Capítulo 19.

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Debo de ser la persona con más mala suerte del mundo

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Debo de ser la persona con más mala suerte del mundo.  Nunca lograré salir de una situación ilesa.

A Erika se le ocurrió la hermosa idea de ir a comprarme ropa lo que yo negué inmediatamente, pero ella ni me hizo caso. Nikki no dudó en acompañarla y obligó a Nicholai a irse con ellas. Mientras que Balthasar no se ha aparecido por ningún lado, no me viene a visitar y eso se lo agradezco. Mientras tanto yo aun sigo en cama, mi trasero ya se debe de haber planchado.

Ya estoy lista para pararme de esta cama, pero desde que Erika o Nikki me ven poner aunque sea un dedo fuera de la misma, me dicen que no, que aún tengo que guardar reposo. Ya estoy harta de estar inmóvil como un maldito vegetal.

Miraba la televisión muy entretenida. Pasaban Doctor House y ese si es un maldito loco. Pero de pronto siento un frío considerable, la ventana se abrió lentamente ya que era de doble puerta y estaba semi abierta. La miré, seguro fue el viento. Pero empezó a entrar el frío, mucho frío, miré el suero y decidí llevármelo hasta allí y cerrar la puerta, volver y luego colgarlo de nuevo. Deslicé mis piernas por la cama y toqué el  piso con mis dedos, los empuñé al sentir lo frío que estaba. Pero los puse de nuevo ignorando el grado de este, miré el suero y me levanté de la cama, quitandolo, colgaba de una de las maderas de la misma y llevándolo con mucho cuidado hasta el la puerta del balcón. La iba a cerrar, pero alguien estaba parado allí ya. Era una mujer. Su cabello era largo y ondulado. Giró su rostro y la miré.

-Natasha.- me eché para atrás. Bebía algo en un vaso de cristal, sonrió maligna al verme.

-te sabes mi nombre, seguro soy famosa

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-te sabes mi nombre, seguro soy famosa.- dió otro sorbo, tragué saliva. Era más atractiva en persona, tenía un aire malvado que me asustaba, estaba vestida de negro y llevaba unas botas super altas, que si yo caminaba con ellas, me caigo de boca.

Caminó hacia mi, mientras yo caminaba hacia atrás. Me miró de arriba a abajo.

-bajita, rubia y más o menos bonita.- alzó una ceja.- esperaba más de ti, cazadora.- Junté mis cejas confundida. Sentía un cierto temor, ella era hermana del que me anda buscando para matarme. El príncipe vampiro. Creo que estoy a sólo unos pasos de la muerte pensadolo mejor, ya que desde que ella salga de aquí, irá a contarle a su hermano que yo me encuentro en este lugar. Los nervios crecieron. Mi preocupación estaba a flor de piel, ella lo notó y caminó hacia mi.

-¿Qué quieres?.- pregunté mirando todos sus movimientos, no dejaba de echarme para atrás, hasta que choqué con la madera de la cama y caí sentada en la misma.

El suero lo tenía en mi mano con mucho cuidado. Lo miró.

-quería conocer a la cazadora tan famosa que supuestamente matará a mi hermano, pero mirándote y...- se interrumpió  para señalarme con su mano libre.-me decepciona lo que veo.- no sé por que no me afectaba lo que me decía, quería ver hacia donde llegaba, se acercó hacia mi y cogió un mechón de mi cabello e hizo un rollo con ellos. -eres muy poca cosa para reemplazarme.- me susurró sonriendo, la observé. Sonreí mirándola, su rostro se ensombreció en duda.

-wao, tan poco hablamos y ya me dejaste ver que eres insegura.- yo y mi estúpida e irracional estupidez, si es que existe el término. ¿Cómo puedo hacer eso?, ¿meterme con una vampiro en la manera en que estoy?, y si no fuera así, como quiera soy debilucha y pequeña. No llegaría ni en sueños a patearle  el trasero.

-muy valiente.- me miró mal mientras soltaba el mechón de un tirón. La miré atenta y se bebió de un trago el licor de su vaso, lo estrelló en la pared violentamente, me sobresalté. Me miró sonriente. Pero esa sonrisa era maligna y no muy amistosa. -todo lo que ves aquí.- miró hacia arriba.- es mío, mío y mío.- Junté mis cejas, no entendía nada, ¿acaso está demente?.- soy la que dice hola y Balthasar vuelve conmigo, como un perrito detrás de mi.- alzó una ceja victoriosa mientras sonreía. Yo solo la miré como si estuviera loca.

-¿Qué te ha hecho pensar que tengo algo con Balthasar?.- alcé una ceja. Su sonrisa desapareció, de pronto su mano está ahorcandome fuertemente.

-no me tomes el pelo, teñida.- rugió poniendo sus ojos rojos.

-para mi es fácil hacerlo.- ¡por Dios!, ¿acaso estoy loca de remate?, ella es una vampiro y se ve que muy loca y yo hablando mierdas como si yo fuera una maldita valiente y no lo soy, lo reconozco.

Sus cavidades respiratorias se expandieron en busca de aire, estaba furiosa. De eso estaba segura. Me tiró hacia atrás, haciendo que me acostara, me empezó a asfixiar. Tosí y agarré su mano, no sé de donde saqué la fuerza o la agilidad, saqué su mano de mi cuello rápidamente, nos miramos al mismo tiempo, las dos estábamos en shock  por lo que acababa de hacer. Pero antes de que ella me diera algún golpe, con mis dos pies la empujé y ella chocó de la pared. Abrí los ojos, ¿qué diablos me pasa?.

Ella cayó en el piso boca abajo pero se incorporó  muy rápidamente, me miró con furia, corrió hacia mi, ni siquiera la ví, solo se que en dos segundos ya estaba pegada en el suelo, el suero se había caído en el piso y la sangre había salpicado un poco la cama.

Hizo que me diera tres veces fuertemente en la cabeza, empujandome y halandome. La miré con furia y trepé  en su mismo cuerpo, rodeando su cuello con mis piernas. Y ejerciendo todo mi peso hacia abajo, caímos las dos, pero su cuello estaba entre mis piernas y yo estaba ejerciendo fuerza contra el.

Ágilmente se escapó y me dió par de patadas en la espalda, yo traté de incorporarme dando una voltereta, ella corrió hacia mi, trató de golpearme, pero yo era mas rápida que ella y evadí los golpes y para finalizar, aprovechando que estaba a unos centímetros del balcón, le dí una patada que voló hacía atrás y salió por el balcón, me acerqué al mismo y miré hacia abajo, se había levantado. Me miró furiosa.

-yo te mataré.- escuché que dijo. No respondí, solo se volteó.

Natasha desapareció al instante. Por primera vez salgo de mis problemas ilesa, miré mis manos impresionada, aún no lo podía creer. Me parecía imposible. Ahora me toca preocuparme por que ya sabe donde estoy. Mis horas están contadas.

Entré a la habitación y miré el suelo salpicado, la bolsa del suero había explotado al caer al piso, cogí la primera toalla que ví y empecé a limpiar. La puerta se abrió de repente cuando ya tenía casi todo limpio. Nicholai, Nikki y Erika me observaron.

-¿quién te dió permiso de salir de la cama?.- Erika preguntó,  rodé los ojos  irritada. Si supieran.










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Opuestos  (Two Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora