Capítulo 20.

1K 139 45
                                    

-Bueno... Debí de decirlo antes ¿No crees?- sonreí, intentando aliviar la tensión que se había producido en el barco -¡Claro que debiste de decirlo, Lennon!- rugió Paul -¿Cuanto tiempo vas a irte?- preguntó el chico, pasando su mano por su perfecto y cuidado cabello -Dos meses- confesé -¡¿Dos meses?! ¡¿Porque te irás tanto tiempo?!- me recriminó Paul, haciéndome recordar una pelea que mi padre y mi madre habían tenido cuando él le había confesado que debía de viajar de nuevo. 

   -¡No entiendo porque te pones así!- exploté yo también -¡¿Porque me pongo así?! ¡¿QUE PORQUE ME PONGO ASÍ?! ¡Te vas a ir dos meses y nada me asegura que vas a volver a Liverpool!- la voz de Paul se quebró un poco y este miró hacia el piso -¿Crees que te voy a abandonar?- pregunté un poco perplejo; Paul asintió levemente sin despegar los ojos de sus pies. Me abalancé contra este y le di un abrazo -Eres un idiota, Paul ¿Que te hace pensar que podría abandonarte?- 

    -Yo... he estado toda mi vida en el puerto y los marinos me contaban como abandonaban a sus esposas e hijos por estar en el océano y... nunca regresaban. Tu padre hizo lo mismo con tu madre, ¿no? Es lo más lógico que tu... bueno, que tu me dejaras a mi, tomando en cuenta que solo somos amigos- me separé del chico y miré su rostro un momento, donde corrían levemente unas pequeñas lágrimas. Lo tomé de las mejillas y le di un beso bastante profundo -¿Crees que somos amigos, Paul?- le pregunté en cuanto me separé de él. 

   -Los amigos no se besan, Paul. Y los amigos no hacen la clase de cosas que tu y yo hacemos- el pelinegro levantó su vista, ahora parecía bastante apenado -¿Entonces soy tu aventura, o algo así?- preguntó de nuevo, haciéndome reír -No, no eres mi aventura. A mis aventuras nunca las he tratado así ¿Como crees posible que te pueda abandonar, si apenas hace 5 minutos estábamos planeando un futuro juntos?- el chico soltó un suspiro muy pesado -Te quiero- dijo de pronto, haciéndome abrir los ojos como platos, la última vez que alguien me había dicho que me quería la abandoné por 15 años. 

   Sonreí como idiota al resonar esas palabras en mi cabeza una y otra vez en mi cabeza -Yo también te quiero- contesté -Si no crees que pueda volver a Liverpool puedes acompañarme a América, sé que te va a gustar estar ahí- le propuse al chico una vez que ambos nos calmamos -No sé si pueda irme dos meses, John. Tengo que seguir trabajando para reunir dinero para irnos a Hamburgo ¿Recuerdas?- 

   Revisé nuestro rumbo nuevamente, ahora estábamos en la dirección correcta, y según mis cuentas llegaríamos en un par de horas -Podemos vivir decentemente los dos con el dinero del barco, no tienes que trabajar- repliqué -Ajá ¿Y George? ¿Y nuestro baterista? ¡No podemos solo preocuparnos por nosotros dos, John- me regañó Paul, haciéndome recordar demasiado a mi tía Mimi. Lo tomé de las mejillas nuevamente y le di otro beso -De acuerdo, si eso es lo que quieres está bien-

   Paul volvió a bajar al camarote, excusándose en que tenía demasiado calor. Me quedé en la cubierta, comprobando una y otra vez nuestro rumbo; pronto comenzó a hacerse de noche, lo que solo me alarmó un poco. Tuve que sacar mis gafas de mi bolsillo para poder ver en la oscuridad que poco a poco se iba haciendo presente en el cielo. -No sabía que usabas gafas- dijo Paul saliendo del camarote con calzones y mi camisa blanca de lana, que le quedaba ligeramente más grande, me le quedé viendo unos segundos más, repasando mentalmente la figura de su cuerpo. 

   -Deja de verme así, John- dijo Paul sonrojado al cabo de unos segundos -Perdón, pero ahora que puedo ver bien debo de aprovechar para grabar esta imagen en mi mente. Eres demasiado... no sé- Paul sonrió con autosuficiencia y se acercó al timón -Que mal que sigamos navegando... si no lo estuviéramos podríamos hacerlo- antes de poder abalanzarme contra el chico para poder convencerlo de estar juntos, este se volvió a meter debajo de la cubierta con un paso completamente exagerado, podría jurar que incluso estaba moviendo de más el trasero -¡Cuando nos acostemos te voy a partir el trasero, Paul McCartney!- grité para hacerme oír sobre el sonido de las olas. 

-----------------------

Si, no tengo inspiración :V 

En otras noticias menos trágicas, por el motivo del cumpleaños de Paul he decidido empezar la historia por la que votaron antes :v ya está en mi perfil el primer capítulo y... para los que votaron por el MPREG perdón :'v estábamos empatados y tenía mejor argumento la medieval hehe... la historia se llama "With a little luck" 

Y ya, iré a dormir antes de que a mi mamá se le ocurra tratarme como elfo doméstico más tiempo. 

Get back to Liverpool [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora