Mario Bautista
Me paré rápidamente de mi lugar y tome a ___________ del brazo para que se levantara. Teníamos que correr antes de que nos atrapara. ___________ me miro con una cara de pocos amigos. Creó que había sido un poco brusco.
— ¿Qué sucede? —me preguntó.
— ¡Corre!
— ¡¿Por qué?! —pregunto muy confundida.
—La señora de la toalla nos a descubierto. Tenemos que correr por nuestras vidas, ¿entiendes eso?
Ella sólo se giró para comprobar si era cierto lo que yo decía. Cuando se percató de que era verdad comenzó a correr junto a mí. Llegamos hasta la orilla de la playa. Ahora corrimos hacía dónde habíamos dejado mi preciado lamborghin.
— ¡NIÑOS VENGAN AQUÍ! —gritó la señora detrás de nosotros.
Esto parecía una película de terror. Pareciera como si un monstruo de dos cabezas nos estuviera persiguiendo para ser triturados en pequeños pedazos y ser comidos por ella.
Estábamos a nada de llegar a mi auto y la señora cada ve se acercaba más. ¿Cómo puede correr tan rápido? Debe tener algún súper poder o algo.
Un descuidó provocó que cayera al suelo. ___________ se giro y pude notar como trataba de reprimir su risa. Ella era muy mala en eso.
—Mario levántate, —dijo entre risas. —Ahí vine la señora.
Trató de ayudarme a levantar pero cuando lo consiguió la señora se fue contra mí. Literal sentí como mis órganos salían volando. Después de esto pareceré tortilla mal hecha.
______________ se quedó mirando incrédula el momento. Ella no paraba de reír.
La miré con cara de "haz algo por favor" para que tratara se ayudarme en lugar de estar riéndose de esto. Que en lo personal no me hacía ni puta gracia.
Ella pronto se encontraba corriendo hacía mi auto. Abrió la puerta y comenzó a buscar algo. Lo que me recordó. ¿Deje mi auto sin seguro? Lo siento tanto bebé.
—Oye niño... —hablo la señora con una voz completamente escalofriante. —Hueles muy bien.
Abrí mis ojos como platos. ¿Qué?
Esto había llegado al extremo de lo paranormal. Esto era muy raro para mí.
Vi a ______________ salir del auto y correr hacia mí. Pude notar como me apuntaba con la cámara de su celular. Ella me estaba grabando. Maldita.
—Sonríe Mario.
Más que la cámara yo miraba directamente sus ojos y estos me miraban a mí también. Eran muy divertidos.
Escuche la leve risa de ___________, haciendo que el solo sonido de esta haga olvidarme de lo mal que la estaba pasando.
—Señora...—habló alguien a nuestras espaldas. No sabía de quién se trababa porque la gran persona que estaba sobre mí no me dejaba ver nada. — ¿Qué está haciendo?
____________ miraba atenta a esa persona. Su cara se puso sería.
— ¡Usted no puede acosar a menores de edad!
Por fin la señora se había quitado de encima de mí. Y agradecí a esa persona que al parecer era una policía.
— ¡Nunca me atraparán! —le grito a gorda a la policía antes de salir corriendo. Estaba a unos pasos cuando de pronto se da la vuelta para mirarme. —Nos vemos luego. —me giño.
¡Ella me giño su ojo! Eso había sido lo más escalofriante que jamás antes había vivido. Era peor que una película de terror, lo juro.
Entonces la policía fue detrás de ella.
Y yo me quedé tirado en el suelo. Mire a ___________ por unos segundos, luego ella conecto su mirada con la mía para después comenzar a cagarse de la risa.
—Anda, sigue burlándote de mí. —le dije molesto.
Aunque realmente no lo estaba del todo. Puedo negarlo pero dentro de mí se que eso había sido muy divertido.
—No seas niña, —rodó los ojos. Por un momento pensé que iba a responder "Lo soy, idiota" como ella me había respondido antes, pero la vida me dio una segunda oportunidad de mantener mi dignidad intacta y no lo hice. Giró la cámara de su celular ahora apuntando hacia ella. —Pudieron notar como a Mario Bautista no se le resiste nadie. Hasta las señoras de la tercera edad quieren algo con él.
Y comenzó a reír.
Desvíe mi mirada para que no notara mi pequeña sonrisa.
Yo por lo pronto solo negué, ella disfrutaba tanto de esto.
— ¿Nos puedes describir al tipo de chica que te gusta? —dijo ella apuntándome.
Miré la cámara y después a ella.
— ¿Quieres que te describa a la chica de mis sueños? —le pregunté mientras que me levantaba un poco del piso y me sentaba en la banqueta.
Ella asintió divertida. Y yo pensé en la chica perfecta. Esa había sido una buena pregunta.
—Bueno...—comencé a hablar. —Qué sea muy linda, tierna, que tenga bonitos ojos, hermosa sonrisa, el que tenga una linda sonrisa me gusta mucho. También que sea muy divertida, inteligente, un poco tímida y que se sonroje por pequeñas y tontas cosas...
Entonces dirigí mi mirada hacia ella.
Joder, la estaba describiendo perfectamente a ella.
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El testigo de Andrés «mb»
Fanfiction―Te manchaste la falda, hay una mancha roja detrás. ―dijo el testigo de Andrés.