Más que el destino

sin voltear atrás

-¡Kagome!... Kagome, eras tú...- y despertó en un grito la canosa mujer, sobresaltando a sus jóvenes huéspedes...

-¿Se encuentra bien anciana Kaede?- preguntó preocupado el joven monje acercándose y sosteniéndola por la espalda, ya que parecía dificultarse su respiración.

-¿Qué ocurre? ¿por qué todo ese ruido?- preguntó somnoliento el pequeño kitzune mientras se acercaba a la exterminadora que observaba atenta a la anciana.

-Señora Kaede ¿se encuentra bien?- cuestionó la castaña apenas la vio reponerse de su agitado estado.

-¿Qué ocurre?- preguntó de pronto el peliplata mientras llegaba intempestivamente al lugar.

-Es Kagome...- mencionó débilmente la añeja mujer dejando casi paralizado al hanyou.

-¿Acaso soñó usted con ella?... Sí, a todos nos tiene preocupados...- añadió la castaña mientras encendía una pequeña vela para estar mejor iluminados.

-Me temo que no fue un sueño...- dijo atrayendo a ella las miradas curiosas de los oyentes.

-¿A no?- cuestionó intrigado el monje.

-No...

-¿A qué te refieres anciana?- preguntó molesto el hanyou, quien últimamente solía perder demasiado rápido la compostura en cuanto al tema de la azabache se refería.

-Fue... un recuerdo - mencionó, sorprendiéndose ella misma por el hecho.

-¿Cómo es posible?¿sabe acaso dónde está?- preguntó la exterminadora.

-Eso temo...- respondió dejando en total silencio la pequeña cabaña -...Kagome... Kagome, no se encuentra aquí... ella... ella está en el pasado...

-¿Qué?¿cómo es eso posible? Se supone... que este es el pasado para Kagome...- interrumpió el kitzune sin comprender.

-No lo sé... pero estoy segura... la vi... hablamos... ella me reconoció, pero en ese entonces yo no la conocía... no pude ayudarla.

-¡¿Ayudarla?!... ¿Es que acaso Kagome está en peligro?- preguntó sumamente preocupado el ojidorado, mientras se acercaba a la anciana mujer y la movía bruscamente buscando obtener sus respuestas.

-¡Basta ya Inuyasha!- dijo Sango al acercarse más a ella.

-¡Hablé!- exigió el hanyou al soltarla.

Ella asintió con la cabeza - ese día Kagome se veía muy mal... estaba llorando, se veía sumamente triste, su aspecto no era el mejor y su ropa estaba sucia... algo me dice que necesitaba mi ayuda.

-¿Qué más?- apresuró el híbrido al verla hacer una pausa, e intentar seguir recordando.

-Ella estaba con... ¿Bankotsu?- recordó el nombre del sujeto que se llevó a la fuerza a la azabache.

-¿Ba- Ban...kotsu?- preguntó Sango entrecortadamente por el temor que le provocó haber escuchado bien...

-Sí... ese es el nombre... de uno de los siete guerreros ¿cierto?- cuestionó la anciana, pues ella había escuchado hablar de ellos, pero nunca los conoció.

Inuyasha se levantó bruscamente y se tensó de inmediato "No puede ser... Kagome"

El silencio que se formó en el lugar, le dejó claro a la anciana la lamentable verdad... temiendo ella, al igual que todos, por el incierto destino de la azabache... estar en ese tiempo y en las manos de Bankotsu era terrible... Kagome no tendría a nadie... estaría sola e indefensa en ese lugar y a merced de ese despiadado asesino.