Mr. and Mrs. Fantasma

U n o

Sonó el despertador, el cual al tercer timbre apagué. Me incorporé en la cama y bostecé.
Tomé mi celular de la cómoda, había un mensaje de mi jefe.

"Señora Pattinson, los promotores de la editorial ya están aquí. Llegaron antes de lo imprevisto. Debe darse prisa."

Su mensaje me dejó impactada, revisé la hora.

08:23 am

—Dios, ya es tardisimo

Me levanté de la cama, tomé mi bata y me la coloqué.

—Cariño, despierta —corrí a mi armario—. Ían —tomé algo de ropa y corrí a la puerta

—¿Qué ocurre querida? —se incorporó en la cama

—¡Tyler, Eiza, levantense ya! —grité desde la puerta y volví a entrar a la habitación a toda prisa

—¡Sí mamá! —se escuchó a lo lejos

Ían me miraba sin saber el por qué de mi prisa.

—¿Qué te ocurre querida?

Entre al baño

—Pasa qué los promotores de la editorial les dio por madrugar hoy, y si no llego a tiempo se irán —dije

—Tranquila, todo irá bien —se levantó de la cama y se estiró

—Espero qué sí —salí del baño ya vestida—. ¿Hoy verás a la señorita Olivia? —me senté frente al tocador y comencé a peinar mi cabello

—Sí, no sé qué quiera, ayer dijo qué tenía qué hablar conmigo sobre mi proyecto —abrió la ventana

—Genial, espero sea para algo bueno —comencé a maquillarme—. ¡Tyler, Eiza! ¡¿Ya están despiertos?! ¡Se les hace tarde para la escuela! —grité

No hubo respuesta

—Querido —me puse de pie y tome mi bolso—. ¿Puedes ir a ver si ya están listos? Tengo qué hacer el desayuno —tomé unos papeles de la encimera

—Claro, despreocupate —sonrió y me detuvo antes de qué saliera por la puerta—. Todo irá bien —me besó

—Espero qué sí —respiré profundo y ambos salimos de la habitación.

Corrí a la cocina a preparar el desayuno. Después Ían bajó y se sentó en el comedor.

—¿Y bien? —serví cereal en dos tazones

—Ya están listos, les dije qué bajaran en 3 minutos

—Bien —tomé ambos tazones y los llevé a la mesa—. ¡Chicos, el desayuno está listo! ¡Dense prisa qué se enfría!

—¡Ay querida! —rió—. Pero sí es cereal con leche ¿Como se va a enfriar?

Entré de nuevo a la cocina y me preparé un licuado de frutos rojos. Al poco tiempo mis hijos bajaron.

—¡Buenos días! —dijo Tyler al sentarse a la mesa

—¿Como dormiste hijo? —bebí mi licuado de casi un trago

—Bien mamá

Mi hija Eiza apareció en el comedor poco después.

—Mamá ¿Qué te ocurre hoy? —me miró impresionada

Salí de la cocina.

—Tú mamá está apurada por qué se le hace tarde para su trabajo —dijo Ían