Capítulo 31

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—Samantha bájale dos rayas.—Me exige Luke.

Esta mañana lo encontré en las canchas de fútbol sólo, de manera que aproveché para hablar con él sobre lo sucedido. Claramente yo estaba molesta, llevo gritándole de todo los últimos 10 minutos. Luke está molesto también, así que al gritarnos parecemos una pareja de casados. 

—¿Que le baje dos rayas? ¡Tú me dijiste que se me iba a pegar SIDA con Calum! ¿Crees que soy una prostituta o qué pasó? ¿Crees que ando feliz de la vida diciendo "Vengan a mi que las puertas de mi taja lápiz están abiertas para tajar sus lápices"?

—Pues a mí me estabas diciendo que me acuesto con cualquiera.

—¡Es lo que haces!

—Ay por favor Samantha, deja tu pataleta de niña chiquita.

—¿¡Qué no entiendes que Aleisha es una cualquiera!? Es una puta.

—Puta es una mujer que vende su cuerpo por situaciones económicas, de necesidad o porque quiere. Y que yo sepa ella no hace tal cosa. Y para tu información no soy tan estúpido. Con ella nos hacemos regularmente el examen de ETS. Te aseguro que no tiene ni siquiera una infección.

—Espera espera. ¿Te haces el examen? ¿O sea que andas de pipí suelto por ahí con otras?

—¿Y si lo hago qué Samantha? ¿En qué te afecta? ¿Acaso te acuestas conmigo? ¿Acaso eres mi novia?  Discúlpame Samantha pero eso a ti no te importa.

—Me importa porque eres mi amigo.

—No te da derecho en mi vida sexual. Me acuesto con quien se me venga en gana.

—Eres un imbécil Luke. 

—¡Entiende que el que me acueste con quien quiera no afecta lo que siento por ti maldita sea!

Lo miro atónita. ¿Lo que siente por mí? ¿Qué quiere decir con eso?

—¿Qué acabas de decir Luke?

Luke se mueve incómodo en su sitio. Se lleva la mano a la nuca rascándosela. Se mueve muy nervioso. 

—Sólo... Olvídalo, no vale la pena.

Con intenciones de huir se va caminando pero lo detengo cogiéndolo del brazo. Me mira a los ojos. Demonios, esos ojos hacen que me pierda en ellos.

—Luke... ¿Qué quieres decir?

—Sabes perfectamente a lo que me refiero.

—Explícame porque no entiendo.—Quería que me lo dijera antes de que me haga paranoias en la cabeza.

—Samantha, ¿Cuándo te darás cuenta que estoy loco por ti desde que tenemos memoria?

Me quedo sin palabras. ¿Luke enamorado de mí? Esto está muy mal. Esto no puede ser.

—Hemmings si esto es una broma no me hace gracia.—Digo más nerviosa que nunca.

—¿Me ves cara de estar bromeando? Me gustas Samantha, y mucho. Pero tranquila, quédate con Calum, finalmente él es todo lo que necesitas. ¿No?

Se suelta bruscamente de mi agarre para ir caminando por allí. Lo llamo un par de veces para que vuelva pero hace caso omiso. No puedo creérmelo. ¿Cómo nunca lo vi venir? Me siento como una estúpida. No puede ser... Samantha eres una estúpida. Me quedo como una estatua por unos momentos hasta que decido que tengo que ir a contarle a Laura y Coco. Corro por todo el colegio hasta que finalmente las encuentro. Estoy histérica de verdad. 

—Wow cara de Shrek, ¿Qué pasó?—Me pregunta Laura quien se encuentra pintándose las uñas.

—¡Luke Hemmings se me acaba de declarar y estoy atónita porque no sé como nunca me di cuenta!

Coco mira a Laura con una expresión extraña, como si se hubiera revelado un secreto... Ay no me jodan.

—¿Acaso ustedes dos sabían y no me contaron? —Les cuestiono al ver sus expresiones faciales.

—¿Por qué no te sientas y hablamos?—Me propone Laura.

Lo hago mirándolas mal. No puedo creer que ellas sabían y no me dijeron nada.

—Escucha Samantha... Luke de un tiempo para acá nos contaba cómo iban las cosas contigo. El chico está colado hasta los huesos por ti, al punto que resulta totalmente insoportable toda la cursilería que saca de esa boca. Al principio no nos quiso decir pero nos dimos cuenta cuando sacaba cierto tipo de comentarios acerca de Calum. Y bueno, digamos que tuvimos que fastidiarlo un buen tiempo hasta que por fin lo admitió. Él estaba tratando de conquistarte pero el negro se atravesó en su camino y le ha sido más que imposible poder entrar entrar a ese corazón de chorlito que tiene. ¿Sabes cómo se siente él ahorita? Se siente verdaderamente mal. Cuando le contaste lo de Calum llegó con nosotras con unas ganas impresionantes de llorar, de frustración y también enojo después de lo que le dijiste.

No puedo creer que no me hayan dicho nada de nada. Sabían que mi mejor amigo gustaba de mí y no se les ocurrió tan siquiera darme indirectas. Estoy molesta.

—¿¡Y por qué no me lo dijeron!? ¡No puedo creer que ni siquiera se les ocurriera decirme alguna indirecta!—Exclamo.

—Te las hicimos pero estabas demasiado ocupada pensando en Calum. —Me dice Coco poniéndose a mi misma altura desafiándome.—Si no te lo dijimos fue por Luke. Él no quería que no te enteraras de nada si no era por él. Deja tu actitud de niña de 5 años porque con nosotras eso no va. Si eres tan ciega para ver que tu mejor amigo te tira indirectas y es particularmente cariñoso contigo no es nuestra culpa Samantha. Vete a tu cuarto a gritarle a una almohada porque nosotras no tenemos culpa de nada.

Abro los ojos como platos. Sé que en el fondo tiene razón pero ahorita no estoy para pensar en esas cosas.

—Que les den.—Les escupo molesta.

—Tranquila, ya Michael me da duro en las noches.—Se levanta Laura mientras me habla en seco.

Normalmente me reiría, pero estoy muy molesta. Me alejo caminando hasta los lockers. Estoy tan molesta que me atrevo a darles un puñetazo a ellos. Me terminan doliendo los nudillos pero ayuda. Ahora que lo reflexiono, creo que estoy siendo demasiado dura con ellas. Es verdad que si Luke no quería decirme ellas no tendrían por qué hacerlo, y también es cierto que nunca me di cuenta de sus indirectas.

Creo que debo disculparme con ellas en un rato, por ahora, hablaré con Calum a ver qué piensa.

Nunca me he sentido tan estúpida en mi vida. Supongo que aveces somos demasiado tontos para darnos cuenta de lo que pasa en realidad.


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