Una mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente al que mi madre suele usar. A pesar de eso, decidí no levantarme tal vez es algo que compro.
Dios huele delicioso.
—Maaaa ¿Qué pasó? —pregunto, sin abrir los ojos. Ella no responde.
Siento como el motor rugue por la velocidad a la que vamos. Eso es raro ella no conduce rápido, me giro de inmediato. Él no es mama
Madre santa de las madres. Ayúdame.
Ok no tengo que entrar en pánico. Tranquila Ahda.
—Déjame bajar— demando sería mientras me incorporo rápido y cruzo mis brazos.
El solo ríe y me ve por un segundo, tiene ojos azules.
— Mira, puedes llevarte el auto, juro que no tengo problema. Solo déjame ir ¿sí? Aquí está bien pediré un taxi — digo con voz cansada, mientras señalo a un lado de la carretera.
Él no contesta y sigue conduciendo a gran velocidad, ignorándome completamente.
—Bueno igual me van a encontrar— señalo tranquila, mientras trato de memorizar el camino. Eso me ayudara cuando escape.
—¿Cómo sabes eso? — pregunta riendo con malicia. Su voz es grave, pero tiene un tinte de joven. Debe rondar entre los 18 a los 20 años.
—Porque, secuestraste a la hija del director de la CIA, idiota — remarco la última palabra.
El apreta el volante, sus nudillos se vuelven blancos. —Uy perdona princesa de papá, pero esto va más allá de eso, no lo entenderías — responde enojado.
—Ay, por dios sólo es un auto, no es ni nuevo— respondo señalando lo obvio.
—No entiendes princesa— susurra enojado
—Claro, y yo soy Batman — respondo con sarcasmo
—Cómo te atreves a meter a Batman en esto — dice serio
—Porque puedo y se me da a regalada gana fíjate— me cruzo de brazos mientras el me mira con sus penetrantes ojos azules por el retrovisor, es joven sin embargo no puedo averiguar más ya que lleva un pasamontaña que le cubre totalmente
—Tienes lindos ojos— señalo, mientras me acerco a él. Tendré que aplicar el plan B, situaciones extremas requieren medidas extremas. Tengo que seducirlo.
—Gracias, pero no va a funcionar— responde riéndose a carcajadas
Me gusta su risa.
Carajo, ¿A cuántas secuestro que sabe lo que estoy haciendo?
—¿De que estas hablando? — me hago la desentendida, mientras cuidadosamente toco su hombro derecho.
—No va a funcionar, no vas a seducirme— señala serio.
— No estaba haciendo eso —respondo, rindiéndome y colocándome de nuevo en mi asiento.
—¿Cuándo me vas a dejar ir? Tengo cosas que hacer— pregunto, mientras examino mis uñas. Necesito ir de nuevo al salón.
—Cuando yo quiera entiendes— grita exaltado, tomando el volante algo fuerte.
—Tranquilo solo fue una pregunta. ¿Qué acaso eres bipolar? — cuestiono, alzando mi ceja y un poco asustada por su cambio repentino.
—No soy bipolar y ahora deja de hablar ¿quieres? — responde irritado, calmando su respiración.
-No, no quiero – pongo mi sonrisa malvada.
—Ay dios mío, si sigue así la dejaré aquí mismo— susurra para sí mismo. Sin embargo, lo oí.
Perfecto, te molestare hasta que me dejes ir. Idiota.
—No me voy a detener, quiero hablar contigo entiendes — respondo haciendo puchero y riéndome
—Yo no — me mira de forma seria
—Me da Igual voy a seguir hablando, sabes tengo una mejor idea, te deleitare con mi voz — sonrió satisfecha, tomando aire para empezar.
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Espero que les guste.
Gracias por votar y comentar.
lxs quiere Joha.
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Mi Secuestrador
RomanceUna mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente opuesto al que m...