Después del muy incómodo desayuno el ojiazul me saco de ahí rápidamente y me metió en la habitación obscura en la primera que estuve atada.
—siéntate — ordena
—y que si no quiero — lo encaro, con la barbilla en alto
Él se acerca y me sujeta muy fuerte— S -I- E- N- T- A- T- E — responde enojado
—N-O —digo de la misma forma, dando pasos para atrás.
Carajo no puedo escapar.
—Ven acá —grita mientras me persigue por la habitación.
Me pongo en posición de defensa para atacar, sin embargo, me toma de sorpresa y me pone sobre su hombro.
—No, no dejare que pase de nuevo — protesto, pegándole fuerte en la espalda y dándole una patada en sus partes nobles.
El me suelta de inmediato cayendo sobre sus rodillas, rápidamente recojo las llaves que están su mano, salgo de ahí, a la distancia veo unos cuantos hombres orangutanes, rápidamente trato de desmayarlos de la forma efectiva que se la, la cual es literalmente subirme encima de sus hombros mientras los noqueo, me armo con lo que tenían que solo son unas barras de metal.
Gran seguridad, esperaba armas al menos.
Paso por varios pasillos, hasta que llego de nuevo al comedor en donde al lado izquierdo estaba la puerta. Sin pensarlo dos veces corro hacia ella, no sé si es suerte o dios dejándome vivir, pero encuentro un auto negro, me subo y lo enciendo.
Empiezo a escuchar disparos, carajo ¿Por qué no me toco los que tenían armas?, arranco a toda velocidad, luego de unos minutos escucho el rugido de los motores de unos autos, me están persiguiendo, acelero a tope, tengo que llegar donde papá. Uno se pone a mi izquierda y el otro a mi derecha, los golpeo a los dos a uno lo saco de la carretera, me falta el otro, acelero, tengo que escapar, a lo lejos diviso la cuidad.
Si.
Poco a poco desacelera y lo pierdo en el horizonte, puedo respirar tranquila, acelero, tengo que llegar y contarle todo. Luego de unos 30 minutos llevo a la cede de mi padre, subo por las escaleras lo más rápido que puedo.
Al entrar veo a mi padre gritando a diestra y siniestra — QUIERO QUE LA ENCUENTREN YA — esta de espaldas a mí, veo como se apoya contra la mesa y respira.
-Papá -grito y corro a sus brazos. El se gira sus ojos se abren y corre a mi, me envuelve en sus brazos mientras besa mi cabeza, en ese momento me rompí, llore como una niña pequeña.
— tranquila princesa, ya estas a salvo — susurra, mientras me tranquilizo.
Nos separamos y le cuento todo y lo que quieren, él me explica que son las claves para activar una bomba que tenemos en Cuba. Si se las daban él podía poner a quien quiera de rodillas.
Luego de mi reencuentro con papá, mamá llegó y me abrazo de la misma forma, estábamos llorando los 3 juntos, tiempo después todos fuimos a casa con 2 autos resguardándonos, además papá contrato a todo el servicio para que cuidase la casa.
2 meses después ............
Estaba de camino a casa cuando siento que alguien me seguía, miro por ambos los lados y no encontré a nadie, sospechoso, saco mi celular y marco al número de papá, deja tu llamada después del tono piiiiii.
-Papá creo que alguien me está siguiendo llámame apenas oigas este mensaje y cuelgo - De pronto siento una mano gigante me tapa la boca, siento su pecho subir y bajar y reconozco al instante ese olor, es el ojiazul. De nuevo.
-Shhhhh- dijo el mismo.
-Tú de nuevo ¿Qué no tienes más víctimas? - hable apenas me soltó, le di una patada en el estómago y lo alejé, me intento dar un golpe a lo que lo esquive haciéndome para abajo y le di un golpe en la nariz que lo hizo sangrar
-Ja... toma por secuestrarme – me burle, mientras retrocedía para largarme
-Eres una imbécil -grita, tapándose la nariz
-ay perdón, no sabía que te referías a ti- respondo saliendo como la diva que soy, tratando de correr claramente.
Sin embargo, no funciono, el me tomó del brazo y me empujó quedando mi espalda contra su pecho, luego me tapó la boca con un pañuelo, intenté golpearlo, pero sentía que mis piernas fallaban.
Carajo, no de nuevo.
.................................
............
.....Espero que les guste.
No se olviden de votar y comentar.
Lxs quiere Joha.
ESTÁS LEYENDO
Mi Secuestrador
RomanceUna mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente opuesto al que m...