Capítulo 28: ¿Yo celosa?

34 6 0
                                    

Me levanto muy temprano, pero como soy una lisiada temporal, decido quedarme acostada en mi cama. Debo decir que esta semana volví a mi habitación, y ha sido placentero tocar mi colchón nuevamente.

Desde que regresamos de Minneapolis el domingo, Kevin ha dormido conmigo, por lo que está aquí ahora.

Esa noche me confesó que tenía miedo de dormir solo. Creo que ahora si le está afectando la muerte de mis padres.

Él aún duerme. He notado que desde el accidente, Kevin duerme más de lo acostumbrado. En el hospital el doctor Stevens me dijo que era efecto del coma, pero ya ha pasado más de un mes.

¿Es posible que aún tenga secuelas del accidente?

Si sigue así, llamaré al doctor para preguntarle.

El sonido de mi teléfono celular me saca de mis pensamientos. Lo tomo de la mesita de noche y observó que se trata de un mensaje de texto del chico sonrisa rompe ovarios, Zac.

"Buenos días, acosadora. ¿Cómo dormiste?"

Me causa gracia el hecho de que a veces me dice acosadora, porque evidentemente fui eso con él.

De inmediato tecleo una respuesta y la envío.

"Buenos días acosado. Muy bien, ¿y tú?"

Su respuesta no tarda en llegar.

"Excelente, esta semana estuve un poco ocupado con mi auto y por eso no te he invitado a salir, pero ya estoy libre. ¿Será posible que nos veamos hoy?"

Algo que he notado de Zac es que es muy directo; él simplemente va al grano de las cosas.

Como estoy en medio de los preparativos de la fiesta de cumpleaños de Madison, creo que él será un buen apoyo.

Por alguna extraña razón, los tres raros a los que llamo mejores amigos, están desaparecidos.

Bueno, no están desaparecidos, es metafórico; digamos que están resolviendo asuntos importantes, o eso es lo que me dijeron. Me sentí un poco excluida, pero como he pasado todos estos días con mi hermano, no me he quejado tanto de su abandono.

Respondo el mensaje de Zac, diciéndole que no hay ningún problema con vernos hoy en la tarde.

Mierda... no puedo salir y dejar a Kevin solo.

Doble mierda... no tengo como ir y aún no puedo conducir.

Podría entonces tomar un taxi y dejar a Kevin en casa de mis abuelos, luego voy a encontrarme con Zac.

Perfecto. Llamo a Mason para que nos busque después.

Un nuevo mensaje de Zac llega, y alabado sea, ¡me ha salvado!

Zac quiere pasar por mi casa a recogerme. Dice que pidió el día libre  en Sugar para ir al supermercado de compras, que va a llevar su auto, y que si quiero, puede venir a buscarme.

Rápidamente le doy un como respuesta, y, además, le doy la dirección de mi casa.

Es mucho más sencillo, no tendré que exponerme a los taxistas violadores de Saint Paul.

Si, no estoy acostumbrada a tomar taxis. Mejor dicho, creo que no he tomado un taxi en años.

***

Un Kevin fastidiado se encuentra a mi lado mientras esperamos a Zac, quién debería estar llegando en pocos minutos a mi casa.

– ¿A quién esperamos? –pregunta él con curiosidad.

–A un amigo, Kevin.

–¿Nathan? –cuestiona dando vueltas en su lugar.

En Mi CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora