-¿Y ese Ringo Starr es bueno?- le pregunté a Paul una vez que pareció que ya no teníamos nada más que comentar de la velada -Bueno, estaba en una banda, una gran banda. Rory Storm and the hurricanes, pero salió porque quería poner un salón de belleza en Penny Lane- explicó Paul -¿En Penny Lane? ¿Acaso ese tal Ringo Starr tiene mucha barba y una enorme nariz?- pregunté, recordando al chico que había visto el primer día que llegué -¡Si! Él es Ringo. Aquí en Liverpool es toda una leyenda, pero no sé si quisiera tocar con nosotros ¿Tú que dices?-
-Bueno, si yo tuviera que escoger entre seguir en un salón para mujeres o en una banda de rock, creo que elegiría la banda- me encogí de hombros -De todas formas, llama a George y mañana vamos los tres, quizá podamos convencer a ese Ringo Starr- Paul me sonrió y me di cuenta de que ya habíamos llegado a su casa, donde todas las luces estaban apagadas.
-Gracias por haber venido, Paullie- a pesar de la oscuridad pude ver claramente como Paul comenzaba a colorarse, dándole un aspecto adorable. Pasee la mirada por toda la calle en busca de gente, y gracias al cielo no había nadie, así que me incliné para darle un corto beso en los labios.
-¡John! ¡No puedes hacer eso en público!- me regañó Paul cubriéndose el rostro con sus manos -Es solo porque te voy a extrañar- le susurré -¡Pero me vas a ver mañana, Johnny!- se burló Paul -Bueno, ya estoy deseando que sea mañana- sonreí como idiota y me di la vuelta para regresar a casa. -Yo también ya quiero que sea mañana, John- me dijo Paul, entrando a su jardín.
Me despedí de él con la mano y volví a emprender el camino a mi casa.
Al llegar, las luces aún estaban prendidas, así que supuse que Mimi estaría despierta para regañarme. Tomé aire e introduje la llave en la cerradura, abrí la puerta y de inmediato me topé con Mimi sentada sobre el sillón, con los brazos cruzados -Hola, tía- la saludé con una sonrisa de fingida inocencia -Tenemos que hablar, John- me dijo, poniéndose de pie -Mimi, déjalo en paz, ya es todo un hombre- me defendió mi madre, bajando las escaleras de la casa.
-¡¿Qué tienes en la cabeza, Julia?! ¡Este muchacho quiere desperdiciar su vida!- apeló Mimi -¡Yo no lo veo como un desperdicio de vida! ¡Seré famoso y tendré tanto dinero como para comprar un país!- me defendí, haciendo que Mimi se pusiera roja del coraje -¡¿Por qué no puedes entender que esa guitarra y ese chico no te llevarán a ningún lado, John!?-
-¡No metas a Paul en esto!- exploté rápidamente -¡¿Qué sentido tienes que hayas vuelto si pretendes seguir viviendo como un vagabundo?!- me contraatacó -¡John, Mimi! ¡Basta ya!- intervino mi madre, poniéndose en medio de nosotros dos, como si temiera que fuera a soltarle un golpe a mi tía, aunque no me hacían falta ganas...
-¡El regreso de John fue un milagro que esperamos por quince años, Mimi! ¡Debes de dejar que sea feliz!- me defendió mi madre -¡¿Insinúas que debo de dejar que se acueste con un hombre y que toque en bares de mala muerte?! ¡Es mi sobrino!-
-¡Y yo soy su madre!- gritó aun más fuerte mi madre. Pocas veces había escuchado a mi madre gritar, pero cuando lo hacía era algo completamente terrorífico -¡Si él quiere acostarse con hombres y eso lo hace feliz está bien! ¡Si quiere tocar música también! No estás pensando en la felicidad de John, Mimi-
-¡Claro que lo hago! ¡Él debería de terminar una carrera, hacer algo de provecho, y casarse con una chica! ¡Como cualquier otra persona en el mundo!- esta vez fui yo el que se interpuso entre Mimi y mi mamá, que ya estaban tan cerca de agarrarse a golpes que lo mejor era detenerlas -¡Basta ya, las dos! Están discutiendo como si yo fuera un niño pequeño y no lo soy ¡Tengo 20 años! Puedo tomar mis propias decisiones acerca de mi vida, y no me importa que la música me vaya a llevar a vivir debajo de un puente ¡Yo quiero hacerlo!-
Ambas se quedaron calladas, mirándome. Mimi con desaprobación y mi madre con algo que parecía ser orgullo -Lo siento Mimi, pero si no puedes tener a un músico viviendo bajo tu techo creo que mañana me iré- me di la vuelta y subí enfurecido a mi habitación.
----------------------
Wow, esta es la única novela en donde actualizo cada mil años :v
Perdónenme, a veces se me va la inspiración.
ESTÁS LEYENDO
Get back to Liverpool [McLennon]
Fanfic"Los hombres de mar le pertenecen al mar..." Esa era la excusa que mi padre siempre le dio a mi madre cada que salía a altamar, hasta que me fui con él y jamás volvimos a verla. Ahora, quince años después, he vuelto a mi pueblo natal, Liverpool, en...