Mi Secuestrador

Capítulo 17

Pov Ahda.

Iba de camino a la pizzería que queda a unas cuadras de mi casa, de pronto siento que alguien observa así que corro hacia el lugar lo más rápido que puedo, marco el número de Kendall, pero antes de llegar, alguien me tapa la boca con un pañuelo y me inmoviliza haciéndome soltar mi celular a lo que oigo la voz de Kendall, grito lo más fuerte que puedo, mientras hombre me grita que me calle, me intento zafar, más siento como me debilitó otra vez, perdiendo la conciencia.

Pov Kendall.

Estaba comiendo con mi madre, cuando mi celular timbra lo desbloqueo y sale mi princesa llamando contestó y escucho como grita desesperada y luego como un hombre le grita que se calle, también oigo que forcejea y trata de escapar, al final escucho como unas llantas arrancar a toda velocidad.

Salgo de mi casa rápidamente y voy a la de Ahda entró y veo a su mama llorando desconsoladamente.

—¿A dónde iba? — pregunto, frio. Debo de calmarme y dejar mis emociones de lado, para poder encontrarla.

—A la pizzería— responde sollozando. Rápidamente salgo corriendo, al llegar veo su celular tirado a pocos pasos de la pizzería.

Recibo una llamada de un numero desconocido.

—¿Qué quieren? — respondo cortante y calculador.

—Tu dinero — dice del otro lado

—¿Cuanto? — pregunto frio.

—80 mil déjalos en el parque central de la cuidad, mañana a las 10:00 pm — responde la voz grave.

—No puedo conseguir todo ese dinero, en tan poco tiempo — respondo enojado y frustrado

—No lo sé, la chica es preciosa tal vez me pueda divertir un rato ¿no lo crees? - dice riendo, cosa que me provoca nauseas.

—La tocas y te juro que te mató — amenazo cortante.

— mañana a las 10:00 pm el reloj avanza — dice divertido.

—Estaré ahí — confirmo, y cuelgo.

Junto con la ayuda de los papas de Ahda, logramos conseguir la cantidad.

Pov Ahda.

Me levanté algo mareada veo la habitación era oscura estaba en una silla atada de pies y manos

—Pero miren quien despertó — saluda un chico rubio con ojos azules y con un gran cuerpo

—¿Qué quieres? — respondo fría.

—Dinero, como todos — se acerca y me toca con su arma el pecho

—cerdo ¿Qué no puedes conseguir a una chica solo que tienes que forzarla? — le escupo en la cara

—Cómo te atreves, perra — me saca las esposas y me toma del brazo, arrastrándome a una habitación, ahí está una cama, me tira sobre ella, toma mis manos sobre mi cabeza y se pone encima de mí.

—Para mierda, me haces daño —grito y le pegó en sus partes íntimas lo mas fuerte que puedo, por el golpe suelta mis manos, me escabullo y me paro al otro extremo de la cama.

—Perra — escupe, antes de alcanzarme, tomarme entre sus brazos y darme una cachetada.

—Hijo de puta — pronuncio cada palabra con asco

—Hija de puta — dice de la misma forma, pero con perversión

—Cómo te atreves a meter a mi mama en esto, puto ojalá te atropelle un tren y luego te viole un gorila y un orangután — escupo con asco mientras siento el sabor metálico en la boca.

el ríe —con que divertida me ha salido la chica — dice irónico acercándose a mi para luego besarme de forma roda, muerdo su labio inferior lo más fuerte que puedo, él se hace para atrás y se toca el labio.

sonrió —idiota —susurro para mí misma pero el me oye y me pega otra cachetada.

—lo siento nena — susurra contra mis labios, con arrepentimiento. Lo miro incrédula y luego siento como inyectan algo en mi cuello, vuelve la maldita obscuridad.

Pov Kendall

Fui al lugar acordado y vi a Ahda moribunda en los brazos de un orangután, como ella los llama.

—Ahda — susurro y corro hacia ella y veo a un chico rubio de más o menos mi edad con el ojo morado y el labio roto seguro fue Ahda pienso y sonrió.

—Ahí está todo el dinero — señalo, tendiéndole la maleta

—Aquí está esa mal parida — responde, mientras le ordena al orangután que me la entregue.

—¿Qué le hiciste? — grito, viendo sus heridas

— tuve que defenderme es una fiera, pero tranquilo se despertara dentro de una hora — para luego marcharse.

—Hijo de puta, me las vas a pagar — grito, mientras llevo a Ahda a el hospital más cercano.

Es como si tuviera un maldito deja vu.

Pov Ahda

Me levanto en la cama del hospital y veo a Kendall sentado igual que la anterior ves, se veía tan bien que no aguante, estiro mi mano y tomo mi celular, para luego tomarle una foto, si lo sé que acosadora, pero vamos se ve tan bien. No puedo resistirme

—Ahda — susurra, levantándose de golpe.

—volví — susurro de la misma forma, guardando mi celular. No quiero que lo vea.

—estabas acaso ¿Observando a esta hermosura? — se señala, sonriendo coqueto.

—Claro que no, me despertaron tus ronquidos — respondo haciéndome la desentendida

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Espero que les guste

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