terminar y salí de la casa. 

   Caminé hasta Forthlin Road pensando en que le diría a Paul, y cuando me di cuenta ya estaba ahí. Estaba seguro de que esa era la casa de Paul, abrí la pequeña puerta del jardín y me acerqué a la puerta principal, pero no hizo falta tocar, ya que en ese momento salía Paul a toda prisa, lo que hizo que chocara conmigo -Hola- saludé una vez que nos separamos, este parecía un poco aturdido -¡John! ¡Justo iba a buscarte!- sonreí al pensar que mi madre tenía razón después de todo. 

    -Bueno Paul, yo... quería pedirte perdón por haber echo eso, entiendo que te hayas molestado pero no se que me hizo hacer eso- titubee un poco -Bueno, nunca he echo esto, y tu sabes, bueno no porque no te lo he dicho pero...- fui interrumpido por un abrazo de Paul que hizo que mi estómago se sintiera como una pluma -También me gustas- me susurró en el oído, haciéndome estremecer. 

    Este se separó de mi un poco sonrojado y agachó la mirada -No entiendo... ¿Porque saliste corriendo cuando tomé tu mano?- lo tomé del mentón y lo obligué a mirarme -Tenía miedo- explicó un poco avergonzado -Es extraño, llegaste hace diez días a Liverpool pero yo siento como si... no se, como si algo nos uniera- explicó Paul -Lo sé, es como si estuviéramos destinados a esto- Paul sonrió un poco aliviado, supongo que al menos se sentía menos loco. 

   Estuve a punto de besarlo pero recordé lo que dijo mi madre acerca de ir despacio -Bueno... ¿Quieres un helado?- fue lo único que logré pensar, haciendo que Paul riera -De acuerdo- aceptó; caminamos por la calle hasta llegar a una heladería, compramos y comimos los helado ahí mismo mientras platicábamos acerca del trabajo de Paul -...Bueno, siempre están molestándome acerca de las chicas que se quedan al final de la clase para intentar hablar conmigo, pero la verdad es molesto que siempre estén detrás de ti- 

   De inmediato sentí como algo se encendía en el interior de mi cuerpo y amenazaba con explotar -¿Ah si? Deberíamos de darles unas lecciones de buenos modales a esas adolescentes pretenciosas- contesté con total indiferencia, haciendo reír a Paul -¿Que es tan gracioso?- pregunté -Nada, cuando quieras puedes ir al colegio por mi, así le darás una lección a mis alumnas- contestó intentando reprimir una carcajada -Ten por seguro que iré todos los días por ti- 

   -De acuerdo, podemos aprovechar para que estudies música cuando salga de trabajar ¿Está bien?- asentí emocionado, olvidado por completo mi ira hacia las estudiantes de Paul -¿Podemos empezar ya? Pasamos una semana sin aprender nada y a decir verdad mi mamá solo me puede enseñar con cuatro cuerdas- Paul sacó rápido un bolígrafo de su chaqueta y comenzó a dibujar una guitarra en una servilleta. Miré como apretaba sus labios y fruncía su entrecejo cada que hacía un trazo, también pude notar que era zurdo. 

   Me le quedé viendo bobamente hasta que terminó con su diagrama de la guitarra y comenzó a explicarme las partes de esta y para que servía cada una, pero no le preste atención, en parte porque ya sabía eso de memoria y en parte porque se veía increíblemente atractivo mientras estaba concentrado -John, si sigues mirándome así no vas a aprender nada- me reprochó el chico una vez que se dio cuenta de que estaba más ocupado mirando sus labios moverse -Es que eres muy lindo- contesté, haciendo que Paul se sonrojara -Bien... te estaba explicando...- este siguió hablando, mientras que yo solo podía verlo completamente embobado. 

---------------

Arre :v tres capítulos en un día... como cuando aún rifaban mis historias. 

Ahora iré a seguir leyendo Harry Potter *desaparece misteriosamente*

Get back to Liverpool [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora