Capítulo 19: Volverla a Ver

39 6 0
                                    

Julio, 2015.


Despierto tras una larga hora de descanso, ya que mi trabajo me ha hecho esforzarme demasiado y estoy muy cansado; sin embargo, tengo que ir al turno de la tarde, el último de la semana.

Durante los últimos meses he hecho diferentes trabajos para mantenerme distraído. Primero, estuve trabajando con mi padre en su ferretería, pero era extremadamente aburrido; después, mi madre me consiguió un trabajo de asistente de un empresario de la ciudad, que por alguna razón quería que fuera un hombre. Al principio fue bastante bueno e interesante, pero luego las cosas se tornaron un poco intensas.

Mi querido jefe era homosexual, y no fue por esa razón que renuncié, porque no tengo problema con eso; lo hice porque empezó a acosarme y eso si me incomodaba. A pesar de que hablé con él y le dije que solo podíamos ser amigos y que no estaba interesado, él seguía trás de mí, así que solo me fui.

Luego de unos días, junto a Anthony, empecé a ir nuevamente al gimnasio, en donde había una vacante para instructor. No es que sea un experto en la materia, pero si aprendí mucho de ejercicios y salud hace tiempo. Antes del accidente era un chico que se cuidaba bastante, así que creí que no estaba mal que tomara ese empleo.

Me ha ayudado a volver a mi cuerpo de antes, todo el esfuerzo ha valido la pena. Pero, aparte de cuidar de mí, debo estar al tanto del progreso de las personas que se me asignaron, al menos son una docena y me tienen de color azul.

Aunque he disfrutado del trabajo y he compartido con personas, es demasiado agotador. Hoy daré por terminado mi trabajo de instructor de gimnasio y me iré en busca de otra cosa que pueda hacer.

Salgo de la oficina que se me asignó cuando me dieron el empleo. Ni siquiera tuve ganas de ir a mi casa a descansar, pues, si tengo una cómoda silla aquí, ¿por qué no quedarme y dormir en ella?

En el turno de la tarde solo tengo a cinco personas a mi cargo, en donde dos de ellas descansan los días viernes, lo que es un alivio para mí.

Me acerco a cada una de ellas indicándoles lo que deben hacer, planeo ser suave hoy. Mientras más rápido termine, mas rápido estoy en mi casa.

***

Al cabo de una hora y media he terminado con mi trabajo y me encuentro tomando un taxi para ir a mi apartamento. No sin antes entrar a la oficina de mi jefe y decirle que renuncio. Él estaba bastante indignado, creía que me quedaría hasta septiembre, pero le dije que tenía otra oportunidad que me convenía más.

Una mentira blanca no daña a nadie.

Todavía no me han entregado mi auto, el cual mandé a reparar hace un par de meses atrás. En realidad estoy esperando un milagro. Creo que me salía más económico reunir y comprarme otro auto que esperar por el que tenía.

En el camino me pongo a pensar en cuál será mi próximo trabajo, no debo mantenerme en la vagancia por dos meses, necesito estar activo en alguna actividad.

Mantenerme distraído me ha ayudado mucho en no pensar en Adam y el accidente. Es solo a veces que tengo momentos en donde lloro un poco, pero logro controlarme.

Pienso que si no consigo algo que hacer volveré a ser el indigente que fui meses atrás, y no puedo permitirme eso.

En el trayecto diario de mi apartamento al gimnasio donde trabajo y viceversa, paso por el frente de Sugar y hoy no es la excepción. Un pensamiento algo alocado pasa por mi mente.

¿Puedo trabajar en Sugar? Sería en honor a mi hermano, y aunque sea su lugar favorito y me traiga muchos recuerdos, estaré distraído haciendo cualquier cosa que me indiquen.

En Mi CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora