Mr. and Mrs. Fantasma

S e i s

[...]

—Oh, Señor Langdon. Pase por favor.

Después del día tan estresante qué había tenido ayer, decidí venir al departamento de policía para ser interrogado.

—Tome asiento —dijo el oficial qué estaba llevando el caso

—Gracias —asentí

—Ayer le llamé por qué tenía unas cuantas preguntas qué hacerle para completar la investigación

—Lo sé, por eso es qué vine

—De acuerdo —sacó una carpeta de uno de los cajones de su escritorio y comenzó a hojearlo un momento—. Muy bien señor Langdon —cerró la carpeta de golpe—. Dígame —se acomodó en su asiento—. ¿Cuando fue la última vez qué vio a Camila Pattinson con vida?

Su pregunta me destruía él corazón y aturdía mis oídos, en estos resonaban las palabras "Última vez" y "Con vida" como si fuese un eco en mi mente. Pero me vería obligado a responder a esa pregunta, antes de venir aquí yo sabía qué eso sería lo primero qué me iba a preguntar. Esa pregunta tan determinante, qué la forma en la qué era planteada, me daba a entender qué era lógico qué ella estaba muerta.

—Hace 2 días —respondí

—Y dígame ¿Qué pasó la noche en cuestión antes del accidente? ¿La vio usted? ¿Habló con ella?

—Sí —hablé serio

El comandante de la policía me estaba pidiendo qué le contara qué había pasado antes de aquella tragedia. Pero ¿Acaso él entendía como me sentía en aquellos momentos? Ese momento para mí era difícil de relatar, era de esas historias qué solo se podían contar con un cigarro en la mano y una copa de vodka en la otra, con suerte así, me resultaría más sencillo de hacerlo, sin derramar una sola lagrima. Tenía qué tomar fuerzas de donde no las había para comenzar.

—Esa noche —proseguí—. Ella y yo, salimos a cenar fuera a un restaurante. Ella se mostraba tensa y ansiosa así qué le dije qué se relajara un poco, más sin embargo creo qué lo malinterpretó, pues habíamos ordenado dos copas de vino blanco. Y verá mi esposa no era de esas mujeres a las qué les gusta tomar alcohol hasta perder la consciencia, pero esa noche ella bebió hasta la última gota cinco copas de vino.

—¿A sí qué ella se embriagó?

—Correcto

—¿Atribuye qué lo qué le ocurrió a su esposa fue por causa de su embriaguez?

—Sí, le dije qué no tomara tanto, más no me hizo caso y continuó. Se veía tranquila y relajada para entonces.

—¿Y qué más sucedió?

—Le conté de mi despido en el trabajo, al parecer a ella eso le enfureció y salió corriendo del restaurante en dirección a casa de mi ex jefa para ir quejarse del motivo de mi despido. Traté de detenerla más no pude hacerlo, salió corriendo, se llevó mi auto, para cuando llegué al estacionamiento mi auto no estaba. Fue ahí cuando me preocupé aún más, pagué la cuenta y llamé a uno de mis amigos para qué me acompañara en su auto hasta la casa de mi ex jefa quién al llegar nos dijo qué mi esposa no había estado ahí. 

—¿Y qué ocurrió después?

—De regreso mi amigo y yo vimos mi auto chocado a un lado de la carretera, nos acercamos a ver, y fue ahí cuando supimos qué algo terrible había pasado.

—Mmm. Entiendo —comenzó a escribir en su computadora—. Ok, esas son todas las preguntas

—¿A habido noticias?