Mi Extraño Vecino [Bloody Painter Y Tu]

Capítulo 19

Otis miraba un mural mientras esperaba a que ______ regresara. Ella se había ido en busca de bocadillos aprovechando los diez minutos libres con los que contaban.

—Hola —saludó una voz femenina sacándolo de sus pensamientos.

Helen dirigió su mirada a la chica rubia y de unos profundos ojos color verde. La chica era un poco más baja que ______ y de complexión más delgada.

—Hola —saludó un poco cohibido.

—Soy Melanie —se presentó ella con aquella voz melosa.

—Otis... —dijo con simpleza.

—Vi que vienes con ______.

Otis asintió y buscó en el pasillo indicios de que _____ estuviera cerca. No conocía a la tal "Melanie" pero realmente no le agradaba su presencia.

—¿Eres su amigo?

—Sí.

—¿Por qué? —cuestionó levantando una ceja—. Ella es bastante rara, ¿sabes?

Otis tensó la mandíbula y apretó los puños mientras la rubia seguía parloteando cosas negativas sobre ______. Probablemente si no estuvieran rodeados de tantas personas en ese mismo momento ella se encontraría en el suelo, fría y pálida bajo un espeso charco de sangre.

El suave tacto de aquella mano en su brazo lo hizo volver a la realidad. ______ se encontraba a su lado.

Melanie no disimuló su desagrado y ______ se limitó a agachar la cabeza y conducir a Otis de regreso al aula para seguir con la pintura.

El resto de la clase ella permaneció inusualmente callada y común sonrisa no estaba ahí. Lucía triste y algo distante.

***

Decidieron caminar en vez de usar el transporte público. El día era gris y frío, las nubes cubrían totalmente el cielo. Un día bastante deprimente.

—Te he visto hablar con Melanie —comentó ella rompiendo el silencio.

—Sí, algo así.

—Es linda, ¿no? —el estómago se le revolvió y temió por la respuesta de Helen.

—Si tú lo dices —contestó encogiéndose de hombros.

—Ella ha pasado toda la clase diciendo que eres un chico agradable y alabando tus ojos.

______ metió sus manos en los bolsillos de su abrigo e hizo una mueca. No era un secreto que Melanie la odiaba, pero aun así ella no había tenido motivos para que el sentimiento fuera correspondido... hasta ahora.

—Te ha comido con la mirada todo el día. Intentó coquetear contigo un par de veces.

—Lo sé.

—Tal vez deberías de invitarla a salir —sugirió tragándose su dolor.

Helen le gustaba bastante. Pero si él se sentía atraído por Melanie no se interpondría. Él merecía ser feliz con quien quisiera.

—Nunca en la vida.

—¿No te gusta? —preguntó incrédula.

—No —contestó con obviedad.

______ quedó confundida. Melanie era la típica rubia popular, toda una perra pero eso no evitaba que todos la amaran. Ella era el amor imposible de muchos en la universidad.

—Es odiosa, su voz hace que me duela la cabeza y es más plástica que una Barbie.

______ rió, un tanto (por no decir mucho) aliviada de que Helen no formara parte del montón de hombres que andaban detrás de la falda de esa chica.

—Además de que ella dice cosas malas sobre ti.

—Sí —apretó los labios—. No le caigo bien.

—Eso es evidente. ¿Por qué te odia?

______ se encogió de hombros. Nunca se había detenido a pensar qué había originado ese sentimiento en Melanie.

—No lo sé.

—Sea cual sea la razón jamás podría interesarme en alguien que diga esas cosas sobre ti.

Ella sonrió.

—Debe de tener envidia de que eres una excelente artista y ella sólo es un fracaso.

—No seas tan cruel —dijo riendo.

—Además tú eres mil veces más hermosa.

Las mejillas de ______ se tornaron de un suave color rosado.

Su relación era así. Se gustaban, se decían cosas lindas, compartían miradas cómplices, eran el uno para el otro pero ninguno de los dos se animaba a dar el siguiente paso.