Capítulo 35: Caja de Regalo

24 3 0
                                    

Sabía que tantas buenas noticias estarían acompañadas de las típicas malas que arruinan por completo tus planes de seguir adelante y avanzar con tu vida.

La misma semana en que recibí la carta de aceptación de la universidad, me enviaron los horarios, las materias que veré en cada periodo, el costo de la matrícula y todo lo que me interesaba saber, incluyendo la fecha del famoso tour para conocer las instalaciones y para recibir una charla, que ahora detesto.

Resulta que como entré tarde y ya ese tour lo habían hecho, tuve que esperar una semana para que otros igual de irresponsables o indecisos-como me gusta llamarles-, entraran y con eso se hiciera un solo tour.

Tal parece que nadie más fue un indeciso que esperó hasta el final para entrar como yo, así que esa semana que esperé fue en vano.

Un día antes del tour, después de que la semana pasó volando para mí, ya que el trabajo me tenía absorbida por completo, recibí un correo de disculpa por parte de la universidad, en donde me decían que de manera inesperada otros chicos intentaban entrar y debido a eso tenía que esperar otra semana más.

Bien, lo comprendí y no armé ningún tipo de drama. Entre la compañía y mis constantes salidas con Zac no tenía tiempo para ir.

Si, Zac y yo nos hemos acercado más como amigos, pero solo eso. Cada mediodía conduce hasta Saint Paul y juntos vamos a almorzar. Se ha vuelto una rutina entre nosotros y nos ha servido para conocernos mejor.

Descubrí que tiene una fascinación hacia los Backstreet Boys, aunque no es una banda de su época. Me confesó que lloró como niño pequeño cuando su hermano le obsequió la colección completa de discos.

También me contó que tiene su lado nena al amar comprar zapatos y al tener un closet inmenso lleno de ropa. Si bien de eso ya me había dado cuenta, debido a que nunca lo he visto repetir más de dos veces una prenda y a que se viste realmente bien.

Una mezcla de casual con deportivo, me encanta.

Bien... volviendo al tema de mi triste historia. Esperé la siguiente semana, siendo ya dos semanas esperando por el bendito tour, que sin eso y la charla no podía empezar con mis clases.

Cuando llegó el tan esperado día, me aseguré de estar temprano en la universidad, me reuní un rato con Nathan, hablamos y desayunamos.

Al llegar la hora del tour, el grupo de seis chicos y yo nos tuvimos que ir, ya que los encargados recibieron un mensaje de que debían ir a la capital del país a una especialización y no había más nadie que nos diera el recorrido.

¿¡Quién carajos necesita especializarse para hacer un recorrido!?

Ese día la rabia si se hizo presente en mí ser, y tras horas de estar lo suficientemente molesta, decidí relajarme y tranquilizarme para no explotar. Por lo tanto, junto a Madison y Andrea, fui a un spa esa misma tarde.

Fue un lindo rato junto a ellas. Más a la noche, cuando ya estábamos en mi casa, se nos unió Nathan para cenar y ver películas, cosa que hacemos dos veces a la semana desde nuestra última reunión en aquel restaurante para almorzar.

Por alguna razón ellos están más ocupados que Zac. Creo que es porque es su primer año y se encuentran en ese proceso de adaptación, a excepción de Andrea, quien ahora, gracias a su éxito, se la pasa de entrevista en entrevista en diferentes revistas y periódicos locales.

Muy bien... me volví a salir del tema.

Volviendo nuevamente a mí desgracia, tuve que esperar otra semana, para un total de tres semanas en la ya molesta espera.

En Mi CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora