V e i n t i u n o

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[...]

—No sé Matthew ¿Crees qué sea buena idea tratar con él? —dije al dejar de mirar por él vidrio del auto.

—Johanna, ya estamos frente a su casa, ya no hay marcha atrás. Además Zack necesita de nuestra ayuda para sacar a Avril lo más pronto posible.

—¿Pero qué tenemos qué hacer exactamente? —me quité él cinturón de seguridad.

—Sus palabras fueron, llevar a Nathan y a Camil a la delegación para qué él asunto de Avril se aclare —bajamos del auto.

—¿Crees qué sea fácil?

—Tenemos mínimo qué intentarlo.

Matthew tocó él timbre. Esperamos unos segundos antes de qué aquel hombre abriera la puerta, nos miró un tanto apenado, es posible qué supiera perfectamente a qué veníamos por qué sabía lo qué había hecho.

—Oh son ustedes —dijo él

—Creo qué ya sabe a lo qué venimos —dijo Matthew

—Sí, por lo de su amiga.

—¿Por qué lo hizo? —pregunté

—Me amenazó ¿Qué se supone qué debía haber hecho? ¿Quedarme de brazos cruzados?

—No, pero creo qué a estás alturas ya debe de saber qué lo qué hizo fue un error y estuvo mal ¿O acaso Camil no se lo dijo ya? —dijo Matthew

Nathan no pudo responder por qué la voz de Camil decir "Hola" se escuchó al fondo.

—Matthew, Johanna ¿Qué hacen aquí? —dijo estando al lado de Nathan.

—Venimos por ti Camil —dijo Matthew

—¿Qué ocurre?

—Se trata de Avril, está encarcelada por qué este sujeto la demandó —respondí

—¿Qué? —parecía impresionada con la noticia—. Pero ¿Como está ella?

—Ni siquiera su esposo lo sabe —respondí.

—¡Nathan! ¡¿Como fuiste capaz de hacerle eso tan horrible a una de mis amigas?! ¡¿Qué tienes en la cabeza?!

Camil le comenzó a reclamar a Nathan.

—Traté de decírtelo, además, ella fue la qué me amenazó ¿Qué más pude haber hecho? Solo actué como cualquier otra persona lo haría de estar en mi situación.

—Fue un error eso qué hiciste —dijo Camil

—Un error qué arreglará, acompañenos —contesté

—¿A donde? —preguntó

—A la delegación a arreglar este asunto

—Entonces yo también voy —dijo Camil

—Camila, creo qué lo mejor sería qué te quedaras aquí —dijo Nathan

—Es necesario qué ella esté presente —le dijo Matthew

Nathan ante el disgusto qué ya de por sí le había causado a Camil, no tuvo otra alternativa qué aceptar.
Una vez qué llegamos a la delegación pedimos ver a Avril, se encontraba encerrada en una celda y al vernos se mostró más calmada.

—Qué bueno qué llegaron —dijo Avril, se sostuvo de los barrotes

—No podíamos dejarte aquí metida Avril —contesté.

—¿Tú esposo donde está? —preguntó Matthew.

—Fue por él abogado

—Creo qué ya no será necesario Avril —dijo Camil—. Por qué aquí Nathan me prometió en el camino qué arreglaría las cosas. ¿Verdad Nathan?

Mr. and Mrs. FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora