______________Vega.
Así como me dediqué a buscar mi lugar en este mundo, me dediqué a buscar aquél libro que necesitaba. Lo cual era demasiado difícil. Pues, mi mente se rehusaba a olvidar aquella escena tan mortifica. Simple y sencillamente la imagen de Megan Morrison enredando sus brazos en el cuello de Mario Bautista, mientras que el agarraba la cintura de Megan se me era demasiado difícil de olvidar.
El principito era lo que necesitaba. Y por fin lo había encontrado. El problema aquí, era que estaba demasiado alto para mí.
Subí a la pequeña escalera que se encontraba a un lado mío, pero, ni eso pudo ayudarme a hacerlo. Me puse de puntillas para poder alcanzarlo. Estaba tan cerca...solo un poco más...un poquito...Mierda. Perdí el equilibrio y casi caigo al suelo, casi. Pues unos brazos me tomaron impidiendo mi caída. Mi mente indescriptiblemente deseó que se tratase de aquel chico que prefería no mencionar.
Pero no se trataba de él.
Éste me bajo de sus brazos y cuando toque el suelo lo mire. Se trataba de un chico muy guapo.
—Gra-gracias.
Mis palabras sonaban tontas al salir de mi boca. Y eran por dos razones; el, y la otra era él. Su sola hermosura me había dejado sin palabras.
—Seria genial salvar a chicas tan lindas como tú todos los días. —me dedicó una sonrisa de lado.
Maldita sea.
Si no fuera porque él me tenía aun agarrada yo me hubiera ido hacía atrás. Él era malditamente hermoso.
Me sonroje un poco ante sus palabras.
—Que linda te vez sonrojada. —pronunció entre pequeñas risas.
—No lo creó. —negué con una sonrisa en la cara.
—Yo nunca miento.
Era increíble lo lindo que era este chico. Era casi tan lindo como Mar... Joder, deja de pensar en ese peje largo ____________, por favor.
Me ordenó mi mente.
—Elliot Blair. —me dedicó su mano para que aceptara un gentil saludo.
Levante mi mano y lo salude con una sonrisa en el rostro.
—_____________ Vega.
Un chillido agudo sonó por toda la biblioteca. Y entonces alguien hablo.
« ¡El instituto Sparks está de fiesta! Nuestro querido plantel celebrara el 50° aniversario con una linda fiesta de gala. Los chicos reparen su traje y las chicas su vestido, que este viernes será la celebración. La fiesta comenzara alrededor de las 9:00 de la noche, en las canchas de básquetbol. ¡Tienen que llevar pareja! Esta vez, los chicos invitan a las chicas. Por el momento eso es todo. Nos vemos.»
No necesitaba más para saber que nadie me invitaría a mí. Era casi una tradición para mí no ir a los susodichos bailes. Tampoco era como si me llamaran la atención ir.
—Tú, ¿Ya tienes pareja? —me preguntó Elliot.
Negué un poco cabizbaja.
—No es tampoco como si quisiera un. No pienso ir al baile.
Vi su frente arrugar con confusión.
— ¿Por qué? Todas las chicas anhelan con ir al baile.
—Supongo que yo...vengo de otro mundo entonces.
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El testigo de Andrés «mb»
Hayran Kurgu―Te manchaste la falda, hay una mancha roja detrás. ―dijo el testigo de Andrés.