Recuperando fragmentos

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-¡Camina!- exclamó fastidiado el joven líder por enésima vez.

-¿Puedes dejar de gritarme?... voy lo más de prisa que puedo- reprochó molesta la colegiala, toda la mañana había sido igual, el engreído sujeto la despertó temprano cuando más profundamente dormía, y ni siquiera habían tenido tiempo de comer nada, pues a él no le apetecía. Habían caminado por más de dos horas y no sentía ni el más mínimo rastro de los fragmentos de la perla...

El mercenario la ignoró por completo y prosiguió su marcha en el mismo ritmo, siendo seguido de cerca por la cansada chica...

-Y bien... ¿hacia dónde?- preguntó al detenerse al borde de un precipicio al cual habían llegado, desde ahí tenían amplia visión de un muy extenso territorio, el bosque, planicies, todo reverdecido y aparentemente en calma...

-Mmm... pues...- mencionó viendo el panorama, la verdad no tenía idea, pero no podía decirle eso... si por algún motivo Bankotsu suponía que lo estaba engañando, seguro la mataría... -...por aquella dirección...- dijo señalando con su mano hacia la derecha, siendo consiente que por ese camino sería más fácil bajar de la cumbre en la cual se encontraban, además, por ahí había un río y ella pensaba ya en comer algo y en descansar... aunque el orgulloso sujeto no quisiera.

-Andando entonces...- dijo sin preguntar más y retomó su andar, siempre con su fiel arma al hombro...

Kagome suspiró cansadamente... "esto va a ser realmente difícil... con los chicos la búsqueda nunca había sido tan pesada" , comenzó a caminar siguiendo los pasos del moreno, se resignó, pues el viaje recién comenzaba...

-Creo que deberíamos detenernos a comer algo...- se atrevió a mencionar al no ver interés alguno del moreno en hacerlo.

-¡Como fastidias!...- exclamó molesto deteniendo su marcha y volteando a verla -... permíteme informarte... que no eres tú la que decide ese tipo de cosas... - agregó dirigiendo sus pasos hacia la joven -... aquí solo eres mi prisionera, y el día que dejes de servirme en mis propósitos... mueres.- sentenció fríamente el mercenario, mientras sostenía su barbilla con su mano, obligándola a mirarlo.

-Pues prefiero que me mates, a morirme de hambre...- dijo convencida, girando su rostro y soltándose de su agarre, ella era igual o más orgullosa que el peligroso tipo -... además, estas vivo, ¿no? ¿qué no tienes hambre?- preguntó caminando hacia el río, para proseguir a quitarse sus zapatos y calcetas escolares y entrar en élEl joven líder frunció el ceño en respuesta, al parecer esta jovencita valoraba muy poco su vida... segundos después la siguió y con una extraña tranquilidad de su parte, la observó batallar con un par de peces que pasaban entre sus piernas...

-Mph... ¿y así piensas conseguir alimento?- preguntó con burla el mercenario, que había encajado a banryu en el suelo, y se recargaba de brazos cruzados en el grueso tronco de un gran árbol a orillas del rio.

Kagome prefirió ignorarlo, como muchas veces en el día él lo había hecho con ella... sabía bien, que solo con sus manos muy poco lograría, o mejor dicho nada... pero prefería intentarlo a seguir sin comer.

Los peces parecían divertirse pasando bajo ella... pasaron varios minutos y Kagome seguía con nulos resultados, Bankotsu veía con cierto interés los torpes movimientos de la joven, aunque el perder el tiempo comenzaba a desesperarlo...

-Ahora sí... esta vez no te me escaparás...- habló la azabache al referirse a un pez al cual había tomado por la cola, pero que se resistía a salir del agua... era definitivamente un pez grande y fuerte, se movía salvajemente entre las manos femeninas que no lograban sujetarlo en forma definitiva... varias sacudidas más y fue el pez quien logró vencer a la azabache al saltar de sus manos nuevamente al agua, y haciéndola caer de sentón al poco profundo río...

Más que el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora