Capítulo 21.

1.9K 160 112
                                    

*Maratón por el cumpleaños de Paullie <3 (1/3)*

*Si no quieren terminar traumados, no lean el sexo explícito que hay en este capítulo*

*Sé que no les va a importar y lo van a leer de todas formas, pecadores*

Llegamos a Francia pocas horas antes de que amaneciera, a decir verdad estaba a punto de caer muerto de sueño, y agradecí mucho que Paul se quedara a mi lado para platicar conmigo y evitar que nos volviéramos a desviar. Anclé el barco al puerto francés, donde de inmediato los policías me pidieron mi identificación, tuve que hacer todo el maldito trámite para que nos permitieran estar ahí tres noches. Los franceses son demasiado paranoicos con eso de la seguridad. 

   -¿Y que es lo que viene a hacer aquí?- preguntó el único policía que parecía hablar medianamente inglés -He venido a vender algunas cosas y a encontrarme con mi padre, eso es todo- giré los ojos, era la tercera vez que les tenía que explicar a estos idiotas que hacía en el puerto -¿Y que es lo que quiere vender? Debemos de catear todo su bote, señor Lennon- me explicó un guardia -¡¿Porque?! ¡Llevo años viniendo aquí y jamás me han registrado mi bote!- 

    -Hemos recibido informes de que en estos días llegará un pedido importante de drogas, tendremos que revisar todo su navío si no quiere que lo expulsemos de nuestro puerto- me crucé de brazos, no quería que nadie revisara mi bote, a pesar de que sabía que no portaba nada demasiado ilegal... solo un par de discos robados, pero no más. -De acuerdo, regístrenlo, pero será una pérdida de tiempo- me crucé de brazos y los policías sonrieron, regresé a mi barco, donde Paul me estaba esperando, con tres de esos inéptos. 

   -¿Pasa algo?- preguntó Paul un poco alarmado -Van a catear el barco, tenemos que salir- le expliqué a Paul, este asintió rápidamente y de un solo brinco salió de la nave -Todo suyo- dije entre dientes, los tres policías entraron y rápidamente se dispersaron por toda la cubierta; comencé a mover mi pie impaciéntemente después de media hora, estaba a punto de morirme de sueño y esos idiotas parecían no querer apurarse. 

   -¡Me voy a volver loco si no me dejan dormir ya!- grité completamente impaciente, haciendo que Paul diera un respingo -Tranquilízate, seguro que ya casi acaban- Paul puso sus manos en mis hombros y comenzó a masajearlos lentamente, haciendo que liberara tensión y que le agarrara más ganas al chico -Si sigues haciendo eso voy a correr a esos idiotas para encerrarme contigo- amenacé a Paul, que sonrió lascivamente. 

   -Eso es todo, señor Lennon, bienvenido a Francia- los tres idiotas salieron de mi barco y me apresuré a tomar a Paul de la mano y, sin detenerme ni un segundo, lo conduje al camarote. Cerré con seguro y rápidamente me abalancé contra Paul, haciendo que este se riera por sobre mis labios, haciéndome reír. Ambos nos seguimos besando una y otra vez hasta el punto en el que me iba a volver loco si no podía tocar más del cuerpo del chico, así que dirigí mi mano a su trasero y le dí un ligero apretón, que hizo que Paul se separara de mi, un poco apenado. 

    —Nu-nunca lo he echo así– confesó, haciéndome soltar una amarga carcajada —Yo tampoco, pero podemos averiguar como se hace– pasé mi mano por la cintura del chico y lo pegué a mi cuerpo.

—Esta bien si no quieres– me apresuré a decir al notar que el pelinegro ponía cierta resistencia —¡No! Vamos a hacerlo– Sonreí agradecido de que Paul aceptara, porque a decir verdad si se hubiera negado habría tenido que saltar al mar para deshacerme del calor que me había invadido todo el cuerpo.

    Paul me tomó del cuello y me acercó a sus labios con un poco de torpeza debido a los nervios. Decidí comenzar lentamente, besé muy despacio al chico que ya se había aligerado considerablemente. Lo acosté delicadamente sobre la cama y me posicioné sobre él sin despegarnos ni un centímetro.

Get back to Liverpool [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora