Mi Extraño Vecino [Bloody Painter Y Tu]

Capítulo 41

Abatido.

Destrozado.

Herido.

Roto.

Ella podía poner en ejercicio todo su arsenal de insultos y comentarios hirientes porque sus sentimientos seguirían siendo los mismos.

Otis la amaba con cada fibra de su ser. Y se encontraba totalmente dispuesto a enamorarla de nuevo sin importar el tiempo que le llevara conseguir su preciado y ansiado objetivo.

Ella. Sólo ella.

Tenía que tenerla entre sus brazos de nuevo. Necesitaba probar aquellos suaves labios que lo habían dotado de una inmensa felicidad.

Ella era su chica. Su gran amor. Su corazón le pertenecía solamente a ella y dudaba que algún día pudiese sentir todo aquello por una mujer que no fuese ________.

Se deshizo de su asfixiante corbata y tiró el salón por algún rincón de su habitación para después tumbarse en el suave colchón.

Cerró los ojos y el rostro de ella apreció en sus pensamientos inmediatamente.

No había salido como lo soñó por tanto tiempo. Ella no había corrido a sus brazos, no lo había besado ni tampoco le había dichos que lo amaba o que lo extrañó durante todo aquel largo tiempo que estuvieron separados.

Pero realmente no esperaba que sus fantasías se cumpliesen, después de todo eran fantasías ¿no?

Este era el mundo real y como tal tenía que actuar. Ella nunca despertaría un día pensando en que siempre lo amó y llamaría a su puerta diciéndole que había sido una tonta por rechazarlo. No. En cambio él tendría que luchar por ella, por un futuro donde ellos estuviesen juntos...

...

Otis. Otis. Otis.

Aquel nombre rondaba en su mente y un sentimiento devastador se apoderó de ella.

¡Por todos los cielos! Encontrarse con un viejo amor que había llenado su vida de sangre no entraba entre sus planes ni metas a futuro.

Y aceptar la invitación después de todo no había sido una idea tan estúpida, tal vez Helen había entendido que no quedaba nada entre ellos ya que ni siquiera existía un ellos. Sólo eran dos extraños, nada más nada menos y no tenía intenciones de que eso cambiara.

Su vida con su novio, Matt, era buena. Estaba segura de que pronto le pediría matrimonio y que vivirían juntos. Su carrera como artista estaba despegando y Matt era un reconocido compositor.

No existía lugar para Otis allí.