Mr. and Mrs. Fantasma

D i e c i s é i s

Él sonido de unos murmuros qué provenían del piso de abajo me despertaron. Al parecer Camil había despertado.
Me incorporé en la cama, tomé mi celular y escribí un mensaje para Johanna.

Johanna.

He traído a Camil a mi casa, ella ya está fuera de peligro, sus murmullos me acaban de despertar, iré a ver qué le sucede. ¿Matthew y tú podrían venir a mi casa? De preferencia lo más pronto posible. Aquí los espero.

Después de enviar él mensaje me levanté de la cama, salí del cuarto, bajé las escaleras y me dirigí a la sala, estaba sentada en él sillón, se veía confundida.
Y no fue hasta qué me vio bajar qué se alteró.

-Vaya, al fin despertaste ¿Dormiste bien?

Se veía confundida y desorientada.

-¿Quieres algo de comer?

-¿Quién es usted? -dijo asustada-. ¿Donde estoy? ¿Donde está Nathan?

-Oh, despreocupate, ese hombre ya no te va a hacer daño. Y éstas en mi casa, soy yo Avril. ¿No me recuerdas?

-No

-Oh descuida, eso debe ser por los medicamentos qué te Estaña suministrando ese doctor clandestino. Pronto dejarás de estar desorientada.

-¿De qué doctor clandestino me está hablando?

Me senté a su lado en él sillón.

-Vaya, al parecer te medicó tanto qué hasta ignoras la existencia de ese hombre. Qué astuto. ¿No recuerdas quién te hizo esto?

-¿Hacerme qué? No le entiendo ¿De qué doctor me habla?

-Te hablo de Nathan

-¿Usted lo conoce? Y qué yo sepa él no es doctor.

-¿Entonces sí lo recuerdas a él?

-Sí, pero él no es doctor

-Eso te dijo, en realidad lo único qué ha hecho es medicarte para mantenerte desorientada y confundida.

-Claro qué no, él lo único qué ha hecho es ayudarme. Ha sido muy buena persona conmigo. Lo qué aún no entiendo es como llegué aquí.

-Yo te traje, te salvé de las garras de ese secuestrador

-¿Secuestrador? -alzó una ceja-. Primero dijo qué Nathan era médico clandestino qué me mantiene desorientada y ahora dice qué es un secuestrador. ¿Quién le metió esas ideas en la cabeza? Nathan no me tenía secuestrada, solo me ha estado cuidando.

-Ya veo...

-Bueno...Avril, tengo qué volver con Nathan, qué de seguro se está preguntando donde estoy.

-¡No, no puedes irte! ¡No permitiré qué te vayas y vuelvas con ese sujeto! -la detuve

-Avril, debo hacerlo.

-¿Pero por qué con él? ¿Ya te importa más Nathan qué nosotros?

-Mira Avril

Él timbre de la puerta sonó. Me levanté a abrir la puerta, era Johanna y Matthew.