— esta bien, bueno ahora me tengo que ir, llego tarde a matemáticas — salgo corriendo por el pasillo
—está bien adiós y cuídate — grita Kendall
— se supone que tú me debes de cuidar, pinche pendejo— respondo de la misma forma.
Llego a la puerta sin aliento, dios mi estado físico es el peor. Estoy por entrar, pero cierran la puerta en la cara. Carajo, con el no puedo más que hacer que darme por vencida. Decido, dar la vuelta y caminar sin rumbo por el instituto, pasan algunos minutos, cuando empiezo a escuchar pasos detrás mio. Me giro y no hay nadie. Que no sea el fantasma del conserje por favor, por favor, empiezo acelerar el paso a lo lejos veo la cafetería, ahí estaré a salvo, la comida siempre me salvara. Pero de pronto siento como me tapan la boca, me paralizo completamente.
—no me lleves contigo, soy muy joven para irme — exclamo, sin abrir los ojos.
—¿Qué? — pregunta una voz profunda, que conozco a la perfección, es el rubio.
—¿Qué? — respondo de la misma forma, abriendo mis ojos con furia. Estamos en el armario del conserje, al menos no me equivoque en eso.
—pero ¿qué carajos te pasa? — él está al frente de la puerta, trato de empujarlo, pegándole en el pecho para que se separe de mí. Sin embargo, parece que no le duele al hijo del mal.
—nada preciosa te dije que me calles y me respondes que siga soñando con una amenaza incluida — señala, ofendido.
—entonces como debo tratar al hombre que me secuestra, me intenta violar y encima me golpea— respondo con sarcasmo.
—yo no quería hacerlo, por eso te traje aquí quiero explicártelo — se muestra apenado
—ja... ve y díselo a tu madre a ver si te cree ella — exclamo con rencor, mientras trato de hacerlo a un lado, pero el maldito no se mueve de la puerta.
—enserio perdón, el jefe me estaba observando y no tenia de otra que cumplir órdenes, yo sería incapaz de golpear a una mujer — sus ojos caen al piso. No puede ni verme.
— Pues lo que me demostrarte en esa habitación, dice todo lo contrario— me cruzo de brazos
—es que no lo entiendes— exclama desesperado.
—¿Qué no entiendo?, Que el jefe te mando a que me golpearas y me intentes violar y se me olvida que me secuestres — respondo enojada, a este punto creo que me sale humo por las orejas.
—está bien mira te contare, el jefe es el padre de tu novio y como él está en la cárcel me mando a cobrar venganza ya que su hijo lo metió ahí, el me vigila las 24 horas si hago algo mal, él me puede matar — explica serio, mostrando arrepentimiento y sinceridad en sus palabras.
Ese hombre no me puede dejar en paz. Genial
Ahora que recuerdo, antes de dormirme por segunda vez, el pidió perdón, era por eso que lo hacía, ahora todo tiene sentido.
—está bien, creeré en ti, espero que todo lo que me dices sea verdad, porque si no juro que llamo a mi padre para que te apresen ¿entendiste? — le advierto, apuntándolo.
—claro que sí, capitana — asiente, mientras me da un saludo de soldado.
—eres un idiota — rio, saliendo del bendito armario.
— y bueno ¿Por qué no estas en clases? — cuestiona, saliendo tras de mí.
—es que llegue tarde, no me abrieron la puerta y ¿tu? — pregunto, mientras caminamos por el pasillo para ir a la cafetería.
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Mi Secuestrador
RomanceUna mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente opuesto al que m...