En Mi Camino

Capítulo 1: Jones Maker Company

Viernes, el tan esperado día. Diría que muchos adolescentes esperan a que llegue el día viernes para salir de fiesta con sus amigos, ir de viaje, o simplemente pasar el día descansando en sus casas. No es mi caso, puesto que desde hace dos años prometí que de viernes a domingo trabajaría en el negocio familiar. Ahora no recuerdo muy bien el motivo de esta decisión, solo creí que sería divertido trabajar en un lugar como ese los fines de semana.

Oh, no, es claro que no fue por eso. Acabo de recordar la verdadera razón del por qué estoy trabajando. Una experiencia amorosa que acabó mal me hizo cambiar de perspectiva en mi vida, por lo que mantenerme ocupada en otros asuntos fue ideal para continuar y que algo así no me afectara.

Con respecto a la historia de amor, no fue algo sumamente grave, tal vez suene exagerado decir que acabó mal, pero es mi punto de vista y yo lo vi así.

Volviendo al trabajo, al principio era sumamente fácil, me dedicaba a sacarle copias a papeles importantes, colocaba el sello de la empresa en algunos documentos que lo ameritaban, ayudaba a cualquiera que me necesitaba, y a veces me dejaban atender a los clientes, sin embargo, con el pasar del tiempo, me convirtieron en algo que mamá llama "asistente de mercadeo y publicidad". Básicamente ayudo en lo que sea y en lo que quiera a la encargada de la publicidad de la compañía, mi mamá. Así que ella literalmente es mi jefa, tanto en la casa, como en el trabajo.

Suspiro, veo mi reflejo en el espejo y sonrío como estúpida ante ese pensamiento. Tenerla de jefa no es malo, realmente es satisfactorio, puesto que si cometo algún error el regaño no es tan estricto. Además, si necesitaba un pequeño receso se me concedía sin problema.

Un grito desesperado de la mujer que me dio la vida me saca de mis pensamientos.

–Rizvana ya te he dicho que vamos tarde y todavía no estás lista –dice mamá con desesperación. Realmente he tardado mucho, aunque el trabajo sea bueno y nunca me he quejado de el, no quiero ir hoy, no estoy de ganas­­–. Si no bajas en cinco minutos vas a quedarte y te castigaré.

Auch. ¿Escuché bien? ¿Dijo que me castigará si no bajo a tiempo? Esto es nuevo. No recuerdo la última vez que mi mamá me castigó, y menos por un motivo así de estúpido. Omitiré eso y me dedicaré a defenderme por otra razón.

– ¿Si sabes que tengo dieciocho años, verdad? Sería bastante injusto castigarme –digo observando sus ojos verdes en el reflejo del espejo y su rostro con expresión de molestia se profundiza. A Vanessa le molesta mucho que su niña haya crecido, todavía tiene esa idea en la cabeza de mi viviendo bajo su techo, bajo sus órdenes y bajo de todo lo que indique "yo soy la madre y tú la hija".

–Mientras vivas bajo mi techo se hará lo que yo diga. –Y ahí va de nuevo–. Cuando tengas tu propia casa, haces lo que quieras. –Dicho esto su rostro cambia de expresión, ahora a una mas... ¿triste? ¿Mi mamá está triste? Sale de la habitación antes de que pueda decirle algo.

No le tomo importancia a su expresión, ya que desde hace unas semanas ha estado de esa forma. Digamos que me gradué hace poco de la secundaria y me preparo para irme a la universidad en un par de meses, así que supongo que está un poco melancólica por eso.

Me doy un último vistazo en el gran espejo de cuerpo completo que se encuentra frente a mí. No luzco mal el día de hoy, solo cargo el uniforme del área administrativa de la compañía, el cual consiste en un jean negro, el mío es bastante ajustado, la camisa manga corta de chemise azul rey con el logo de la compañía en el lado derecho y mi nombre en el lado izquierdo, "Rizvana Jones" en una linda letra cursiva de color blanco. El uniforme es bastante bueno, mi mamá lo escogió.

Recuerdo lo feliz que estaba aquel día cuando papá le dijo que podría escoger el uniforme de la temporada 2012–2017. Es importante decir que el uniforme es renovado cada cinco años, ¿el motivo? Mi papá dice que así ayuda a la compañía a verse fresca y actualizada, y es la verdad. Hemos destacado de entre muchas otras compañías por los uniformes, y mamá sí que hizo un excelente trabajo esta temporada al escoger un uniforme diferente para cada área de la empresa. Digamos que todas las camisas son iguales, lo que hace cada área diferente es el color de la camisa.