Capítulo 33: ¡Jack es perfecto!

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Rizvana

–¿Estás lista? –Mason me vuelve a preguntar eso por quinta vez, mientras que mi ir y venir de la habitación al vestier le dan la respuesta que él no quiere escuchar.

No estoy lista.

–Rizvana, te has cambiado como diez veces ya, ponte cualquier cosa, no importa –comenta él alzando su voz.

–Si importa, Mason. Es mi primer día en la compañía, así que debo lucir bien –digo observándome por millonésima vez en el espejo.

–Bueno, te doy diez minutos más. Si no sales a tiempo, voy a dejarte. –Escucho la puerta de la habitación cerrarse, y salgo, otra vez, del vestier.

Concéntrate, Rizvana, concéntrate.

Bueno, eso es lo que menos he podido hacer desde anoche, concentrarme.

El beso con Zac ha permanecido en mi mente y no me ha dejado pensar en otra cosa.

Es que fue tan... jodidamente perfecto.

Cuando me percaté de que habíamos quedado prácticamente solos en la casa, me dieron ganas de besarlo, pero necesitaba el momento exacto para hacerlo. Tampoco quería parecer una desesperada.

Así que le di el recorrido por la casa, mientras esperaba algún comentario de su parte que pudiera utilizar a mi favor, y fue justo en la piscina cuando él dijo ese "me encanta" que fue ideal.

Al principio no estaba segura de si él entendería mi jugada, pero... ¡por Dios! ¡Es Zac Walker!, él sabe más que nadie de esas cosas, es obvio que iba a entender.

Y así fue.

Lo que sucedió después fue perfecto.

Y lo que sucedió en la cocina también fue perfecto.

Dos besos completamente perfectos.

Me sentía tan feliz e idiotizada, aunque estaba bastante nerviosa en un principio, pero Zac logró calmarme con sus labios...

¡Dios! Sus labios son tan... no hay palabra alguna en el diccionario para definirlos.

Simplemente, alabados sean sus padres por haberlo bendecido con tales labios dignos de un excelente besador.

Ahora entiendo el por qué las chicas casi se le lanzan encima. ¿Qué mujer no querría disfrutar de... él?

Pero ahora es mío, perras.

Y ahora solo yo disfrutaré de sus labios y de la magia que pueden hacer, porque es mi amigo, solo mío.

Eh... ¿Amigo? Eso seguimos siendo, ¿cierto? Un beso no cambia nada, no quiero que cambie.

Pero... ¿podría cambiar algo entre nosotros?

¡No! Nada va a cambiar, él es mi amigo, y punto. Uno al que podré besar cuando quiera.

Si, ¡excelente!

Camino nuevamente al vestier para ver mi reflejo en el espejo. Tengo una sonrisa de triple idiota en mi rostro y mis mejillas ligeramente ruborizadas.

Estúpido, Zac. ¿Por qué haces que me sienta así?

Sacudo mi cabeza para sacarlo de mi mente por unos minutos. Necesito terminar de vestirme.

Vuelvo a la zona de vestidos que nunca uso y tomo unos cuantos, esperando encontrar el adecuado para mi regreso a la compañía.

Vestido largo verde. No.

Vestido vaporoso de flores. No.

Vestido clásico negro. No.

Vestido estilo coctel blanco. Elegante, sexy, hermoso, apropiado... ¡este será!

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