Mi Extraño Vecino [Bloody Painter Y Tu]

Capítulo 46

El departamento era cálido y un aire acogedor lo envolvió.

Mirar a ________ era un dulce y doloroso recuerdo de lo que una vez pudieron ser, del amor que destrozó y las vidas que arruinó.

Mirarla tararear canciones de sus bandas favoritas mientras preparaba la comida le provocaba una extraña sensación de pesadez y ligereza al mismo tiempo. Cientos de emociones chocando y aturdiéndolo.

—Me alegra saber que has estado cumpliendo tus sueños —le confesó él.

________ se detuvo un momento y lo miró con media sonrisa en su rostro. Helen bajó la mirada, a ella le era inevitable ser amable y dulce con todos los que la rodearan y se estaba aprovechando de esa cualidad.

—¿Sigues pintando?

—Sí.

—Sigues siendo el mismo Helen Otis que sólo se comunicaba con monosílabos.

Helen se dio una bofetada mental, no era el momento de ser un inadaptado social.

—He hecho un par de amigos.

—¿En serio?

Helen asintió con la cabeza. Le había tomado mucho trabajo hacerse de una vida social, pero debía cambiar, era momento de hacerlo si es que quería ser feliz.

—Charlie, Sam y Lucy. Son muy amables conmigo a pesar de que no suelo ser muy demostrativo.

—No tienes idea de que tan bien me siento por ti al saber que has conocido a personas nuevas.

—Trato de cambiar.

—No es necesario que lo hagas.

Helen frunció el ceño a lo que ella solo una pequeña risa que le hizo estremecerse.

—Mantente fiel a ti mismo, no es necesario que dejes de ser quien eres para agradar a los demás.

—Siendo yo mismo no conseguí agradarle a las personas.

—A mi sí... —murmuró.

Helen se quedó estático al escucharla. Tal vez no todo estaba perdido, Otis rezaba porque fuese así.

—Lucy insiste en que debo salir más. Me lleva a bares y antros.

—Lucy, ¿eh? 

—Es una chica ruda, algo agresiva la seguridad que a mi me falta a ella le sobra.

—Suena todo lo contrario a mí.

—Es muy diferente a ti. Fácilmente podría ser un chico. Una vez, estando ambos ebrios, intentó besarme.

—¿Entonces debería preocuparme?

El corazón de Otis se aceleró. ¿A qué ser refería con eso? Tragó saliva y se removiendo en su asiento.

—¿Nervioso?

Otis negó levemente tratando de lucir despreocupado.

—Ella no me gusta.

—¿Ella lo sabe?

—Sabe que me gusta alguien más.

—¿Y qué piensa sobre eso?

—Ella siempre evita el tema. No le agrada escuchar sobre ti.

________ asintió con una sonrisa y colocó la deliciosa comida en la mesa.

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