Capítulo 6: Aventura... allá vamos

64 6 2
                                    


La semana ha transcurrido muy rápido, mañana comienza el tan esperado viaje para mí.

Aún no puedo creer que esté a punto de comenzar un viaje que esperé durante mucho tiempo a que se diera. No sé con exactitud qué fue lo que hizo que mis padres cambiaran de opinión con respecto a eso y tampoco ellos tuvieron una explicación lógica, pero agradezco de todo corazón a lo que sea que haya sido.

Ya no puedo esperar para dar inicio a esta nueva aventura de unas cuantas semanas.

Si, unas cuantas semanas.

Mis padres dijeron que el viaje se realizará en un período de cuatro semanas, un mes completo. Salimos de la ciudad mañana viernes, siete de agosto, y volveremos a casa el día lunes, siete de septiembre.

No podría estar más feliz con ellos.

Por otro lado, a mi mamá no se le olvidó por nada del mundo el trabajo que tengo por hacer, pero me ha dado más tiempo para hacerlo; la campaña publicitaria que se me asignó, ahora debe estar lista a mediados de septiembre. Mi mamá me ha dicho que extendió la fecha con tal de que yo haga un excelente y espectacular trabajo.

Así que aparte de disfrutar y pasarla bien en el viaje, también espero tomar toda la inspiración necesaria y crear una campaña lo suficientemente buena como para que mis padres se sientan orgullosos de mí.

Sonrío mientras tomo un pequeño cuaderno que he comprado y lo coloco dentro de mi bolso de artículos necesarios. Es allí donde apuntaré cualquier idea que se me ocurra para la campaña.

- ¿Cuándo me vas a ayudar a hacer mi equipaje? -pregunta Kevin entrando a mi habitación para luego sentarse en el sillón de espuma.

-Te he dicho que cuando termine con el mío, te ayudo.

-Pero has tardado horas. -Kevin habla con exasperación en su voz mientras lleva sus manos de forma dramática a su cara.

-Solo ha pasado una hora y media. Cálmate que estoy a punto de terminar. -Cierro mi maleta, y corro el cierre de mi bolso de mano. Le doy un vistazo a Kevin-. Listo, ya he terminado. Vamos a hacer tu equipaje. -Él se levanta contento del sillón de espuma, corre hacia mí y me jala del brazo hacia afuera de mi habitación para dirigirnos a la suya.

Como mis padres se encuentran finiquitando detalles en el trabajo, a mí me tocó quedarme con Kevin en casa y ayudarlo a hacer su equipaje. No es muy difícil, solo es un niño de ocho años, ha de tener poca ropa fácil de combinar.


***


Kevin es la prueba exacta de que no hay que subestimar al enemigo, bueno, no es mi enemigo, así que corrijo.

Kevin es la prueba exacta de que no hay que subestimar a las personas, puesto que no ha sido una tarea fácil ayudarlo a hacer su equipaje.

No sé en qué momento mi hermano acumuló tanta ropa. Me atrevo a decir que tiene la misma cantidad de ropa que yo.

Su closet está repleto de prendas que no usa, es casi una mujer. Mi hermano es un pequeño divo.

Como ha hecho conmigo, mi mamá le ha comprado cualquier cosa que esté a la moda y que a ella le parezca que lucirá lindo en él, pero tras muchas veces de hacer eso, Kevin ha acumulado cierta cantidad de ropa como para vestir a unos diez niños más por un mes.

Bueno, tal vez exagero un poco, pero si tiene demasiada ropa. Y pensar que tendría mucha más si mi mamá tuviera más tiempo libre.

La tarea de ayudar a Kevin con su equipaje la doy por finalizada después de dos horas. Tardé mucho más con su maleta que con la mía, subestime al niño.

En Mi CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora