Capítulo 28.

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Paul y yo llegamos a mi casa en un par de minutos más, y yo no podía llegar a entender porque era por lo que me encontraba tan nervioso, estaba sudando a gota gorda, era la primera vez que le presentaba a alguien a mi familia -bueno, al menos que yo lo recuerde- y sentía que todo saldría terrible. —¿Estás bien, Johnny?– preguntó Paul una vez que me quedé mirando fijamente la puerta —Si, claro– abrí la pequeña puerta del jardín y caminé hasta la puerta grande de madera, que se abrió incluso antes de que pudiera tocarla. La casa estaba irreconocible, Mimi había limpiado todos los marcos con fotografías y le había sacado brillo a todo lo que encontró, cubrió la mesa con el mantel más elegante que tenía y la mesa ya estaba puesta, con una botella de vino en el centro (Que estoy seguro mi madre puso ahí). Invité a pasar a Paul mientras mi madre y Mimi salían de la cocina con un gran plato de pollo frito y otro con puré de papas.

    —Buenas noches– saludó Paul —Buenas noches hijo, pasa, estas en tu casa– contestó mi madre, dejando delicadamente el plato rebosante de puré. Paul me sonrió tímidamente y se encaminó hasta la mesa, al igual que Mimi y mi madre, que miraban a Paul con una sonrisa de aprobación, lo que suponía un gran triunfo para mi, tomando en cuenta lo exigente que es Mimi con las personas. —¿Como la pasaron en París? John no nos ha contado casi nada ¿Que hicieron?– Paul y yo nos miramos con una sonrisa cómplice y yo solté una pequeña carcajada nerviosa. Habíamos tenido tanto sexo en París que aún me temblaban las piernas. —Estuvimos conociendo museos y visitando castillos antiguos, además de salir a tomar café en restaurants demasiado finos, fue increíble– contestó Paul con una sonrisa, mientras Mimi comenzaba a servir la comida —Suena interesante, cariño ¿Y a que te dedicas, Paul?– preguntó mi madre —Soy profesor sustituto de música en el colegio de arte de Liverpool–

    —No nos habías dicho eso, Johnny– sonreí nerviosamente —¿Te gusta el pollo frito, Paul?– preguntó Mimi antes de comenzar a servirle la comida —Si, es mi comida favorita–* Mimi pareció complacida por haber adivinado que le podría haber gustado cenar a Paul y le sirvió. Comenzamos a comer en silencio, lo que me pareció muy incómodo, me sentía con la responsabilidad de hacer sentir bien a Paul, pero no sabía que podía decir. Mi madre fue la que terminó por romper el silencio, comenzando a contarle a Paul anécdotas de como era cuando era bebé, y describiéndole entre risas como es que intentaba hablar pero no lo logré hasta los 3 años. Aunque mi madre, Mimi y Paul se estuvieran riendo de mi y prácticamente me estuvieran humillando con sus comentarios como »¡Oh! Cuando Johnny era pequeño tenía la mala maña de comer sin cubiertos, era una pesadilla« y Paul contestaba »¡Lo sé! Cuando estábamos en París, pedimos unos pequeños pasteles de fresa y John comenzó a comerlo con los dedos, fue muy vergonzoso, todos nos miraban muy raro« era bastante agradable ver que se estaban llevando bien, e incluso yo reía un poco cuando me decían algo que yo no recordaba.

     Cuando por fin terminaron de reírse de mi, a todos nos dolía el abdomen de tanto reír. —Bueno niños ¿Y cuales son sus planes?– preguntó mi madre; le había contado que Paul y yo queríamos fundar una banda, pero no se lo había mencionado a Mimi, que de inmediato cambió su semblante y comenzó a estudiarme de arriba a abajo —Por ahora le enseñaré a John a tocar la guitarra, mientras conseguimos un baterista, después de eso iremos a Hamburgo dos meses a probar suerte, John dice que es el mejor lugar para empezar– Mimi soltó un gruñido, pero no dijo nada, sabía que ella esperaba que me inscribiera a una escuela y fuera a la universidad. —Eso está muy bien, es un gran plan– corroboró mi madre con una sonrisa —¿Han escuchado de el famoso Ringo Starr? Era el baterista de una banda hace poco más de un año, pero decidió retirarse para abrir una estética, es una gran persona, creo que deberían de ir a verlo para que le pidan que sea su baterista, es bastante bueno–

    Jamás en mi vida había escuchado el nombre de "Ringo Starr", pero Paul parecía entusiasmado con la idea de reclutarlo. Finalmente Paul dijo que tenía que irse ya y se despidió de mi madre y de mi tía, que lo invitaron a cenar dentro de dos semanas. Me ofrecí a acompañar a Paul a su casa, y mientras salíamos de la casa sentí la mirada amenazadora de Mimi en la nuca, que yo sabía bien que era un "hablaremos cuando vuelvas".
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*Dato 100% real, no feik :v
Paul amaba el pollo frito antes de hacerse vegetariano.

Después de pensarlo mucho, creo que seguiré con esto :v pero les advierto que los capítulos que vienen pueden ser muy aburridos :vv

Get back to Liverpool [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora