35.

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Penúltimo capitulo.

__________ Vega♡


Ya había pasado una semana desdé aquella noche y me sentía genial, no por haber hecho el amor con Mario, si no que él me enseño a sonreír. Ahora era más segura y fuerte. Y todo era gracias a él.

El me enseñó a sonreír siempre; aunque se me reventara el corazón y la mente no me sirviera de mucho. Sonríe, porque no sirve de mucho estar llorando en cada esquina de la habitación. Gracias a él descubrí que mi capacidad de amar es inmensa.

Como le digo que desde que está conmigo despierto con una sonrisa, que cuando tengo problemas se hacen tan chiquitos, que él me tranquiliza cuando estoy a punto de explotar y con él sé que puedo vencer el tiempo la distancia y mis miedos, como le explico que sin querer se convirtió en el hombre que quiero por el resto de mi vida, me hizo sentir cosas que ni yo sé cómo explicar.

No sabía cómo decírselo si él ni siquiera se atrevía a decirme un te quiero o un te amo, cuando yo me la vivía recordándoselos.

A veces pensaba que él nunca me iba a pedir que fuera su novia, que él no quería una relación formal conmigo.


♡ Mario Bautista♡


—Es que no sé cómo decírselo. —negué frustrado por la falta de conocimiento.

— ¿De verdad lo sientes? —me pregunto Peter.

—Siento más que eso.

—Entonces solo hazlo hombre, no lo pienses mucho.

—No sólo le diré que la amó, también le pediré que sea mi novia. —comenté.

Una horda de imágenes de mí pidiéndole a ________ ser ni novia vivieron a mi mente. Me tembló hasta el alma.

—Me parece perfecto, cuenta con mi ayuda. —dijo Peter sonriente.

—Gracias, —lo miré—. ¿Puedes hacerme un gran favor?

—Lo que necesites.

— ¿Puedes comprarme una caja de chocolates, bueno que sean dos...

— ¿Le gustan mucho los chocolates?

—No, la otra es para mí, —el rodó los ojos y negó divertido—. También una docena de flores, globos y esas cursilerías que le compran los chicos a las chicas.

— ¿Para cuando quieres todo eso?

—Para mañana. Y también necesito la ayuda de tu noviecita Sofía.

—Sofía no es mi novia.

—Entonces de tú no novia Sofía.

Negó poniendo los ojos en blanco.

— ¿Qué quieres?

—Qué le digas que tiene que llevar a _________ al parqué que se encuentra cerca de su casa. Ahí le pediré que sea mi novia.

Al día siguiente

Ahora sí Mario, hoy era el día.

Sentí mis piernas temblar, en cualquier momento ________ llegaría al parqué y yo sentía que se me iba a salir el alma de la emoción.

Nunca antes me había sentido tan nervioso, y es que ella solo puede causar esto en mí.

Tomé el las rosas entre mis manos con más firmeza, mientras que mis amigos sostenían el gran cartel que decía las palabras que tanto deseaba decirle.

Mi corazón comenzó a acelerarse al notar a lo lejos una silueta familiar. Era ella. Se veía tan confundida, volteó a todos en busca de alguien familiar y cuando miro al frente sus ojos se abrieron como platos mientras que llevaba sus manos a su boca.

Miró a los lados del carrete para fijarse de que no viniese un carro para poder cruzar y venir hacía mí.

Y entonces todo pasó tan rápido.

De repente una camioneta se detuve delante de ella y el conductor bajo la ventanilla dejando a la vista la cara de Mandy, la loca Mandy. Ella me mando saludos con maldad en ellos.

Mi corazón se detuvo en ese mismo momento. Solté las rosas y comencé a correr lo más rápido que pude hacia ella. Sentía que mis piernas jamás iban a llegar hasta allí.

—¡_______! —le grité. Y entonces unos hombres salieron de allí y colocaron sobre su nariz un pañuelo — ¡NO!

Corrí hacia donde se había dirigido el auto, pero ya se había alejado demasiado.

— ¡NO! —volví a gritar mientras sentía aquella sensación de impotencia en mi pecho.

Se la llevaron.

El testigo de Andrés «mb»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora