Get back to Liverpool [McLennon]

Capítulo 19.

Llevábamos ya 10 horas en altamar a pesar de que mis cálculos y mi experiencia previa viajando con mi padre me decían que ya deberíamos de estar pasando por la costa Francesa o mínimo deberíamos de estar saliendo de Inglaterra. Revisé una y otra vez los mapas, en busca de mi error de cálculos. Agradeciendo que Paul estuviera preparándose algo de comer, me estaba comenzando a irritar no poder encontrar la desviación, hasta que logré ver que estábamos acercándonos a tierra. 

   Pensé por un momento en seguir el curso y bajar a preguntar donde demonios es que estábamos, pero eso sería realmente ridículo si Paul me viera. Sostuve mi orgullo, y convencido de que no estábamos lejos de Francia giré el timón en dirección contraria, para poder alejarnos de tierra. En ese momento Paul subió a la cubierta con dos sandwiches en las manos -¿Que tal vamos? Aquí hace demasiado calor, nunca había tenido tanto calor en mi vida- Paul me entregó un sandwich y le di una rápida mordida -¿Nunca has salido de Liverpool?- le pregunté, intentando evadir el tema acerca de si nuestro curso era el correcto o no. 

   -He ido a Londres, pero ahí no hace tanto calor como aquí, estamos muy al sur- y como si eso me diera una repentina idea, me di cuenta de que Paul tenía razón. De pronto me di cuenta perfectamente de que la bahía que había visto hace unos minutos era tanto parte como de Francia como de España; estábamos a punto de entrar a España. Lo más discretamente que pude, giré el timón y nos devolví hacia el norte. -¿Y para que has ido a londres?- pregunté, intentando que Paul no se diera cuenta del rumbo. 

    -Bueno, George y yo queríamos una oportunidad en la música y pensamos que ir a Londres sería una buena idea, aunque bueno, nos terminaron escupiendo en la cara- Paul parecía molesto, incluso arrastraba las palabras -Debieron de ir a Hamburgo si eso es lo que querían, ahí esta lleno de pubs y clubes donde podrían haber conseguido trabajo.-expliqué -La recatada sociedad inglesa aún no esta preparada para el rock. Quizá algún día te lleve a Hamburgo, es un lugar especialmente divertido de noche- me paré un momento a analizar lo que estaba haciendo; Yo, John Lennon, estaba haciendo planes a futuro con una persona. 

   No supe porque la idea me aterró tanto, nunca me había sentido tan apegado a alguien, ni siquiera a mi padre. -Sinceramente creo que nos patearon el trasero en Londres porque no somos demasiado buenos. Siempre nos hizo falta algo más- Paul se encogió de hombros, como restándole importancia -Cuando aprenda a tocar guitarra podríamos volver a intentarlo ¿No crees? Podemos hacer un grupo, conseguir un buen baterista, viajar a Hamburgo, y conquistar la cima ¿Que te parece?- logré percibir un intenso brillo en los ojos de Paul, pero este desapareció tan rápido como llegó -Pero no tenemos dinero, y un viaje a Hamburgo nos costará caro- 

   Pensé un momento, tenía suficiente mercancía como para poder pagarnos una semana en Hamburgo en un hotel de mala muerte, pero ni de loco eso nos ayudaría a algo -¡Puedo vender el barco!- sugerí, a lo que Paul abrió los ojos como platos -¡¿Estas loco?! ¡Es tu barco!- reí ante la expresión de incredulidad del pelinegro -No me servirá de nada después de unos meses, yo quiero ser músico, Paul, no marino. Quiero triunfar y convertirme en una leyenda, y este barco no me ayudará de nada si se queda anclado en el puerto, pero puede ayudarnos si lo vendemos. Y podemos ser tu y yo ¿No lo imaginas? Tu y yo dominando el mundo, convirtiéndonos en leyendas ¡McCartney y Lennon!-

   Alcé los brazos teatralmente, haciendo reír a Paul -¿McCartney y Lennon? Eso no suena bien... propongo Lennon y McCartney- Paul parecía inspirado por mis palabras, y a decir verdad yo también me había emocionado al imaginarme conquistando el mundo junto con Paul, ya lo había imaginado antes, pero en ese entonces solo se trataba de mi; aunque ahora que tenía a Paul una sensación diferente se apoderó de mi -Entonces está decidido ¡En cuanto vuelva de América venderemos este pedazo de chatarra y seremos Lennon/McCartney!- Miré a Paul esperando encontrarme con una sonrisa cómplice, pero en su lugar solo se encontraba una mueca de desagrado -¿En cuanto vuelvas de América?- preguntó Paul, y caí en cuenta que no le había explicado mi último viaje a Paul.