Capitulo 30

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Woo Shik (POV)

Sonrío levemente apenas salgo de la oficina. Veo de reojo al interior de la misma, Hyun Joong está entrando al despacho, de nuevo no puedo evitar sonreír. Satisfecho y feliz por lo que ha ocurrido. Suspiro hondo.

— Sabía que caerías... - murmuro

Camino hacia el elevador, una vez adentro saco mi celular para marcar. Muerdo mi labio inferior mientras espero a que contesten.

— ¿Sí?

— Hey Seo Joon...

— ¿Dónde estás? ¿Por qué no llegaste anoche? Te estuve esperando- sonrío

— Surgió algo, ya te contaré, ¿nos vemos para desayunar? Tengo algo importante que decirte.

— Bien, ¿te parece en una hora en el lugar de siempre cariño?

— De acuerdo.

Corto la llamada. Llevo una mano a mis labios recordando los besos de Jung Min, deslizo poco a poco mi mano de mis labios a mi cuello, a mi pecho... muerdo mis labios al recordar sus caricias.

— Eres mío Jung Min...- murmuro de nuevo mientras llevo una mano a mi abdomen y cierro los ojos.

Ki Bum (POV)

— Vamos, despierten jóvenes, tenemos muchas cosas que hacer el día de hoy.

Abro los ojos cuando alguien entra a la habitación que comparto con otro jovencito en el Centro de Rehabilitación. Me incorporo en la cama observando al enfermero dejando sobre nuestros escritorios algunos medicamentos.

Aprieto mis labios, ansioso de ir hacia ahí para cogerlos y tomarlos de una buena vez. Pero al ver que el otro jovencito no lo hace, me contengo. Suspiro hondo y me levanto para tender mi cama tal y como lo hace mi compañero de cuarto.

El Centro de Rehabilitación es bastante amplio, en cada habitación hay tres camas, debido a que los pacientes que llegan aquí, ya están en su mayoría controlados, solo vienen a recibir atención psicológica y esas cosas para que no reincidan, o caigan en la tentación de tomar drogas. Hay habitaciones especiales para quienes aún no pueden controlarse, sé que hay algunos pacientes ahí que luego son transferidos a las otras habitaciones.

Yo llegué directamente aquí, porque al parecer yo no estoy tan mal, o eso es lo que me explicó el psicólogo ayer que llegué. La plática con él me hizo entender un poco más lo que estaba pasando conmigo, y la preocupación de mi hermano. Aunque sigo sin entender porque culpan de todo a Eli, él no hizo más que ayudarme cuando más lo necesitaba.

Termino de tender mi cama y recoger mis cosas. Me acerco al escritorio y tomo el pequeño vaso de papel, en su interior dos pastillas pequeñas. Suspiro hondo antes de meterlas en mi boca. No estoy seguro para que son, pero espero me ayuden tanto como las que Eli me daba.

Finalmente salgo de la habitación hacia el área común en donde un trabajador social se me acerca para explicarme cuales serán mis actividades durante el día. Incluye una visita a la oficina del psicólogo, una especie de reunión con otros chicos internados, y un momento de esparcimiento. Aún estoy intentando averiguar en qué consiste ese momento de esparcimiento.

El día ha pasado muy lento, ha sido realmente aburrido. Tener que ir a esas terapias ha sido lo peor, no entiendo porque debo a escuchar a otros hablar de sus problemas, o porque esos otros chicos deban escuchar los míos. Así que me reusé a participar activamente, pero tuve que quedarme y escuchar.

¿Cuánto tiempo deberé estar aquí? Ya quiero regresar a casa. Ver a mi hermano, buscar a Eli...

— Hola, no me presenté antes, ayer parecías un poco abrumado- el jovencito con quien comparto habitación me dice apenas entro

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora