Cuatro años después...
Miró con total orgullo su trabajo. La exposición de sus pinturas estaba siendo un éxito y casi todos los cuadros estaban siendo vendidos.
Las personas se deleitaban con su arte, con sus pinceladas y la elección de los colores que había usado, y eso... eso le hacía sentir vivo y como si estuviese completamente lleno.
Salió a la calle para aspirar un poco del aire fresco de la gran ciudad y se tomó un minuto para apreciar el cielo nocturno.
—¿Otis?
Bajó su mirada y grande fue su sorpresa al encontrarse con aquel dulce rostro bien conocido.
—Hola... —murmuró.
—¿Cómo estás?
—Bien...
—¿Qué haces por aquí?
—Es mi exposición de arte —le informó señalando el elegante local que estaba atiborrado de personas interesadas en su trabajo.
—¡Oh, vaya! Eso es... ¡cielos! Muchas felicidades, Helen.
Él le sonrió en respuesta y se encogió de hombros.
________ lucía más madura, llevaba el cabello un poco más largo y tenía una expresión cansina, y a diferencia de en el pasado, su ropa no era colorida y brillante, sólo vestía un abrigo negro con unos jeans del mismo color.
—Ha pasado tiempo, ¿no?
—Unos cuantos años.
La situación era incómoda en sí y Otis se sintió mal en dejar que sólo ella se esforzara en continuar con una conversación que no iba para ningún lado.
—¿Cómo te ha tratado la vida? Supe que te casaste.
—Sí... me casé con Mark, pero... —ella hizo una mueca y tomó aire antes de seguir— no funcionó, me divorcie antes de cumplir un año con él.
—Lo siento.
________ se encogió de hombros y le dio media sonrisa tratando de restarle importancia al asunto.
—Ya no importa...
—¿Sigues pintando?
Ella negó con la cabeza a lo que Otis frunció el ceño, ella amaba pintar y ahora no lo hacía.
—Yo... no sé. Trabajo en la universidad. No sé, es como si todo hubiese perdido sentido.
El asintió. Ella no parecía particularmente feliz.
—Yo... mmm... ¿quisieras ir a cenar conmigo?
—Estoy ocupado ahora.
—Entiendo... ¿otro día, tal vez?
—Yo...
Antes de que pudiese terminar de hablar unas manos lo rodearon con fuerza y le plantaron un beso en el cuello.
—Cariño, te esperan adentro. Es hora del discurso.
—Sí, lo había olvidado... ahh...
Ambas mujeres se miraban con expresiones frías e interrogantes.
—Cariño, ella es _______, una conocida. ________, ella es Lucy, mi esposa.
Eso fue un golpe para ________, una conocida cuando en un pasado el la había amado con todo su ser. Una conocida, ni siquiera una amiga.
—Mucho gusto.
—Igualmente. Cariño, te espero adentro.
—Iré en un segundo.
Lucy desapareció del lugar. _______ miraba cualquier cosa menos a Otis. Sólo sentía un profundo e inmenso dolor.
—No tenía idea de que estabas casado...
—Pues lo estoy desde hace tres años.
—Y... ¿eres feliz?
—Más que eso. Ella es mi mundo, es una mujer increíble.
________ levantó la mirada y la conectó con la de Otis. Estaba dolida y algo rota al escuchar aquella noticia. Ella siempre había sido muy transparente con sus emociones y ahora demostraba que le dolía en lo más profundo de su ser.
—Pensé que tú y yo podíamos intentarlo de nuevo.
—Una vez, tú me dijiste que merecía a alguien que me hiciera feliz, Lucy me hace feliz.
—Yo también te hacía feliz.
—Al principio. Después te convertiste en una tortura para mí.
—Nunca quise hacerte daño.
—Lo sé... pero no iba a esperarte toda la vida.
Ella asintió y una lágrima se me escapó en el momento.
—Lo nuestro fue lindo mientras duró pero ahora tengo a una mujer allá adentro que me ama y yo la amo a ella. Estoy seguro de que tú encontrarás a alguien.
—Pero yo te quiero a ti.
—Lo siento mucho...
—Pero...
—Adiós, ________.
Y se fue. La abandonó como una vez ella lo hizo con él. La dejó ahogarse en lágrimas y hundirse en su propio dolor por un amor no correspondido.
El karma era una perra.
FIN.
***
Y la novela se acabó.
Muchas gracias a todas por su apoyo, por sus votos y comentarios. Las amo mucho ;)
No se quedó con la rayis pero hay que admitirlo, la rayis era una perra con Otis y no lo merecía :v
Nuevamente muchas gracias.
Besos desde México.
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Mi Extraño Vecino [Bloody Painter Y Tu]
FanfictionPorque un accidente puede cambiar el rumbo de tu vida. Porque todo está predestinado a suceder. Porque las almas gemelas siempre se unirán...