Introducción

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"Nuestros caminos tuvieron que separarse, pero siempre que levante la mirada y vea las nubes en el cielo, sabré que en alguna parte tu estarás también pensando en mí".

-Vete!! Ya estoy cansado de cuidar de ti!!.-

-Minie...-

Aprieto los labios cuando veo como las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas, estoy a punto de jalarlo a mis brazos, y consolarlo como siempre hago cuando se cae y se lastima sus rodillas; pero no, ahora no debo hacerlo.

Respiro hondo. Intento no mostrar lo que realmente estoy sintiendo, lo único que quiero es que él se vaya, que acepte irse con esos señores que han venido a adoptarlo, se ven que son personas amables, con dinero, con posición social, ellos podrán cuidarlo mejor que yo.

-¿Crees que ha sido fácil tener que cargar contigo éstos años? Por favor Hyung Joon, tengo 9 años, ¿Por qué tengo que cuidar de un niño de cinco? Yo también soy un niño!.-

-Pero tú dijiste que siempre estaríamos juntos...-

Diablos! Tengo que aprender a no hacer promesas de ese tipo, soy un niño, realmente esperaba estar con él siempre, pero hoy que he visto la forma en que esa pareja lo anhela como hijo no puedo mantener mi promesa.

-Dijiste que cuando creciéramos íbamos a vivir juntos...- toma mi mano, de nuevo tengo que apretar mis labios para no sucumbir ante mis ganas de abrazarlo

-Estaba mintiendo...- me encojo de hombros puedo ver en sus ojos el asombro.- siempre estas llorando, creí que si no te decía eso nunca dejarías de llorar, es un fastidio tener que escucharte.-

-Minie...- murmura

Me doy la vuelta para darle la espalda. No quiero verlo, puedo escuchar que está llorando. Los minutos se me hacen eternos, finalmente escucho que camina hacia la puerta.

-Se que estas mintiendo...- me dice.- te voy a escribir todas las semanas...- dice antes de salir de la habitación

No puedo más, dejo salir mis lágrimas. Es un tonto, ¿cómo puede seguir creyendo en mis palabras después de todo lo que le dije? Muevo un poco las cortinas de mi habitación para observar como esa señora lleva a Joonie tomado de la mano hasta su auto.

Doy un paso hacia atrás cuando Joon se gira un poco para ver hacia mi ventana, me escondo, no quiero que me vea, no ahora que estoy llorando. De nuevo veo entre las cortinas, el motor del auto está encendido, pronto se pone en marcha.

Me recargo en el marco de la ventana, aún llorando, observando como ese vehículo lujoso se lleva a mi pequeño Joonie. Limpio con mis manos las lágrimas que caen en mis mejillas. Levanto la vista para ver las nubes en el cielo, las mismas que veíamos por horas jugando a darles formas.

Sé que soy muy niño, pero mi corazón se siente como si se hubiera la mitad de él con Joon. Tal vez ha sido así, tal vez deba entonces recuperar mi otra mitad, algún día lo haré, cuando pueda darle todo.

-Algún día bebé...- murmuro mientras veo las nubes en el cielo.

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Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora