Capítulo 35.

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A la mañana siguiente Paul despertó temprano para ir a su trabajo, un poco asustado al creer que no había terminado de revisar todos los exámenes, pero este se alivió al darse cuenta de que yo había terminado por él. Este se vistió rápidamente y me besó, diciendo que cuando terminara de trabajar me daría mi recompensa, haciendo que todo el día estuviera a la espera de su regreso.

   Yo me quedé a limpiar el barco, y a intentar vender la poca mercancía que me quedaba, me había comenzado a quedar sin dinero. Gracias al cielo un coleccionista compró cinco discos y un cuadro con la cara del rey, y con ese dinero sería más que suficiente para poder vivís decentemente una semana más. Paul llegó mucho más temprano que otros días, y sin pensarlo dos veces nos metimos al camarote. Tal y como lo esperaba, el agradecimiento de Paul fue una sesión demasiado intensa de sexo, que nos dejó sucios y agotados, pero aún así íbamos a salir a cenar con George y Ringo, como mi segunda fase del plan.

    Paul se negó a que nos bañáramos juntos, diciendo que si tenía otra ronda de sexo no podría sentarse en una semana. Así que me metí a bañar solo, quitando restos de saliva y semen de mi cuerpo. Salí del baño con una toalla cubriendo mi entrepierna, y Paul ya le había planchado la ropa que llevaríamos a la cita doble, aunque George no quería admitir que era una cita.

   Seguido de mi, Paul entró al baño, comencé a vestirme con cuidado de no ensuciar la ropa que con tanto esmero había cuidado de la suciedad del barco, en cuanto tocaron la puerta del camarote. Me extrañó demasiado que alguien llamara a la puerta, pero aún así me encaminé a abrir. Había un señor ligeramente calvo y con aspecto retador en mi puerta, y si no hubiera sido por el color de ojos y la postura, no hubiera reconocido que era el padre de Paul.

    —¿Eres Lennon?– preguntó con voz ronca —Si, señor– contesté, mientras sentía como mis manos comenzaban a sudar —¿Y donde está mi hijo?– creí que sería una muy mala idea decirle que se estaba bañando después de una sesión de sexo así que mentí —Salió a comprar la cena– el padre de Paul inspeccionó de arriba a abajo el camarote, y rogué al cielo que no viera el condón que se encontraba tirado en alguna parte de la habitación.

    —Necesito hablar contigo– el papá de Paul señaló la parte de arriba y yo asentí rápidamente, agradeciendo que saliéramos de ahí. Subí a la cubierta, siguiendo al padre de Paul, que parecía ser un hombre muy serio y perfeccionista, hasta que este paró y se giró a verme —Sé perfectamente que Paul y tú están saliendo– me dijo, y yo asentí tontamente con la cabeza —Puedo entender que mi hijo sea gay, de cualquier forma ya lo sospechaba– continuó explicando, hablaba tan lentamente que me sentía como un niño indefenso a punto de recibir un regaño —Lo que no puedo entender, es como un muchacho como Paul se ha enamorado de un marino– pasé saliva notoriamente.

    —No entiendo a que se refiere, señor– contesté tras un largo silencio —Te lo diré directamente, niño ¿Qué esperas obtener de mi hijo?– me quedé en silencio, aún sin entender a que se refería el papá de Paul —No es común que un marino esté aquí por más de dos meses, y mucho menos que se enamore de alguien como Paul, así que dime ¿Qué quieres hacer con mi hijo?–

    —Si insinúa que estoy usándolo para obtener placer o dinero se equivoca, señor– contesté firmemente —No te quedarás en Liverpool toda la vida, conozco a los de tu tipo, solo vienen aquí a embarazar mujeres y después de eso salen huyendo como cobardes ¡Y no permitiré que uses a mi hijo!– gritó su padre, pero esta vez no tuve miedo en contestar —Lo que le digo es cierto, amo a Paul, y amo al océano, pero nunca cambiaría a Paul por nada del mundo, soy capaz de quedarme aquí por siempre si es que Paul me lo pide– el papá de Paul enarcó una ceja y me analizó —Veremos si es cierto, Lennon– su papá se dio media vuelta y salió a paso firme del barco. Solté un suspiro de alivio y decidí que no le diría nada a Paul sobre la aterradora visita de su padre.

Get back to Liverpool [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora