Se puso cómodo en la silla y abrió un cuaderno. Tomó el lápiz que le pareció más conveniente.
Comenzó a trazar líneas.
Y a mirarla. La miraba sin necesidad pues su rostro estaba grabado en su memoria de una manera espectacular. La miraba sin tener que sentirse avergonzado.
La miraba sin pena. La miraba sin evitar perderse en aquellos preciosos ojos color chocolate adornados por unas largas pestañas. Miraba sus labios rosados y carnosos. Miró su nariz respingona y esas mejillas teñidas de un suave color rosa.
Admiró cada pequeña parte. La luz del sol le daba un aspecto angelical que varias veces le dejó sin respiración.
Su corazón se aceleraba cada vez que ella le sonreía. Se veía tan hermosa, tan hermosa ahí sentada disfrutando del aire fresco que casi parecía irreal que ella fuese así, tan asombrosamente perfecta.—¿Y dime Otis, dónde aprendiste a dibujar así?
—Solo...
—¿Solo? —ella lucía sorprendida—. ¡Vaya! Eso es más que asombroso. Yo voy a una escuela de artes. Mi padre no está de acuerdo con ello, el quiere que estudie medicina pero mi pasión es el arte.
—¿Por qué quiere que estudies medicina?
—Mi padre es muy estirado y de ideales antiguos. Para él lo más conveniente es que siga la tradición familiar y sea doctora. ¿Qué hay de tus padres?
—Hace tiempo que no los veo.
—¿Por qué? —él se encogió de hombros.
—Sólo no lo hago...
—Mis padres y yo no nos llevamos bien pero definitivamente no podría sólo apartarme de ellos. Son parte de mí, ¿sabes?
—Supongo...
—¿Por qué no los ves? Digo, si se puede saber.
—No lo sé. Un día simplemente me aparté de todo, sentí que ya había tenido suficiente de todo y me fui.
—Vaya... Se debe de tener mucho valor para hacerlo.Helen se encogió de hombros y acarició con la punta de los dedos los lápices esparcidos por la mesa buscando el indicado. Lo tomó y siguió con su tarea.
—Yo una vez intenté hacerlo.
—¿Por qué?
—Quería clases de boxeo, pero dijeron que era una idea descabellada y que era una señorita.
—¿Y decidiste irte?
—Lo pensé por un par de días. Y decidí hacerlo. Tomé mi mochila y guardé en ella mi celular, mis audífonos y mis discos, me llevé muchos cuadernos, lápices y colores, tantos que no quedó espacio para ropa. Tomé mi patineta que había comprado en secreto y salí por la ventana.Ella se encogió de hombros mientras se reía, Helen sonrió dulcemente al verla sonreír. Es hermosa, pensó él.
—Me pareció buena idea en ese momento, supongo. No llegué más allá de la parada de autobuses. Mi hermano me vio salir de la casa y me siguió. Me llevó a rastras a mi casa y estuve castigada. No tenía televisión, ni celular, me quitaron mis discos, tiraron mis lápices y rompieron mis dibujos. Lloré como nunca, después de eso obedecí a mis padres al pie de la letra. Luego de un tiempo compré a escondidas cuadernos y colores, en las noches dibujaba para que no me pillaran y tiraran a la basura mis cosas.
—Pero aún así estás estudiando arte.
—Decidí que ellos no podían decidir que debía o no hacer. Es mi vida, mi futuro, yo decido qué hacer. Si fallo, si fracaso será porque yo lo he querido así, porque lo he decidido yo y no otros.
—Eso es tener valor...
—¿Tú crees?
—Yo escapé, tú te enfrentaste —ella sonrió.
—¿Sabes? Es la primera vez que mantienes una conversación, eso es digno de una celebración. ¿Quieres quedarte a cenar?
—Me encantaría, _______.
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Mi Extraño Vecino [Bloody Painter Y Tu]
FanficPorque un accidente puede cambiar el rumbo de tu vida. Porque todo está predestinado a suceder. Porque las almas gemelas siempre se unirán...