Pov Ahda.
Luego de que me hicieran los exámenes salí del hospital y fui directo a casa, Kendall se quedó a cuidarme, por lo que ahora resulta que mamá y papá lo adoran, lo quieren más que a mí, no tengo pruebas, pero tampoco dudas.
Una semana después.
Hoy Kendall me invito a un lugar, no sé dónde, porque dijo que me tenía una sorpresa que había estado preparando, cuando le pregunte que debía ponerme el respondió que con algo informal estaría bien.
Así que opte por un jean negro un top negro igual y un tipo suéter blanco con unas zapatillas negras. Me maquille natural y deje mi cabello suelto como de costumbre, terminando con algunos accesorios.
Cuando termine, Kendall ya me estaba esperando sentado en el sofá conversando con papa, se giró a verme y sonrió de manera ¿coqueta? Si efectivamente era de forma coqueta, le sonreí de igual forma solo que viré los ojos. Nos despedimos de papa.
A penas salimos — estas hermosa — me susurra al oído mientras me guía a su auto y abre la puerta
Me adentro —tú también te ves muy bien — respondo, mientras analizo como este vestido, un jean azul, camiseta color negro y un abrigo que lo hace ver adulto. Él sonríe al darse cuenta lo que hago.
—se que te gusta lo ves — señala engreído. Solo giro mis ojos, sonriendo.
— Bueno ¿A dónde vamos? — cuestiono emocionada.
—¿te gustan las montañas rusas? — suelta eufórica, mientras cambia de marchas.
Carajo, moriré.
—mm creo que si — respondo nerviosa.
Odio las montañas rusas, que le pasa dios mío esas son máquinas para matar, ¿quiere que muera de un infarto o qué?
—genial — sonríe seguro.
Luego de 5 minutos llegamos a un parque de diversiones, Kendall me ayuda a bajar y toma mi mano.
—vamos — señala la montaña rusa, emocionado
—no no mejor, empecemos por otro juego — tomo su brazo para guiarlo a otra parte.
—no, vamos a la montaña dijiste que si te gustaba — señala con diversión en sus ojos.
Maldito.
—quieres que muera verdad — respondo, jugando.
hicimos fila y ya nos estábamos ubicando el los vagones o como se llamen
—tranquila yo te voy a proteger — dice sonriendo
—si claro — respondo sarcasmo
estábamos subiendo a la cumbre de la montaña
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Mi Secuestrador
RomanceUna mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente opuesto al que m...