El hombre sonrió. —Haces sonar eso como algo malo.
Hice una mueca y volví la vista hacia el tecno-bolso
con nuevo agradecimiento. —¿Qué está pasando?
—Soy el mensajero. Sólo hago los mandados para el Sr.
Manssur.
—¿Es esa una bonita manera de decir que espías para él?
¿Descubres los secretos sucios de las personas para que él pueda
usarlo contra la gente y seguir jugando sus juegos? —Abe parecía
saber todo de todo el mundo, en especial política de la realeza. ¿De
qué otra manera podría lograrlo sin tener ojos y oídos en todas
partes? Digamos, ¿en la Corte? Por todo lo que sabía, él tenía mi
habitación cableada con micrófonos.
—Espionaje es una palabra ruda. —Noté que el tipo no lo
negó—. Además, él paga bien. Y es un buen jefe. —Se giró de mí,
trabajo hecho, pero dio una última advertencia—. Como dije, tiene
plazo de vencimiento. Lee la nota tan pronto como puedas.
E
448
Tenía casi decidido lanzársela al tipo. Me estaba acostumbrando
a la idea de ser la hija de Abe, pero eso no significaba que quisiera
ser atada a algún loco proyecto suyo.
Un bolso de equipo de computación parecía premonitorio.
Sin embargo, lo acarreé de regreso a mi suite y vacié el
contenido sobre la cama. Había unas cuantas hojas de papel, la de
arriba era una carta de presentación escrita a máquina.
Rose,
Espero que Tad haya sido capaz de hacerte llegar esto de
manera oportuna. Y espero que no hayas sido demasiado mala con
él. Estoy haciendo esto en nombre de alguien que quiere hablar
contigo de un asunto urgente. Sin embargo, es una conversación
que nadie más debe oír. La laptop y modem satelital en este bolso
te permitirán tener una conversación privada, siempre y cuando
estés en un lugar privado. He incluido instrucciones paso-a-paso
sobre cómo configurarla. Tu reunión tendrá lugar a las 7 A.M.
No había nombre en la parte inferior, pero no necesitaba uno.
Dejé la carta y me quedé mirando el revoltijo de cables. Las ‚siete‛
estaban a menos de una hora de tiempo.
—Oh, vamos, anciano —exclamé.
Para crédito de Abe, los documentos de acompañamiento
tenían directivas muy básicas que no necesitaban del conocimiento
de un ingeniero de computación. El único problema era que había
un montón de ellos, detallando dónde iba cada cable, con qué
contraseña acceder, cómo configurar el modem, y así sucesivamente.