Capítulo 20.

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-no debes pararte de esa cama, ¿entiendes?, es peligroso para tu salud.- regañó Erika. Yo estaba encorvada analizando cosas en mi mente, ni siquiera tenía la decencia de escucharla.

-debes de estar loca, aprovechaste que salíamos y saliste de la cama.- apoyó Nikki. Ni siquiera sabía por que tanto alboroto, solo escuchaba bla bla bla. La voz de Nikki era molesta, pero aún así no me despertaba de mis pensamientos. Todavía miraba la pared marrón sin entender mucho las cosas que me pasaron estos últimos momentos. Tenía que asimilar, no me había puesto a pensar que consecuencias traerá esto.

-no sean duras con ella, ustedes están preocupadas, pero entiendanla, que tenga una vida activa de trabajo y de repente quede postrada en una cama.- me defendió Nocholai. Las dos lo miraron con odio.

-cállate.-dijeron las dos al mismo tiempo y como si estuvieran sincronizadas, me miraron. Yo aún estaba pérdida en mis pensamientos. Yo soy una cazadora metida en casa de vampiros, vampiros que una vez me quisieron matar y pueda ser que me quieran matar aún. No entiendo aún está situación, mi cabeza está llena de dudas. Ni siquiera sé formular la duda en pregunta correctamente, para así resolver un poco de mi desastrosa vida.

Soy un desastre.

Y debo de desaparecer de aquí.

Es un poco agobiante no saber que hacer, nunca pensé que existieran todas estas mierdas sin sentido y que de un momento a otro, se te cruce esto en tu camino y no que se te cruce, también que tu seas algo raro. Un bicho extraño. Pero tampoco sabes lo que significa, ni como conllevarlo, ni como ejercerlo. Soy una imbécil. Una inútil.

Pero no fue mi intención hacer ese gran acto de magia que hice hoy. Solo sabía que debía defenderme a toda costa, no quería sentir dolor de nuevo, como lo sentí cuando me pegaron esas balas y estas se escondieron en lo más profundo de mi cuerpo. Sí, podía sentir como el metal perforaba cada célula de mi, aún inconciente.

-me costará amarrarla de la cama.- dijo Erika.

-o ponerle un sedante.- no hice caso a sus palabras, solo suspiré. Un largo y espeso suspiro.

Miré mis manos, ¿en serio soy esto?, ¿en serio peleé como lo hice?. Se me hace asombroso que yo pude hacer eso, sentía una valentía tremenda, no sentía miedo. No sentía nada.

-si tan sólo me preguntarán que realmente pasó, no estuvieran decidiendo la maldita manera de matarme lentamente, postrandome a una cama por más tiempo.- Gruñí con rabia. Sentí la mirada de las dos.

Las miré.

-casi me mata una loca, ¿y eso es lo primero que les pasa por la mente?, ¡maldita sea!.- exclamo molesta. Ellas no sabían, pero deben de preguntar antes de plantear una maldita hipótesis. Balthasar no se había movido de aquella esquina desde que las chicas empezaron a sermonearme acerca de dejar la cama estando totalmente débil. La cosa es que me sentía bien, demasiado bien. Sentía adrenalina y completa energía. Me sentia... viva. Y hace mucho tiempo en mi vida no me sentía de esa manera.

Balthasar no me quitaba la mirada de encima, quería saber que pretendía conmigo. Tenerme de trofeo o solo torturarme, mientras me guarda como devoción a su amo para luego entregarme. Tal vez sea solo malagradecida, pero pónganse en mi lugar, esto es una locura. Mi mente es un lío y nadie quiere responderme las preguntas, y no nadie, Balthasar. Cuando quiero preguntarle algo, siempre sale a la defensiva, lo que me deja desconcertada. ¿Por qué no me puede responder todas las preguntas con absoluta calma?, ¿acaso es mucho pedir?, pero no, él nunca quiere responder nada personal acerca suyo. Acerca de nuestra relación, lo que suena absurdo, ni siquiera somos amigos. Y lo peor, que esa fachada de chico frío que no siente nada, me atrae.

Quiero darme en la cabeza cariñosamente con un martillo, a ver si pienso mejor las cosas que digo, y pienso. ¿Y mis prioridades?. Bufé internamente a estar pensando tanta mierda cuando hay varias personas esperando a mi reacción o explicación de porqué respondí así. Simple, me tienen harta con la misma mierda.

Los miré.

-no entendemos.- susurró Erika mirando a todo el mundo, apretó sus dedos entre sus manos nerviosa.

Su rostro se ensombreció en pena, lo que me hizo sentir mal, ella solo se preocupaba por mi.

-Natasha vino aquí.- la habitación quedó en completo silencio. Ni los grillos se escuchaban, era un silencio muerto. La cara de Balthasar se distorsionó un poco, pero no pude descifrar lo que sus ojos y sus semblante gritaban. Solo sé que era dolor. Quiero saber esa historia de ellos dos, quiero saber por qué terminó y quiero saber por qué tengo la sensación de que Balthasar todavía... ama a Natasha. Una clase de enojo raro subió en mi desde que pensé en ese suceso, de que posiblemente Balthasar ame a Natasha, pero supe disimularlo. O eso creo.-intentó ahorcarme.- dije. Todo el cuarto permanecía en total silencio.- fue raro. Por que de repente empecé a pelear y le... gané.- miré la cara de asombro que tenían.

-¿cómo que le ganaste?.- preguntó Nicholai cruzando sus gigantes brazos.

-ella intentó ahorcarme y luego la empujé, haciendo que ella chocará de esa pared. Nos fuimos a los golpes, pero terminé tirandola por el balcón.- expliqué alzando mis hombros.

-tus poderes están creciendo.- dijo distante y medio perdido en sus pensamientos, Balthasar. Era molesto verlo y no pensar que era hermoso. Sacudí mi cabeza intentando borrar esos pensamientos estúpidos. ¡¿Qué me pasa?!.

Balthasar caminó hacia la puerta sin meditarlo mucho, lo que me dejó totalmente confundida. No entiendo su comportamiento, me siento algo... mal.

Otra vez me dí una cachetada internamente, ¡¿acaso estoy sintiendo algo por él?!. Mi vista quedó pérdida al pensar eso. No, no, y no, es imposible. Pero cada vez que lo veo es como una descarga de electricidad pasando por todo mi cuerpo. Miré la salida de la habitación que había sido abierta por él mismo. Tengo que irme de aqui, me siento un poco agobiada. Mi situación no es la mejor y quedándome aquí, no voy a resolver absolutamente nada. ¿Qué me hace pensar que ellos me ayudarán?, ¿pelearán contra su propia raza?. Aunque las razones que me dijo Balthasar sobre su familia, me convencieron, pero nunca me responde bien las preguntas y por eso siempre estoy confundida por algo.

Son cosas que me he puesto a pensar mientras estaba en cama y todo apunta a que me vaya. Dudo que Nikki se vaya conmigo. Cuando alguien le gusta no se aleja de él. Así como es de puta, es igual de intensa. Me iré. Lo haré.



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Opuestos  (Two Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora