- No me mates - murmuré - No le he hecho nada a nadie.
- Será rápido, me han mandado y si no lo hago, me matarán a mí.
- No es justo, yo no he hecho nada malo, por lo menos explícame porqué.
- No te voy a decir nada, yo sólo cumplo órdenes.- rugió...
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Nikki y yo nos habíamos quedado dormidas desde las 5:00 pm, habíamos visto un maratón de Harry Potter, donde pasarían las últimas películas del dichoso niño. Caímos rendidas a dicha hora.
Volteé mi cuerpo para seguir durmiendo, pero algo extraño hizo que despierte. Mis vellos se erizaron, me senté en la cama restregandome los ojos, mi cabello estaba desordenadamente lacio. Colgué mis pies en la cama, aún no me había despertado bien, debían de ser las 10:00 pm y no me equivocaba. Mojé mis labios con mi lengua y me levanté caminando hasta la cocina. Encendí las luces y frente a mi, apareció el amigo de Balthasar. Mi corazón dió un vuelco. Me eché para atras por instinto, solo escuchaba en desmesurado palpitar en mis oidos. Sonrió.
-oh, no te asustes pequeña rubia.- alzó sus manos.- no vengo a hacerte daño.- susurró. Sus palabras no me calmaron.- soy Nicholai Battle.- extendió su mano, yo desconfiada extendí la mía me dí cuenta de que temblaba. -amigo de Balthasar.- obviamente.
-¿Qué quieres?.- pregunté. Miró hacia mi habitación.
-vine a ver a tu mejor amiga.- señaló, negué.
-no le harás daño.- advertí, me miró.
-¿daño?.- sonrió.- Nikki me pareció muy linda, no creo que se merezca eso.- habló suave y lo observé. Se veía igual de frío que Balthasar, pero me da la impresión que no es así. Me relajé o al menos eso traté. -espero y me dejes hablar con ella, me gustó charlar con ella ayer.- Junté mis cejas.
Ahora la duda se infiltró en mi cabeza.
-¿Qué?, espera. ¿de donde la conoces?.- pregunté estupidamente.
-ayer Balthasar y yo fuimos a buscarlas a aquella discoteca o club, como sea que se llame.- pausó.- la conocí ahí, cuando la traje.- Junté mis cejas y miré al piso.
-osea, que ustedes nos trajeron.- afirmé y él asintió. Los dos miramos a la habitación, la señalé en modo de invitación. Sonrió en modo de gracias.
-no la muerdas por favor.- me miró.
-sería un irrespeto abusar de tu confianza.- sin querer se me escapó una sonrisa sin mostrar los dientes. Si que era educado, no como el otro salvaje.
¡¿Pero qué hago?!, ¡estoy dejando a mi amiga sola con un vampiro!. ¿Dónde tengo el cerebro?, en el trasero seguro.
Caminé hacia la habitación. Escuché gritito, corrí hacia ella.
-¿es mi cumpleaños Jo, o que?, para que me venga a despertar tremendo papasito.- escuché la risa de Nicholai.
-soy Nicholai, ¿no me recuerdas?.- pregunto el sentándose en la cama. Ella negó. -nos conocimos ayer.- explicó.-bueno, estabas muy borracha.- sonrió este. Veía a Nikki sonreír como tonta, esto sí es extraño. Y ella ni siquiera se pregunta que hace aquí.
